Torra aviva el enfrentamiento ante la cercanía del juicio por el 1-O

La estrategia del 'president' hace prever un otoño caliente en el primer aniversario de la fallida declaración de independencia

Torra en los actos de conmemoracion del 17-A, en Ripoll.Toni Ferragut

El calendario político en Cataluña tendrá este otoño al menos ocho fechas marcadas en rojo. La forma en la que el independentismo alinee esos puntos (entre los que están la Diada, el 1-O, la fundación del partido de Carles Puigdemont, el juicio a los exconsejeros o la posibilidad de adelantar las elecciones) pondrá a prueba los límites de la voluntad de diálogo del Gobierno de Pedro Sánchez, que es consciente de la escalada en la tensión. El separatismo, con ...

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El calendario político en Cataluña tendrá este otoño al menos ocho fechas marcadas en rojo. La forma en la que el independentismo alinee esos puntos (entre los que están la Diada, el 1-O, la fundación del partido de Carles Puigdemont, el juicio a los exconsejeros o la posibilidad de adelantar las elecciones) pondrá a prueba los límites de la voluntad de diálogo del Gobierno de Pedro Sánchez, que es consciente de la escalada en la tensión. El separatismo, con el president Quim Torra a la cabeza, se ha reinstalado en el enfrentamiento en sus últimas intervenciones.

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El desenlace de los actos por el primer aniversario de los atentados en Barcelona y Cambrils marcaron las posiciones desde las que parten el Gobierno, la Generalitat y el independentismo para afrontar lo que nadie duda que será un “otoño caliente”. Tras el pacto no escrito de intentar dar una imagen de normalidad en el acto de Barcelona, el secesionismo mostró frente a la prisión de Lledoners que la apuesta por la confrontación con el Estado va en aumento para lograr la liberación de los políticos independentistas presos. El ambiente se ha caldeado en los últimos días por el enfrentamiento con el nuevo activismo antiindependentista, plasmado en la batalla de los lazos amarillos.

Al menos en tres ocasiones, la semana pasada, Torra hizo el mismo llamamiento: “No vamos a defendernos en ese juicio, sino que vamos a acusar al Estado español de haber promovido una causa falsa contra el independentismo”. Es verdad que ya no usa la palabra “atacar”, que pronunció en Lledoners, pero la idea es similar y la repitió el pasado jueves, en la Universitat Catalana d’Estiu, en Prada de Conflent (Francia).

Torra comenzará su curso político con una conferencia el 4 de septiembre. Será “una reflexión abierta y compartida” sobre “el recorrido de Cataluña en los próximos meses y en los próximos años”, según reveló la portavoz del Govern, Elsa Artadi.

El independentismo ha aprendido que ponerse objetivos en el calendario no es una buena estrategia. Y al margen de su denuncia de la “situación de anormalidad en Cataluña y la existencia de presos políticos y exiliados”, Torra no ha enseñado sus cartas sobre los pasos a seguir. Sí ha esbozado una idea, la de “crear momentos” o ventanas de oportunidad, siempre con el apoyo de la calle, para hacer efectiva la independencia.

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El primer termómetro será la manifestación que organizan la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural para la Diada del 11 de septiembre. La idea este año es llenar la avenida Diagonal de Barcelona bajo el lema La Diada de la República y “dar forma al mandato” que según ambas organizaciones se votó masivamente el 1 de octubre, en el referéndum declarado ilegal por el Tribunal Constitucional. Para el aniversario del 1-O, la ANC se decanta por una conmemoración “descentralizada”. El recuerdo de las cargas policiales en los colegios, entre otros intentos del Gobierno central para impedir la votación, tienen una fuerza simbólica que el independentismo no desaprovechará. Torra nunca deja de reivindicar aquella votación como su resultado.

El próximo 1 de octubre, además, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, los líderes de Òmnium y la ANC, respectivamente, cumplirán 350 días en prisión preventiva. Las figuras de los presos y de los que huyeron para no responder ante la justicia española tomará más relevancia cuando comience el juicio, todavía sin fecha. En septiembre, el Tribunal Supremo debe responder sobre las recusaciones a cinco jueces, debe formarse la sala, están pendientes los recursos que dejó el instructor y que las partes (todas las defensas, la acusación popular de Vox y la Fiscalía) presenten sus escritos de calificación. Esto puede tardar semanas, pero la clave estará en los delitos por los que acuse la Fiscalía. Pese a las críticas de los independentistas sobre la falta de independencia de la justicia, el Govern espera “un gesto” de Sánchez respecto a la actitud del Ministerio Público.

Presos y referéndum ilegal

El Govern no ha dejado de reivindicar a los presos y el mandato del referéndum ilegal, pero los decibelios de estas reivindicaciones han ido subiendo en los últimos días. Desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez ven con inquietud cómo se presenta el otoño y cómo la situación debilita aún más su estabilidad parlamentaria, ante la necesidad de los apoyos del PDeCAT y de ERC. En teoría, Torra y Sánchez se verán en Barcelona próximamente y los grupos de trabajo que dependen de la Comisión Bilateral Gobierno-Generalitat comenzarán a negociar. Torra ya anunció que en este segundo encuentro quiere ir más allá y recibir respuestas sobre cómo culminar “el derecho de autodeterminación”. Desde La Moncloa no se mueven de la idea inicial: que ya sabe la respuesta.

En otoño también se ha de resolver la transformación en instrumento político de la Crida Nacional per la República, la formación que promueven Puigdemont y Torra. Se trata de un movimiento con el que el expresident quiere hacerse con la hegemonía del independentismo, a costa de ERC, y lograr una voz unánime en su estrategia de enfrentamiento con el Estado. El nuevo partido debe perfilar este año su futuro electoral, comenzando por la alcaldía de Barcelona, un altavoz necesario para su causa.

El 27 de octubre se activa el botón electoral

A partir del día 27 de octubre, Torra puede utilizar su potestad para convocar nuevas elecciones autonómicas. Es Un botón nuclear que el president ha amenazado con activar si no hay Presupuestos aprobados, una idea que no comparte ERC. Lo cierto es que antes del 29 de septiembre, según la vicepresidencia económica, los departamentos tienen que enviar sus anteproyectos para iniciar la tramitación presupuestaria. La CUP, necesaria para conformar la mayoría, ya ha dicho que no cuenten con sus votos.

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