Un vecindario lleno de planetas: 59 nuevos mundos en las cercanías del Sistema Solar
Un telescopio situado en Almería ha permitido realizar un censo de exoplanetas próximos, entre los que se encuentran cuatro ‘tierras’ habitables
Hace apenas un siglo no había pruebas de su existencia. Hace 30 años no se había descubierto ninguno. Hoy, la ciencia ha localizado ya más de 5.300 exoplanetas, mundos que orbitan en torno a estrellas que no son nuestro Sol. De ese extenso listado de planetas ajenos a nuestro sistema solar, 59 los ha cazado un telescopio ubicado en Calar Alto (Almería), en apenas cinco años. Han sido 750 noches de observación fructífera gracias ...
Hace apenas un siglo no había pruebas de su existencia. Hace 30 años no se había descubierto ninguno. Hoy, la ciencia ha localizado ya más de 5.300 exoplanetas, mundos que orbitan en torno a estrellas que no son nuestro Sol. De ese extenso listado de planetas ajenos a nuestro sistema solar, 59 los ha cazado un telescopio ubicado en Calar Alto (Almería), en apenas cinco años. Han sido 750 noches de observación fructífera gracias al instrumento Carmenes, que miraba solo en el vecindario galáctico solar más próximo en busca de posibles inquilinos.
“Si nuestra galaxia fuera una ciudad, hemos buscado solo en nuestro bloque de pisos, no hemos salido ni a explorar el barrio”, detalla Ignasi Ribas, primer autor del estudio que se publica hoy y que recopila un lustro de trabajo con Carmenes buscando exoplanetas. Tras observar 362 estrellas frías cercanas, las llamadas enanas rojas, han podido establecer el conteo más preciso de la cantidad de planetas que las acompañan: una media de 1,4 por cada estrella. Las enanas rojas, más pequeñas y tenues que nuestro Sol, suelen estar acompañadas por más planetas y también más pequeños, como la Tierra. Las de tipo solar rondan medio planeta de media cada una.
A la hora de imaginar esos 59 mundos nuevos, Ribas matiza que no todos son exoplanetas con suelo firme y temperatura templada, en los que Elon Musk pudiera aterrizar en sus sueños colonizadores. Solo han encontrado un puñado de Tierras y ni siquiera todas están en lo que se conoce como zona de habitabilidad. Pero cuatro de esos planetas rocosos y similares al nuestro están a una distancia ideal de su estrella; ni demasiado lejos para helarse, ni demasiado cerca para quemarse. Dos de esos mundos terrestres, potencialmente habitables, están en el sistema de la estrella Teegarden, a 12,5 años luz de la humanidad. Los otros dos, recién dados a conocer por el equipo de Ribas, orbitan la estrella GJ 1002, a menos de 16 años luz. A tiro de piedra en términos astronómicos. Estos cuatro planetas —los de Teegarden y los de GJ 1002— están entre los mundos con mayor índice de similitud con la Tierra, una clasificación científica que permite comparar los factores que los asemejan.
El aparato Carmenes usa un método de detección (velocidad radial) que no permite saber mucho sobre la composición de la atmósfera de los exoplanetas: únicamente calculan la masa, y también deducen su temperatura en función de la distancia que los separa del calor de su estrella. “Como sabemos la masa del planeta, podemos saber más o menos qué tipo de planeta es: de tipo rocoso [como la Tierra], un gigante helado parecido a Neptuno o uno similar a Júpiter, un gigante de gas”, enumera Ribas. Con esos datos recogidos en el período de 2016 a 2020, Carmenes ha descubierto y confirmado seis planetas tipo Júpiter (con masas más de 50 veces la de la Tierra), 10 Neptunos (de 10 a 50 masas terrestres) y 43 Tierras y supertierras (hasta 10 masas terrestres).
“Esa es la fauna que hemos encontrado”, concluye Ribas, director del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC-CSIC). El astrónomo explica que no han hallado más exoplanetas de tipo terrestre porque son más difíciles de localizar, al ser menos masivos, por lo que se espera que haya muchos más de los que han logrado listar hasta ahora. El sistema empleado recoge la luz de la estrella observada y mide los pequeños movimientos del astro provocados por la atracción gravitatoria de los exoplanetas que lo acompañan, lo que delata su presencia: cuando más masivos, más notables.
“Para poder determinar la existencia de planetas alrededor de una estrella, la observamos un mínimo de 50 veces”, aclara Juan Carlos Morales, investigador del IEEC en el Instituto de Ciencias del Espacio. El instrumento se hizo pensando en estudiar los sistemas de este tipo de estrellas frías, que se habían estudiado menos que otras estrellas más luminosas, grandes y amarillas como nuestro Sol. “Como estudiamos estrellas frías que son intrínsecamente poco brillantes, están muy cercanas, así que básicamente estamos haciendo un censo del entorno solar”, resume Ribas. En este trabajo, además del IEEC-CSIC que dirige Ribas, han participado un centenar de expertos de más de 30 centros de investigación. Los resultados se publican hoy en Astronomy & Astrophysics.
Al margen de estos exoplanetas listados, el trabajo científico solo acaba empezar, porque el equipo ha realizado millares de observaciones de mucha calidad que pueden usar el resto de especialistas del campo para sus propias investigaciones. “Es una especie de cofre del tesoro, tenemos 20.000 medidas de alta precisión realizadas con Carmenes que ponemos a disposición de la comunidad científica mundial”, apunta Ribas con orgullo, datos con los que han hecho el conteo de exoplanetas. En la puesta en marcha del instrumento, inaugurado en 2015, han participado más de 200 especialistas de 11 instituciones españolas y alemanas, como el Centro de Astrobiología, el Instituto de Astrofísica de Andalucía, el Instituto de Astrofísica de Canarias y la Universidad Complutense de Madrid por parte española; y el Max-Planck, el Centro Astronómico Hispano-Alemán, el Observatorio Estatal de Königstuhl, el Instituto de Astrofísica de Gotinga (IAG) y el Observatorio de Hamburgo-Bergedorf por la parte alemana.
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