El patronato tumba las cuentas de 2025 del CNIO, el mayor centro de cáncer de España, y exige “una explicación exhaustiva” a la dirección
Suspendido el programa de arte creado por la directora, María Blasco, que será auditado
La crisis del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el mayor de su clase en España, se agrava. Los representantes del Gobierno han tumbado las cuentas del centro previstas para 2025 y han exigido que vuelvan a realizarse para reflejar la situación real del organismo.
Esta decisión se ha tomado esta mañana durante la reunión del patronato del ...
La crisis del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el mayor de su clase en España, se agrava. Los representantes del Gobierno han tumbado las cuentas del centro previstas para 2025 y han exigido que vuelvan a realizarse para reflejar la situación real del organismo.
Esta decisión se ha tomado esta mañana durante la reunión del patronato del CNIO, que es una fundación estatal cuya presidencia corresponde actualmente a la secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Eva Ortega-Paíno. En esta ocasión ha acudido también Juan Cruz Cigudosa, secretario de Estado de Investigación. En el patronato también están representados el Gabinete de Presidencia del Gobierno, el Ministerio de Sanidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, representantes de comunidades autónomas, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación Cris, la Fundación BBVA y la Fundación La Caixa. Fuentes cercanas a los patronos reconocían esta mañana lo “incómodo” de la situación debido a la “crisis reputacional” que vive el centro y su directora, María Blasco.
Durante la reunión se ha discutido el futuro de la actual directora, María Blasco, sin que se haya alcanzado un acuerdo, según fuentes conocedoras de la reunión. Blasco está en el centro de una importante polémica por el estado de abandono de las infraestructuras del CNIO, por una investigación oficial sobre abuso de poder, y por supuestas irregularidades del programa CNIO Arte, que ella misma creó en 2018. Entre otras cosas, el patronato ha decidido suspender temporalmente este programa, explican las mismas fuentes. Dentro de un mes se realizará una reunión extraordinaria de los miembros, donde la dirección deberá presentar informes ejecutivos.
El Gobierno “no ha aprobado el Plan de Actuación para 2025 que tenía preparado el CNIO” y ha pedido que se realice uno nuevo, ha confirmado a este diario un portavoz del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que dirige Diana Morant. El Patronato del centro también le ha solicitado a la dirección científica del centro y a la gerencia sendos informes una “explicación exhaustiva de la situación actual del centro, tanto económica como laboral, así como los motivos y las decisiones que se han tomado y que justifican dicha situación”. Además. “El Patronato ha solicitado paralizar las actividades ligadas al programa CNIO-Arte, así como una auditoría externa e independiente sobre dicho programa”.
El encuentro de este martes era a puerta cerrada. En el orden del día, la directora Blasco tiene previsto informar sobre su gestión. También se presentarán los resultados del CNIO al cierre de 2024 y se presentará el plan de actuación de 2025, y la estrategia a seguir si no se llegan a aprobar los Presupuestos Generales del Estado. También se iban a discutir las medidas adoptadas después de la realización de un informe de riesgos psicosociales en el centro, en el que algunos empleados, incluidos algunos jefes, reconocen haber sufrido “violencia psicológica” por parte de sus superiores, según explican fuentes del centro.
La directora del CNIO ha sido objeto de una investigación por presunto acoso laboral a uno de sus trabajadores. El motivo fueron unos mensajes en redes sociales que calificaban de “pseudociencia” la promoción del programa CNIO Arte, creado por Blasco, que funciona desde 2018. A través de su directora de comunicación, Blasco presionó a un empleado para que borrase sus comentarios críticos. Este no solo no lo hizo, sino que la denunció por acoso laboral. El Gobierno puso en marcha una investigación independiente del caso siguiendo el protocolo vigente en estos casos. El resultado de la investigación es que, si bien Blasco no cometió acoso laboral, porque las presiones no continuaron en el tiempo, sí incurrió en un abuso de poder, como publica EL PAÍS este martes.
El denunciante prefiere no dar su nombre por miedo a represalias de Blasco. Asegura que no fue el único amedrentado por la dirección. María Blasco, ha explicado el denunciante, “es una persona conocida por gritar y maltratar a sus trabajadores”. “En el CNIO no hay democracia interna en absoluto. Cualquier queja que tengas, no la escuchan. La dirección está completamente disociada de las necesidades de los investigadores. Como cometas el error de quejarte de cualquier tipo de problema tendrás represalias. Han convertido el CNIO en un sitio muy tóxico”, ha añadido.
