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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Una acusación constitucional en contra de Boric se cae en menos de 24 horas

La bancada de diputados de RN intentó levantar un libelo para inhabilitar al presidente, que se sumaría al que ya interpuso el Partido Republicano en contra de la ministra Tohá

Carolina Tohá y Gabriel Boric
Boric, reunido con su gabinete de seguridad, habla con la ministra Tohá, en julio de 2024 en La Moneda.Presidencia de Chile (EFE)
Ana María Sanhueza

[Esta pieza es una versión de uno de los envíos de la newsletter semanal que Chile manda a sus lectores cada miércoles. Si quiere suscribirse, puede hacerlo a través de este enlace].

Hola queridos lectores,

Esta semana ha estado marcada por varios hechos complejos y relevantes, pero uno de ellos duró menos de día: la acusación constitucional en contra del presidente Gabriel Boric, en el contexto de la crisis de seguridad que vive Chile, que pensaba presentar la bancada de diputados de Renovación Nacional (RN), de la derecha tradicional.

Pero, como se supo rápidamente, el grupo de diputados no avisó de su decisión ni al presidente de RN, el senador Rodrigo Galilea, ni a Chile Vamos. “Hemos llegado a la convicción de que Renovación Nacional le dará espacio una vez más al diálogo”, dijo este martes Galilea cuando el libelo ya se había esfumado, “aunque existen todas las condiciones jurídicas para eventualmente acusar al presidente”.

Desde Evópoli también rechazaron la idea de acusar a Boric.“Es un atentado a nuestra democracia, pone en riesgo nuestras instituciones y, por cierto, pone en riesgo la figura del presidente”, dijo el diputado Jorge Guzmán. También lo hizo el exministro del Interior de Sebastián Piñera, Gonzalo Blumel: “Están siguiendo el mismo guion autodestructivo de la izquierda después del 18 de octubre (...) de empezar a usar de manera espuria todas las estructuras y herramientas institucionales para hacer ingobernable a este país”.

De haber prosperado, era la segunda acusación que se presentaba en pocas horas en contra de la Administración de Boric, pues la bancada del Partido Republicano interpuso el lunes otra en contra de la ministra Carolina Tohá, en la que incluyó críticas al Gobierno del expresidente Sebastián Piñera en el manejo de la seguridad. Ambos libelos se habrían sumado a los que ya se tramitan en el Congreso en contra de tres jueces de Corte Suprema, dos de ellos ligados al caso Audios.

En Chile las acusaciones constitucionales son una herramienta que ha sido utilizada constantemente por las oposiciones contra el Gobierno de turno. Mientras el libelo en contra de Tohá es el sexto que las derechas presentan en contra de ministros de la Administración de Boric, en el periodo de Piñera las izquierdas emprendieron ocho, dos de ellas en contra del mandatario.

Esta vez, las dos acusaciones —la que se cayó en un día y la que sigue en pie— han sido empujadas en momentos en que la política chilena vive de alta fragmentación de los partidos, y cuando resta menos de un mes para las elecciones municipales y de gobernadores. Tal como lo contó el domingo mi compañera Antonia Laborde en esta crónica, de frente a esos comicios, los partidos políticos son los más desgastados: según la última encuesta Bicentenario de la Universidad Católica, solo el 1% de los chilenos confía en ellos. Y esa desafección ciudadana a las formaciones ha traído como coletazo que los candidatos independientes puros a liderar un municipio se dispararan un 26% con respecto a la elección de 2021, alcanzando 675, de acuerdo con el Servicio Electoral.

Mientras escribo, recuerdo lo que dijeron dos senadores, uno de izquierdas y otro de derechas, cuando se enteraron del sorpresivo libelo en contra de Boric: uno señaló que solo faltaba una acusación constitucional en contra de Dios y otro, que así las cosas, el próximo acusado podría ser perfectamente Condorito.

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Muchas gracias queridos lectores. En una semana más, estaremos nuevamente en sus buzones.

Un abrazo.

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Sobre la firma

Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.
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