Paridad, aborto, objeción de conciencia: las dudas y ambigüedades de la nueva Constitución chilena
Seis mujeres del Consejo Constitucional de diferentes sectores políticos analizan el texto que será plebiscitado en diciembre
Las mujeres podrían definir el futuro constitucional de Chile. Según la última encuesta Plaza Pública de Cadem, dada a conocer el domingo pasado, mientras el 53% de las chilenas ya tiene decidido que rechazará la nueva propuesta, solo un 27% sostiene que votará por su aprobación.
Es una foto del momento, que podría cambiar en las cinco semanas que restan para el plebiscito del próximo 17 de diciembre, pero que puede ser determinante en el éxito o fracaso del texto que acaba de alumbrar el Consejo Constitucional.
Hay varios puntos polémicos que explican por qué las mujeres sienten especial desafección con la propuesta de Carta Fundamental. Uno de los principales tiene que ver con un artículo que establece “el derecho a la vida de quien está por nacer”. La Constitución que rige actualmente en Chile lo define como “el derecho a la vida del que está por nacer”, y es en esa diferencia de pronombre donde se ha fijado la principal batalla feminista. Para el oficialismo la nueva frase podría colisionar con la ley interrupción voluntaria del embarazo en tres causales que rige desde 2017 y que se aplica para casos de violación, riesgo de vida de la madre o inviabilidad del feto. Mientras que para las derechas, se trata de un artículo que no implicaría riesgos a la ley ya existente.
La paridad es otro de los temas polémicos. Aunque la propuesta definitiva incluyó la paridad de entrada para cargos de representación popular, la de salida, que en un principio se había dejado fuera del texto, fue incluida en su etapa final pero a través de una norma transitoria. Esto quiere decir que se mandatará al Congreso para que ingrese un proyecto de ley electoral que cree un mecanismo para conseguir un equilibrio de género 60-40 para las elecciones. Mientras los consejeros oficialistas califican la norma como insuficiente, desde la derecha aplauden la flexibilidad para haber reincorporado la norma.
La objeción de conciencia, en tanto, también sufrió modificaciones. El texto inicial incluía la objeción de conciencia institucional, lo que en la práctica abriría la puerta para que ciertos servicios de salud se nieguen a entregar prestaciones de salud reproductiva relativa a esterilizaciones, interrupción del embarazado legal o tratamientos anticonceptivos. Permitiría a farmacias a negarse a vender, por ejemplo, productos como la píldora del día después. Finalmente, sin embargo, solo quedó establecido este principio a nivel personal.
Esos son los tres principales puntos criticados por el oficialismo. Pero, al mismo tiempo, la nueva propuesta incluyó nuevas normas relativas a los derechos de las mujeres que son aplaudidas por la derecha. En particular, la equidad de género, a través de una norma de no discriminación arbitraria entre hombres y mujeres con mismo empleador para que tengan salarios equivalentes, así como también la sala cuna universal y gratuita para niños desde los 85 días de nacidos.
EL PAÍS entrevistó a tes consejeras de oposición y tres oficialistas para conocer sus diferentes visiones sobre cómo el nuevo texto afecta a las mujeres.
Pilar Cuevas: “Hay una campaña de la izquierda de decir que esta Constitución atenta contra la mujer”
La consejera del partido Renovación Nacional (de derecha tradicional) Pilar Cuevas, considera que la izquierda es la responsable de que hoy las mujeres se manifiesten lejanas a la nueva propuesta constitucional. “Hay una campaña permanente de la izquierda de mentirle a la ciudadanía y decir que esta esa una Constitución que atenta contra la mujer y sus derechos”, dice. Sostiene que el 50% del texto fue votado por unanimidad y hace un llamado al oficialismo a “no borrar con el codo lo que escribieron con la mano”. Para Cuevas, la ley de interrupción del embarazo en tres causales no se ve afectada por el nuevo texto. Pero agrega que “siempre puede haber un abogado que quiera recurrir al Tribunal Constitucional porque tal o cual ley puede quedar inconstitucional”, dentro de lo 216 artículos que incluye la propuesta.
Sobre los contenidos, la consejera compara el texto propuesto con la actual Constitución que rige en Chile. “Esa Constitución no tiene ningún derecho consagrado para las mujeres, cero, más allá de temas transversales como que todos nacimos iguales en derechos y cosas así. Pero lo que estamos proponiendo incluye derechos que no habíamos tenido nunca, como la igualdad salarial consagrada en el derecho al trabajo, la sala cuna universal, el plan universal de salud sin discriminación por sexo y el acceso igualitario y equitativo a cargos públicos”, menciona.
Paloma Zúñiga: “Esta Constitución cierra el debate del aborto libre”
La consejera de Revolución Democrática, uno de los partidos más importantes del Frente Amplio, califica la propuesta como “un proyecto de mucho eslogan” que “no contribuye en profundidad” al avance y desarrollo de los derechos de las mujeres. Considera que las normas en términos de participación política de las mujeres son “muy precarias”. “Hablan de una paridad, que en realidad no es paridad, es 60% y 40% y es transitoria -sólo rigen en las dos próximas elecciones-”. También critica otros “eslógan”, como por ejemplo el de la igualdad salarial. “En realidad es inocua y no funciona, porque hoy recién el Congreso está evaluando la posibilidad de hacer una ley para que los empleadores tengan que dar a conocer los sueldos que pagan. Mientras eso no funcione, lo que queda en la Constitución hoy es letra muerta, porque no tienes cómo demandar sin saber si tu compañero gana más o lo mismo que tú en el mismo trabajo”, apunta.
