El votante de Parisi: conservador sobre las libertades individuales y moderado en materia de seguridad
Entre quienes votaron por el populista existen posiciones ambivalentes, aunque tienden a acercarse más a la derecha de Kast, según una encuesta realizada por Ipsos y el Instituto de Ciencia Política de la UC


Una de las grandes incógnitas que rondan la elección presidencial chilena, que se celebrará el 14 de diciembre, es a dónde se irán los 2,5 millones de votos que obtuvo el populista Franco Parisi en la primera vuelta. El líder del Partido de la Gente (PDG), que defendió durante su campaña no ser “ni facho ni comunacho” -ni fascista ni comunista-, rozó el 20% del escrutinio, representando un bolsón clave para las candidaturas del republicano José Antonio Kast, de la extrema derecha, y la izquierdista Jeannette Jara, militante comunista. Los expertos coinciden en que el votante PDG no es ideologizado y, por ende, difícil de predecir. Una encuesta realizada por Ipsos y el Instituto de de Ciencia Política de la Universidad Católica de Chile, sin embargo, da luces sobre sus posturas en temas como democracia, Estado, libertades individuales, inmgiración, entre otras. Aunque se muestran ambivalentes en algunos asuntos, sus posiciones en la llamada agenda valórica se acercan bastante más a la derecha que a la izquierda.
El sondeo se realizó a 1.500 personas días antes de los comicios del 16 de noviembre. Consultados ante la eventualidad de que Kast y Jara pasasen a la segunda vuelta, como ocurrió, un 37% de los votantes de Parisi respondieron que apoyarían al candidato de las derechas, un 14% a la de las izquierdas, un 33% anularía, un 7% dejaría la papeleta en blanco y un 9% no sabía. En una consulta realizada hace unos días a los militantes del PDG, un 78% se inclinó por anular, un 20% por Kast y un 2% por Jara. El ejercicio careció de sustento y fue fuertemente cuestionado porque la dirigencia de la formación no compartió cuántas personas participaron.
El sello más apolítico del votante del PDG se ve reflejado en los resultados de la encuesta ante la pregunta sobre si da lo mismo quién gobierne, “porque la clase política nunca escucha a los chilenos”. Un 62% de los votantes del populista se mostraron de acuerdo o muy de acuerdo, un 52% los de Kast y un 39% los de Jara. Y consultados sobre si consideran que “todos los políticos son corruptos”, un 53% de los electores de Parisi apoyaron la afirmación, seguido por un 49% los de Kast y un 39% los de Jara.
Frente a cuán de acuerdo estaban con que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, un 67% de los adherentes de Parisi la apoyaron, mientras que los de Kast un 54% y los de Jara un 91%. A los encuestados también se les presentó una escala de 1 a 5, donde 1 es “muy en desacuerdo” y 5 es “muy de acuerdo”, sobre cuán de acuerdo o en desacuerdo están con la idea de que si los políticos chilenos siguieran los ideales de Augusto Pinochet, el país recuperaría su lugar en el mundo. Un 32% de los votantes de Parisi dijo estar de acuerdo o muy de acuerdo, mientras que un 52% de los del republicano se posicionaron en ese rango y un 7% los de la candidata de la izquierda.
El académico Cristóbal Rovira, especialista en el fenómeno de la ultraderecha y quien lideró la encuesta, explica que el voto Parisi viene a “llenar el nuevo centro político en Chile”. “Hay que considerar que cuando pensamos en el eje político, pensamos en derecha-izquierda, donde a la derecha está Kast y a la izquierda Jara. Pero hay un segundo eje que es vertical, que lo cruza, y que es el eje establishment y anti-establishment”, apunta. Sus posturas sobre que los políticos son corruptos y que da lo mismo quien gobierne, ejemplifica Rovira, refleja ese anti-establishment que no se ve en los votantes de la candidata de la izquierda ni en los del ultraderechista.
Los acercamientos más notorios de los adherentes a Parisi al electorado del Kast se ven en el capítulo sobre posiciones políticas y valóricas. Consultados si creen que las mujeres usan el feminismo para “ganar de manera injusta ventaja sobre los hombres”, un 57% de los votantes del populista dijo estar de acuerdo o muy de acuerdo, mientras que los de Kast un 65%, y los de Jara un 22%. Sobre su grado de respaldo al derecho al aborto de la mujer en cualquier circunstancia, un 43% de los electores de Parisi se mostró de acuerdo o muy de acuerdo, frente a los 34% de los seguidores de Kast y el 78% de los de Jara. Frente al matrimonio homosexual, los votantes de Parisi son levemente más conservadores (36%) que los de Kast (38%). Los adherentes de la candidata de la izquierda que lo apoyan llegan al 75%.
Ante la pregunta sobre si la inmigración debilita la cultura del país, un 58% de los electores de Parisi la respalda, un 76% los de Kast y un 39% los de Jara. Otro asunto que ha dominado el debate político es cómo enfrentar la crisis de seguridad que atraviesa el país, donde los discursos de mano dura de la ultraderecha son los que han hecho más eco en una ciudadanía con históricos índices de temor. Consultados los encuestados sobre si creen que la delincuencia se resolvería con más orden y mano dura, el votante de Parisi se posiciona en un punto medio entre ambos polos, con un 55% diciendo estar muy de acuerdo o de acuerdo, frente a un 71% de los del republicano y un 23% los de la candidata de la izquierda. Por su parte, si lo que hace falta es educación y trabajo para enfrentar el problema, un 18% de los de Parisi apoyan la idea, y un 37% los de Jara y un 8% los de Kast.
Otro ámbito en que el votante de Parisi parece estar a medio camino entre las posturas de los adherentes del republicano y la comunista es el papel del Estado. Por ejemplo, sobre si el Estado debe gastar mucho más en beneficios y servicios sociales, un 33% de los adherentes al populista respaldó la idea, un 29% los de Kast y un 45% los de Jara. Ante el escenario contrario, si debe gastar mucho menos, un 13% de los de Parisi la apoyaron, un 15% los del republicano y un 4% de los de la militante comunista.
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