Carmena aparta a Mato de las negociaciones con Hacienda

El Ayuntamiento de Madrid puede enfrentarse a medidas coercitivas para que cumpla con la Ley de Estabilidad

Sánchez Mato habla en el pleno del día 16 en presencia de Carmena.Víctor Sainz

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha apartado a su concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, de las relaciones institucionales con el departamento dirigido por Cristóbal Montoro. La semana pasada la regidora acudió a una cita oficial con Hacienda para defender el plan de ajuste municipal, pero no fue acompañada por el delegado de Economía. Esta ausencia es relevante porque era el último encuentro útil para evitar la aplicación de medidas coercitivas ante el rechazo del plan de ajuste económico municipal. ...

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La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha apartado a su concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, de las relaciones institucionales con el departamento dirigido por Cristóbal Montoro. La semana pasada la regidora acudió a una cita oficial con Hacienda para defender el plan de ajuste municipal, pero no fue acompañada por el delegado de Economía. Esta ausencia es relevante porque era el último encuentro útil para evitar la aplicación de medidas coercitivas ante el rechazo del plan de ajuste económico municipal. El concejal, por su parte, niega la existencia de tensiones con la regidora.

A la última reunión con Hacienda, final del plazo para defender el planteamiento financiero del Ayuntamiento, solo acudió la alcaldesa, acompañada por la interventora municipal. En dicho encuentro, la regidora intentó explicar la validez de su planteamiento económico a los técnicos ministeriales y evitar la aplicación de posibles medidas coercitivas para reconducir el gasto del Consistorio.

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En los dos últimos ejercicios, el ejecutivo de Ahora Madrid se excedió en el gasto en 17 y 234 millones (en 2015 y 2016, respectivamente). Este ejercicio, según las previsiones de Hacienda, el gobierno municipal incumpliría el gasto permitido en otros 230 millones. Por ello, podría incurrir en sanciones contempladas en la Ley de Estabilidad, como la retención de créditos o el posible envío de “expertos” ministeriales para tomar el control de la política económica municipal.

Fuentes municipales revelan que el delegado no acudió debido a las relaciones cada vez más frías y “complicadas” entre la regidora y su responsable económico. Un distanciamiento fruto de la suma de desencuentros. Sobre Sánchez Mato pesan algunas decisiones que, en su momento, han dificultado las relaciones con Hacienda, y que según estas fuentes siguen complicando la búsqueda de un acuerdo con el Ministerio. En primer lugar, un pulso con Montoro sobre la interpretación —y la misma aplicación— del techo de gasto, cuya estrategia la alcaldesa nunca compartió.

Medidas coercitivas

Exceso de gasto. El ministerio de Hacienda calcula que el Ayuntamiento de Madrid se gastará este año 238 millones más de lo que permite la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Advierte de que el incumplimiento del techo de gasto ascenderá a 243 millones en 2018 y critica que el Ayuntamiento elaborara sus datos utilizando parámetros erróneos. Entre 2015 y 2016 el Consistorio también infringió la Ley de Estabilidad.

Posición municipal. El Ayuntamiento defiende que su estimación cumple con el techo de gasto. Ahora Madrid sostiene que para elaborar sus estimaciones usaron parámetros fijados por el propio ministerio y se muestran "sorprendido" ante el rechazo de Hacienda.

Penalizaciones previstas. La Ley de Estabilidad Presupuestaria contempla medidas coercitivas para obligar a las corporaciones locales a cumplir con la normativa. Estas medidas van desde la retención de créditos hasta el envío de técnicos ministeriales, que pueden tomar el control directo de la política económica de la corporación.

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La regidora tampoco compartió del todo la compra de un edificio por 103 millones de euros en la calle de Alcalá que disparó el gasto. Esa adquisición se ejecutó a finales de 2016 a través de una operación hecha contrarreloj que, según la oposición, sirvió para “maquillar” los índices de ejecución de las inversiones. Finalmente, en el verano de este año, trascendió que la alcaldesa trasladó a la interventora municipal la redacción casi integral del plan de ajuste que se ha presentado a Hacienda, mientras que su mano derecha, Marta Higueras, se encargó de la negociación con los partidos de la oposición (PSOE, PP y Ciudadanos).