La arquitecta lamenta que el texto “cierra el debate del aborto libre”, un tema que, reconoce, divide a las chilenas, pero que eliminar la opción de discutirlo es una “falta de respeto” para quienes están a favor. Un 30% de los chilenos está a favor de que exista la opción de interrumpir el embarazo en cualquier caso, según la última encuesta CEP.
Ivonne Mangelsdorff: “Las mujeres se van a sentir muy representadas por este texto”
Para la consejera de Renovación Nacional, de derecha tradicional, Ivonne Mangelsdorff, la nueva propuesta constitucional fue “escrita con letra de mujer”. Se refiere a que fueron 25 mujeres consejeras las que participaron de la redacción del texto en el Consejo, además de la Comisión Experta, que también contaba con la mitad de mujeres. “Establece un montón de normas escritas por mujeres como la paridad de entrada, donde el Estado tiene la obligación de asegurar la igualdad en el acceso para cargos de elección popular para hombres y mujeres, una paridad de salida que es transitoria, pero que va a permitir disminuir la desigualdad para que las mujeres puedan ocupar cargos de elección popular”, menciona.
La consejera celebra además que la propuesta “establece la no discriminación arbitraria entre hombres y mujeres con mismo empleador y con igualdad de remuneraciones, la sala cuna universal y gratuita para nuestros hijos e hijas desde los 85 días de nacidos, que viene a ser una conciliación constitucional de las mujeres entre el trabajo y la familia, sobre todo hoy cuando son las mujeres las que tienen mayormente la responsabilidad del cuidado de nuestros hijos e hijas”.
“Creo que las mujeres tienen que leer este texto con el cual se van a sentir muy representadas”, agrega.
María Pardo: “Este texto pone un tope máximo de avances a los que podemos aspirar las mujeres”
La consejera de Convergencia Social, el partido del presidente Gabriel Boric, considera que la propuesta “pone un techo, un tope máximo de avances al que podemos aspirar las mujeres. El texto “nos dice que solo puede haber paridad de entrada, que los cuidados son un principio y no un derecho y no se atreve a pasar más allá. Nos dice que la igualdad salarial queda de la misma manera en que ya está en el Código del Trabajo y que ha sido inefectiva”, enumera. La abogada reclama que “la mayoría” de las normas que incluye vienen con letra chica.
El problema, remarca, no solo son las normas que hablan de las mujeres expresamente: “La constitucionalización del sistema de las AFP (de capitalización individual de los fondos de pensiones), afecta mayoritariamente a las mujeres que son quienes se jubilan con pensiones más bajas, porque tiene más lagunas y viven más. Entonces creo que las mujeres son sabias y se dan cuenta que tienen razón de desconfiar de los republicanos”.
Gloria Hutt: “Este es uno de los avances más importantes que me ha tocado ver”
Para la consejera y presidenta del partido de derecha liberal Evópoli, esta Constitución “implica una enorme ganancia en reconocimiento de los derechos de las mujeres y en la apertura de oportunidades”. Menciona “la paridad de salida y entrada en las elecciones parlamentarias, o el reconocimiento de la corresponsabilidad, la sala cuna universal, la obligación del Estado de promover condiciones de igualdad en todos los ámbitos de la vida nacional y la obligación de pagar lo mismo por el mismo trabajo con el mismo empleador a hombres y mujeres”. “Es una cantidad de cosas nuevas que no teníamos en la otra Constitución”. Y agrega: “Creo que este es de los avances más importantes que me ha tocado ver en todos los años que llevo ejerciendo la carrera y estando en el mundo público”.
Sobre las críticas del oficialismo, dice que “cuando alguien quiere criticar todo le sirve, pero hay que preguntarle a las mujeres que no tienen ahora el beneficio y lo van a tener si opinan que es una pérdida de derechos”. Asimismo, aclara que, a su juicio, la ley de despenalización de la intervención del embarazo en tres causales no está en riesgo. Y recuerda que sí lo estaba cuando se quería incluir la frase “todo ser humano es persona”, por la cual ella se abstuvo de votar.
Karen Araya: “Esta es una Constitución que marca muchos retrocesos”
La consejera del Partido Comunista considera que “este proyecto pone el peligro la ley de aborto en tres causales y a nosotros eso nos parece que es un riesgo para Chile”, plantea. Y agrega: “Creemos que es una aberración que se les obligue a continuar su embarazo a niñas que han resultado embarazadas producto de una violación, por ejemplo”.
Araya también carga contra la objeción de conciencia, que la derecha dura quería consagrar institucionalmente, pero que finalmente quedó estipulada así: “El derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión comprende, además, la objeción de conciencia, la que se ejercerá de conformidad a la ley”. “Ni a mi ni a mi sector nos gusta la Constitución actual, pero no queremos cambiarla por cualquiera. Y esta es una Constitución que consagra los abusos, pero además es una Constitución que marca muchos retrocesos, especialmente para las mujeres”, analiza Araya.
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