La OCDE da un espaldarazo a la reforma tributaria de Boric en un complejo panorama económico
El organismo califica el plan para recaudar 4 puntos del PIB en cuatro años como “ambicioso, pero factible”, pero alerta del estancamiento de la productividad en el país sudamericano
El Congreso chileno discute estos días la reforma tributaria con la que el Gobierno de Gabriel Boric pretende financiar la mitad de un programa enfocado en el avance de los derechos sociales. La iniciativa busca recaudar un 4,1% del PIB en cuatro años, unos 12.000 millones de dólares. En la antesala de su votación en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados fijada para la próxima semana, la Administración recibió un espaldarazo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Mathias Cormann, secretario general del organismo, viajó este viernes desde Nueva York a Santiago por dos horas y media -iban a ser eran cinco, pero se retrasó el vuelo- para decir que el aumento de los ingresos públicos de la reforma es “ambicioso, pero factible”.
Cormann respaldó el plan de la Administración de Boric en el marco del lanzamiento del Estudio Económico de Chile 2022 en el Palacio Pereira, ubicado en el centro de la capital. El informe celebra la recuperación económica del país sudamericano tras la pandemia gracias a “un apoyo de políticas excepcionalmente fuerte”, pero da cuenta del complejo escenario que se avecina en el corto plazo. Una desaceleración del crecimiento: 1,9% para 2022 -medio punto porcentual por sobre lo estimado en junio-, pero recesión en 2023, con caída del 0,5% del PIB. También una inflación que ha aumentado hasta el 14,1% en agosto -su mayor alza en tres décadas, superado solo por Venezuela y Argentina- y cuya proyección supera la meta del Banco Central hasta comienzos de 2024.
A este panorama hay que sumarle otros hallazgos del informe como una productividad estancada, un empleo informal que afecta a más de un cuarto de la población, una desigualdad de ingresos alta y una regla fiscal que no ha logrado frenar el aumento de la deuda pública.
“Los ingresos tributarios de sólo el 21% del PIB son insuficientes para satisfacer las crecientes demandas sociales, preservando al mismo tiempo la inversión pública necesaria en infraestructura, educación y salud”, apunta el informe. Consultado sobre este tema en un punto de prensa, Cormann sostuvo que la recaudación fiscal general del Gobierno de Chile “es muy baja, no solo según los estándares de la OCDE, también es muy baja para América Latina”, y agregó que “un porcentaje sorprendentemente bajo” realmente paga impuestos sobre la renta (el 20%), lo que permite tener “un margen significativo para moverse”. “Aumentar los ingresos públicos en 4 puntos del PIB, como lo planean las autoridades, es ambicioso pero es factible a través de una reforma tributaria integral”, puntualizó.
Isabell Koske, subdirectora del Departamento Económico de la OCDE, una de las autoras del informe y quien lo presentó ante varias autoridades, aseguró a este periódico que lo más relevante es considerar los incentivos a las empresas para que fortalezcan la formalización del empleo “En las reformas que ahora se planean sobre el sistema de protección social es importante tener en cuenta que las empresas tengan incentivos para formalizarse debido a que los costos son muy altos, especialmente para los trabajadores con salarios bajos. Esto reduce increíblemente los incentivos de las empresas para crear empleos formales”, señaló.
En el ámbito de la sustentabilidad, el informe destaca que Chile está logrando “significativos avances” en materia de energía sostenible, con fuentes renovables que actualmente representan el 47% de la generación de electricidad, debido a que la energía solar y la eólica han ganado importancia”. El país sudamericano tiene “un potencial muy alto” en generación de energía renovable, “superando con creces las necesidades internas”, remarca el documento.
Control de la inflación
Entre las recomendaciones que hace la OCDE figuran mantener una política monetaria restrictiva para asegurar el retorno de la inflación a la meta, asegurar que parte de las futuras contribuciones a pensiones se ahorren y se inviertan en los mercados de capitales, reducir barreras reglamentarias y gastar más en investigación e innovación para fortalecer la productividad y la competencia, entre otras. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien expuso en el acto también a su regreso de Nueva York, aseguró que de las 19 recomendaciones del organismo el Gobierno de Boric ya trabaja en 14.
El ministro destacó que el informe “es particularmente útil” para analizar la reforma tributaria no solo como una cuestión de impuestos, sino que también con el destino de la recaudación que esos impuestos van a generar. Marcel reconoció que la economía política del proceso “es desafiante” porque, según la trayectoria de políticas públicas, las personas, particularmente de los sectores medios, “tienen derecho a desconfiar de hasta dónde esos beneficios les van a llegar”. Por eso cree que es importante que ese sector vea cómo van siendo incorporados plenamente a los sistemas de protección social y en la medida que eso vaya ocurriendo “será más fácil la discusión” para ampliar la base de contribuyentes.
Respecto al paso siguiente una vez que se voté la reforma tributaria en la Comisión de Hacienda, el ministro sostuvo que “con las indicaciones incorporadas ya va a tener algunos ajustes importantes, recogiendo muchas de las observaciones y sugerencias que se nos han hecho en el proceso legislativo, y en todas las otras instancias en que hemos estado discutiendo sobre esta materia”.
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