En el equipo de Mato niegan la existencia de dificultades internas: “Carlos y Manuela tienen una relación perfectamente normal y fluida y hablan de este [los contactos con Hacienda] y otros asuntos importantes con mucha frecuencia, como no puede ser de otro modo”. “No hay nada extraño”, insiste una portavoz del concejal, que remarca que su ausencia en la reunión con Hacienda estaba “hablada y coordinada”. “Hablaron el jueves, durante la junta de gobierno y por la tarde. Y volvieron a estar en contacto el viernes”, añade, aunque no detalla posibles dificultades de agenda para no acudir a la reunión.

Sánchez Mato fue, por otro lado, quien defendió el plan económico y financiero del Ayuntamiento en el propio pleno municipal. Entonces, los partidos de la oposición, PSOE, PP y Ciudadanos, decidieron abstenerse para no evitar un peligroso impasse en las relaciones con Hacienda. Pero remarcaron los “errores” en la gestión del asunto por parte del equipo del gobierno municipal. Incluso los socialistas, socios de investidura de Carmena, afirmaron “no estar contentos con la forma en la que ha actuado el gobierno [de Ahora Madrid]”. Hablaron, en concreto, de “falta de previsión” por parte del concejal de Economía.

Los problemas de las cuentas del Ayuntamiento no son baladíes. El ministerio de Hacienda dejó claro en su última misiva que no estaba dispuesto a aceptar otro incumplimiento (el tercero) del techo de gasto. Por ello, advirtió de que podría aplicar medidas coercitivas previstas en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, una norma recogida tras el pacto fiscal europeo de 2012 con el objetivo de ajustar el gasto de las corporaciones locales a la economía española. No obstante, el equipo de Carmena está convencido de que su plan cumple con la normativa y remarca el esfuerzo de redactar un documento con recortes en servicios sociales por 127 millones. Asimismo, defienden la solvencia económica de la corporación, con un superávit de más de 1.000 millones y un ritmo elevado de amortización de la deuda.

Hacienda no comparte esta lectura. El último plan de ajuste redactado ya casi sin la complicidad de Mato toma como parámetro un año en el que el Ayuntamiento incumplió el techo de gasto. Se trata de “premisas erróneas”, destaca Hacienda en su carta enviada al Consistorio, en la que exige una corrección presupuestaria cuanto antes. Por su parte, la oposición teme que los efectos negativos de la política financiera de Ahora Madrid se prolonguen más allá del 2018. Es decir, que de no corregirse ya este año, será el próximo gobierno local quien deberá ajustar las cuentas públicas de los planteamientos de Ahora Madrid.

Del Open de Tenis al apoyo a la mesa del Parlament

El concejal de Economía del gobierno de Carmena ha protagonizado algunos de los momentos políticamente más cuestionados en estos dos años de gobierno de Ahora Madrid. Carlos Sánchez Mato, considerado uno de los exponentes del ala radical del gobierno local, llegó a criticar algunas decisiones de su propio ejecutivo. Así fue, por ejemplo, con el caso de los titiriteros o el desalojo del Patio Maravillas.

También la denuncia del Open de Tenis no obtuvo el respaldo de Carmena, que la calificó de "error". Tras una querella del PP, Mato y la concejal Celia Mayer han sido citados por un posible caso de prevaricación y malversación vinculado a esa denuncia. Ambos ediles fueron reprobados por el pleno de Madrid.

El pasado jueves, el mismo día de la reunión de Carmena con los representantes de Hacienda, Mato protagonizó otro hecho polémico. Apoyó a las puertas del Tribunal Supremo a un miembro de la mesa del Parlamente catalán investigado por un presunto caso de sedición, rebelión y prevaricación por la declaración unilateral de independencia en Cataluña. Ese día tuiteó: "Defender el diálogo y la democracia no es delito: en las puertas del Supremo acompañando a mi compañero Joan Nuet".

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