María Blasco ha declinado responder a las preguntas de este diario a través de una portavoz.
El lunes, 23 jefes del CNIO exigieron al Gobierno el relevo de María Blasco al frente del centro. “Creemos esencial iniciar un proceso competitivo para renovar el equipo de dirección científica, y solicitamos respetuosamente que el patronato del CNIO tome medidas al respecto”.
Crisis y déficit
El CNIO atraviesa una situación límite. El organismo tiene un déficit de unos 4,5 millones de euros y sus infraestructuras están obsoletas. De sus cuatro microscopios confocales, una herramienta esencial para la investigación oncológica, solo funciona uno. El problema existe desde hace más de dos años sin que la dirección ni el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que actualmente dirige Diana Morant, hayan podido solucionar el problema. Además, el sistema automático de limpieza del animalario, donde hay unos 30.000 ratones, lleva averiado varias semanas y no hay posibilidad de repararlo.
Tanto María Blasco como el vicedirector del centro, Óscar Fernández-Capetillo, achacan estos problemas a la falta de presupuestos. Cada año hay un millón de euros asignado a renovar infraestructura, una cantidad, argumentan, que se queda siempre corta. Blasco explicó el viernes que pidieron una ayuda adicionar al Ministerio de Ciencia para poder comprar un microscopio confocal, que tiene un valor de unos 900.000 euros, y que la ayuda no fue concedida. Por su parte, Fernández-Capetillo denuncia que la subvención pública del Gobierno que recibe el centro, de unos 22 millones de euros, no ha aumentado desde hace años, a pesar de que su valor se ha reducido debido a la inflación.
Los jefes firmantes de la carta que pide el cese de Blasco no están de acuerdo. Aunque reconocen “limitaciones financieras derivadas del congelamiento presupuestario”, añaden que hay también una mala gestión de años. “Percibimos una falta de visión institucional que ha llevado al deterioro de infraestructuras críticas, la incapacidad de obtener financiación competitiva en convocatorias nacionales e internacionales y una desconexión y desalineación entre el equipo de dirección científica [que ostenta Blasco] y el personal del CNIO”, destacan.
Los científicos también alertan de que está bajando la calidad de la ciencia que se hace en el CNIO, en concreto “la disminución de la competitividad científica del centro a nivel internacional, como lo evidencian descensos medibles en ránkings (SCIMago, Nature, entre otros).
Como desveló EL PAÍS, las carencias estructurales del CNIO se remontan a hace más de dos años. En 2022, 12 jefes del centro alertaron de los serios problemas que aquejaba el centro, entre ellos la falta de microscopios confocales y las carencias del animalario, donde alertaban de infecciones entre los animales.
Blasco, bióloga molecular, nacida en Alicante hace 59 años, lleva al frente del centro desde 2011. Como sucede en otros centros de investigación punteros, no existe un reglamento claro para relevar al director, lo que permite que estos se eternicen en el cargo como si fueran monarcas.
El programa CNIO Arte fue creado por María Blasco para que el CNIO encargase y adquiriese obras de arte inspiradas en temas científicos, con la ayuda económica de la Fundación Banco Santander. Desde su creación, el programa ha tenido un coste de 877.787,99 euros, según un informe de Transparencia adelantado por Abc, y confirmado por este diario. Esa cantidad incluye 291.979,35 euros para la adquisición de obras de arte, y 585.106 euros de personal que trabaja parcialmente en este proyecto. El programa incluía viajes al Ártico o Mozambique para Blasco y otros acompañantes, que tuvieron un coste de 6.503 y 5.542 euros, respectivamente. En cuanto a los ingresos de este programa, el informe detalla que obtuvo 85.000 euros de la Fundación Banco de Santander; 600.000 euros en donaciones, y 13.216 euros por la venta de fotograbados en 2019. La idea original de este programa era que el CNIO vendiese las obras de arte encargadas a los artistas por un valor mayor que el de coste para obtener financiación, explican fuentes del CNIO. Uno de los grandes problemas es que hasta ahora apenas se han vendido unas pocas obras por muy poco valor, reconocen las mismas fuentes.