Los argentinos vuelven a comprar en Chile escapando de la inflación: encuentran artículos hasta tres veces más baratos
En abril, más del doble de vehículos cruzaron Los Andes desde Argentina en comparación al mismo mes de 2023. Llegan en buses directo a centros comerciales
En el mall Costanera Center, uno de los centros comerciales más grandes de América Latina, en Santiago de Chile, se ven maletas rodar por los pasillos, abundan los acentos provenientes del otro lado de la cordillera y las cajas, cuando la gente paga sus productos, marcan totales de hasta 650.000 pesos chilenos (728 dólares). Es un miércoles de mayo a las cuatro de la tarde y Cecilia (35 años) recorre la sección de niños de H&M con su carrito, mirando detenidamente las etiquetas. Mientras, su hija de casi un año, duerme. El objetivo del viaje de esta mujer de Córdoba, Argentina, es buscar ropa y accesorios para la bebé. Junto a su marido se tomaron una semana de vacaciones para estar en la capital chilena: “El fin último son las compras para la niña, porque en Argentina la ropa para esa edad es carísima”. Agrega que productos como la silla para el auto, por ejemplo, cuestan el triple en su país.
En abril, 20.109 vehículos particulares argentinos ingresaron a Chile a través del paso fronterizo Los Libertadores, el más cercano a Santiago. En la misma fecha del año pasado, fueron 8.617, según datos del Servicio Nacional de Aduanas de Chile. En promedio, los trasandinos esperaron ocho horas para cruzar la frontera durante el feriado de Semana Santa. El panorama recuerda a lo ocurrido en el año 2016, cuando también miles de argentinos viajaron a Chile en busca de mejores precios. El año pasado eran los chilenos quienes cruzaban Los Andes especialmente para comprar mercadería en el supermercado, porque la diferencia era altísima.
Pero Argentina se ha encarecido en dólares en cuestión de pocos meses. En diciembre, nada más llegar al poder, Javier Milei devaluó el peso un 54% respecto a la divisa estadounidense. Con esa medida redujo de golpe la gran brecha que existía entre la baja cotización oficial —usada para parte de las exportaciones e importaciones— y el precio de mercado al que se compran o venden dólares en las casas de cambio informales que hay por toda Argentina. En diciembre, la inflación fue del 25% y en lo que va de 2024 los precios han aumentado otro 65% más. El peso, en cambio, ha permanecido casi estable, con una depreciación de sólo el 5%: el 10 de diciembre, cuando asumió Milei, un dólar se cambiaba por 990 euros en las calles de Buenos Aires; a principios de mayo, la divisa estadounidense valía 1040. Esto significa que el precio de cualquier bien en dólares en ese período casi se duplicó tanto en pesos como en dólares y Argentina dejó de ser un país barato para los extranjeros, como lo fue el año pasado. La tendencia, sin embargo, ha comenzado a cambiar esta semana. En sólo dos días la moneda argentina se ha devaluado más de un 10% y este martes por cada dólar se pedían 1.200 pesos, informa Mar Centenera.
En este contexto, para los argentinos actualmente es muy conveniente comprar a Chile. “Si bien las políticas económicas han permitido contener la velocidad de la inflación y que nuevamente se registren tasas de variación intermensual cada vez más acotadas, el hecho real para la gente de a pie es que obviamente en Argentina los precios de bienes y servicios son muchísimo más costosos de lo que se veía hace un año atrás”, comenta a EL PAÍS Juan Ortiz, economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales.
En las casas de cambio chilenas se hacen filas y hay ojos curiosos que observan los valores que se muestran en los carteles. El jueves 16 de mayo al mediodía, el cambio estaba a un dólar por 910 pesos chilenos. El administrador de la casa de cambio Brollano, en la comuna de Providencia, en la zona oriente de Santiago, dice: “El perfil de argentino que viene en estos días de visita tiene un poder adquisitivo suficiente como para cambiar cantidades desde los 500 a 2000 dólares”. Cuenta, además, algo que le parece curioso: “Los argentinos siguen usando el billete de 100 dólares antiguo y han tenido problemas porque en Chile ese billete ya no se compra ni se vende”.
Hay grupos de Facebook en los que los turistas se ayudan mutuamente para organizar sus viajes. Los argentinos se preguntan: ¿a cuánto está el cambio?, ¿por la nieve hay que llevar cadenas?, ¿qué no están dejando ingresar a Argentina? También: ¿qué lugares recomiendan para comprar? Entre las respuestas a esta pregunta, se repite el Arauco Premium Outlet Buenaventura, en la comuna de Quilicura, en el norte de Santiago de Chile, un espacio de 29.000 m2 de tiendas y servicios. En la mañana de un viernes de mayo, cuando el centro comercial recién está comenzando a funcionar, se asoman patentes argentinas.
Norma (74 años) y Jorge (70 años) viajaron desde Buenos Aires en auto para estar cuatro días en la capital chilena. Aparte de recorrer, quisieron ver de primera mano si los precios eran mucho más bajos que en su país: “En Buenos Aires es imposible comprar en algunas marcas, acá son más accesibles”, comenta Jorge.
La vendedora de una tienda deportiva de este outlet asegura que los argentinos están llegando en olas y llevándose principalmente ropa: “Pueden estar hasta dos horas en la tienda, hacen videollamadas para aprovechar de comprarle ropa a sus demás familiares y se gastan hasta seis gambas (600.000 pesos chilenos, unos 675 dólares)”. Desde el centro comercial informan que aproximadamente el 30% del flujo de asistentes de Arauco Premium Outlet Buenaventura llegando a casi un 50% los fines de semana, corresponde a clientes provenientes de Argentina. Comentan, además, un fenómeno: “Hemos detectado una tendencia relacionada con el traslado de turistas en buses que llegan directamente desde Mendoza, y que tienen como destino principal nuestro centro comercial para realizar compras a precios convenientes y en grandes cantidades”. En cuanto a los productos más solicitados por los clientes argentinos, dicen que han notado una clara preferencia por los artículos deportivos, específicamente zapatillas.
Las grandes bolsas con las que se puede ver a los turistas son mayoritariamente de tiendas de vestuario. H&M y Zara son las marcas que más se repiten. Pero también hay gran afluencia de argentinos en lugares como la tienda Easy, dedicada a vender artículos de construcción y para el hogar. La prensa argentina ha destacado las compras en supermercados chilenos, donde productos como las latas de atún cuestan tres veces menos y comentan que, para enfrentar el brote de dengue que vive su país, los argentinos están comprando repelentes para insectos, que pueden encontrar a mitad de precio en Chile. Al preguntarle a los turistas cómo ven los costos de comer en un restaurante, dicen que Chile sigue siendo caro.
Según el economista Ortiz, el flujo de turistas argentinos debería mantenerse: “Lo que uno esperaría es que lo que estamos viendo puntualmente en los primeros meses del año 2024 no se termine porque, para que se termine, se necesita una convergencia inflacionaria importante y, más aún, que se empiece a dar una recuperación de los salarios reales (...) Esa dinámica no se va a dar de aquí a uno o tres meses más. Va a tomar tiempo en la medida que Argentina actualmente está en un proceso de ajuste macroeconómico muy importante”. Y advierte: “A pesar de que la inflación empiece a desacelerarse, es poco probable que el nivel de precios vuelva a niveles similares a los de hace un año atrás”.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS Chile y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.