Las sociedades científicas piden nuevas elecciones a rector en la Universidad de Salamanca: la reputación de Corchado “está gravemente en entredicho”

La organización considera “imprescindible” que una comisión independiente investigue cuanto antes al catedrático y le reclama que dé “las explicaciones que lleva semanas anunciando que quiere dar”

Ceremonia de toma de posesión de Juan Manuel Corchado como rector de la Universidad de Salamanca, el pasado 31 de mayo.JM GARCÍA (EFE)

La ciencia española ha dicho basta. La Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) ha emitido este jueves un duro comunicado, en el que pide nuevas elecciones al rectorado en la Universidad de Salamanca y la puesta en marcha urgente de una comisión independiente que investigue al actual rector, Juan Manuel Corchado. “Su reputación como investigador está clara y gravemente en entredicho, lo que sin duda alguna salpica la reputación de la propia Universidad de Salamanca y, por extensión, la de la universidad española en su conjunto, tanto en el plano nacional como en el internacional”, sentencia la COSCE, una organización que agrupa a 88 sociedades que representan a más de 40.000 científicos.

Corchado, nacido en Salamanca hace 53 años, es catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial y presume de ser uno de los 250 investigadores más citados del mundo en su campo. Sin embargo, ese supuesto prestigio procede de citarse a sí mismo miles de veces, de recibir millares de citas de perfiles de científicos inexistentes y de ordenar a sus trabajadores que le citasen 20 veces en cada estudio. “Desde la COSCE hemos observado con estupor la situación derivada de la elección de Juan Manuel Corchado como rector de la Universidad de Salamanca”, comienza el comunicado de la organización, presidida por la física Perla Wahnón.

La confederación recuerda que el Comité Español de Ética de la Investigación, activado por el Ministerio de Ciencia, dictaminó el 11 de junio que las actuaciones de Corchado “podrían conculcar las buenas prácticas científicas” y pidió una inspección “exhaustiva e independiente”. La COSCE subraya un “problema”: ese comité es un órgano consultivo y sus actuaciones no son vinculantes. “Asimismo, la Agencia Estatal de Investigación ha suspendido de forma cautelar la participación del doctor Corchado en cualquier actuación relacionada con los procesos de evaluación que son competencia de esta. Con ser un primer paso, nos parece insuficiente para salvaguardar lo que está en riesgo, la reputación de una de nuestras universidades más antiguas y respetadas y, por extensión, de la universidad española en general”, prosigue el comunicado.

La COSCE señala “un doble problema”: legal y ético. “Hasta ahora, desde el punto de vista legal no hay ninguna acusación en un juzgado, ni el doctor Corchado ha sido imputado o condenado por ninguna falta, pero nos preguntamos si esto es suficiente”, advierten las sociedades científicas. La confederación recalca que otra entidad, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, ya emitió “un aviso para navegantes” a finales de abril, cuando se supo que Corchado, tras la dimisión por sorpresa del anterior rector, se iba a presentar como único candidato a las elecciones. Los rectores pidieron entonces preservar “la honestidad académica y científica”, sin mencionar explícitamente al catedrático salmantino.

“A pesar de los avisos, el doctor Corchado resultó elegido como rector de la Universidad de Salamanca. Aunque es cierto que en dichas elecciones se produjo una bajísima participación (10,5%) y que hubo muchos votos en blanco y nulos. Pero, en el cómputo final, cerca del 61% de los votos totales fueron positivos”, explica la COSCE. “Creemos que es imprescindible que, con celeridad, bien el Ministerio o la autoridad autonómica competente articulen la puesta en marcha de una comisión independiente capaz de verificar los hechos denunciados”, urge la confederación.

El comunicado es muy contundente. “El doctor Corchado debería agilizar también en tiempo y forma las explicaciones que lleva semanas anunciando que quiere dar. Y, con el máximo respeto a la autonomía universitaria, tras esos pasos es probable que el único mecanismo efectivo es el que debe activar ese 89,5% de integrantes de la Universidad de Salamanca que no votaron en las últimas elecciones y que, junto a los votos en blanco y los nulos, podrían haber revertido el proceso y evitado esta situación indeseable. Para ello se necesita impulsar desde dentro de la propia universidad la convocatoria de nuevas elecciones y la presentación de al menos una candidatura alternativa. La solución, urgente, debe darla la propia Universidad de Salamanca”, insta la COSCE.

Este lunes, más de 150 profesores de la institución salmantina firmaron un comunicado para exigir una investigación realmente independiente, sin intromisiones del propio rector, para “salvaguardar el prestigio de la Universidad de Salamanca y eliminar cualquier sospecha de malas prácticas o de permisividad con las mismas”. Este jueves ya van más de 220 firmas, incluidas las de medio centenar de catedráticos y 15 exvicerrectores de diferentes equipos rectorales.

Corchado envió una carta a la comunidad universitaria el miércoles pasadas las 20:00, en reacción al manifiesto del profesorado crítico. “Quiero alinearme con la preocupación manifestada por preservar el prestigio y la historia de nuestra Universidad, si bien no puedo compartir el modo en que dicha preocupación se expresa. Creo que ni determinados medios de comunicación ni ciertos escritos con efecto mediático están siendo instrumentos aptos para preservar tal prestigio e historia, en la medida en que solo contribuyen a generar confusión y poner en entredicho la legitimidad que las urnas de esta Universidad me han dado”, aseguró Corchado. “Quien no está dispuesto a aceptar el juego democrático ha de recibir el mayor de los reproches y es mi deber como Rector de esta Universidad salir en defensa de la institución que represento y sus procesos democráticos”, advirtió.

Corchado ha rechazado las peticiones de entrevistas de EL PAÍS y otros medios de comunicación desde abril. En su carta, justifica su silencio. “No haber participado de un relato mediático no tiene otro significado que el de esperar a poder argumentar y justificar esta situación en las instancias competentes y bajo cauces justos”, sostiene. “Por esa razón, ahora que se da la oportunidad, y al margen del ejercicio de las denuncias ya presentadas por actuaciones delictivas [Corchado no explica a qué se refiere], y sin descartar futuras acciones judiciales que tenga que interponer para reparar el honor dañado por todas las mentiras que sobre mi actividad profesional se han vertido o se puedan verter, tengo la firme intención de adoptar todas las medidas necesarias para poder superar esta situación a través de actuaciones democráticas y transparentes”, continúa el rector.

La carta de Corchado tiene un tono amenazante para el profesorado crítico que exige que el rector no se entrometa en la investigación sobre sí mismo. “No cabe adelantar, como parece insinuarse en el escrito presentado, actuaciones que no han sucedido y que no van a suceder. Algo que solo persigue de forma malintencionada un efecto mediático perjudicial para la imagen de esta Universidad”, afirma el rector. “Ahora es el momento de tutelar el prestigio de nuestra Institución y la de todos sus miembros, por los cauces legales más adecuados. Mientras tanto ruego a la comunidad universitaria máxima prudencia”, termina Corchado. Los profesores críticos temen que el rector lleve a cabo una pantomima de investigación interna para limpiar su imagen. El comunicado de la COSCE de este jueves, al igual que el informe del Comité Español de Ética de la Investigación del 11 de junio, exige garantizar una inspección independiente.

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