Novelas que han salvado vidas

El escritor Ángel Gil Cheza transforma 2.000 libros para destruir en ayuda para una ONG

El escritor Ángel Gil ChezaXavi Prats

“Cuando supimos que por motivos de almacenaje iban a ser destruidos 2000 ejemplares de mi novela,  El hombre que arreglaba las bicicletas, comenzamos a buscar la forma de convertirlos en ayuda a los refugiados”. Esta reflexión es la que motivó al escritor Ángel Gil Cheza a emprender la campaña. El autor y su pareja, Lluïsa, se propusieron distribuir con medios domésticos los ejemplares.

Los libros no tendrían coste para los lectores pero llevarían un adhesivo que animaba a realizar una aportación económica a la ONG ...

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“Cuando supimos que por motivos de almacenaje iban a ser destruidos 2000 ejemplares de mi novela,  El hombre que arreglaba las bicicletas, comenzamos a buscar la forma de convertirlos en ayuda a los refugiados”. Esta reflexión es la que motivó al escritor Ángel Gil Cheza a emprender la campaña. El autor y su pareja, Lluïsa, se propusieron distribuir con medios domésticos los ejemplares.

Los libros no tendrían coste para los lectores pero llevarían un adhesivo que animaba a realizar una aportación económica a la ONG Proactiva Open Arms. Planificaron la campaña a medio plazo. Empezaron hace dos semanas. En cinco días se quedaron sin libros. Gil Cheza movilizó a sus amigos para conseguir los medios con los que llevar los libros a su casa. La editorial no le puso ningún problema, pero no podía costear el envío. Un amigo le dejó la furgoneta para trasladar los libros desde Barcelona a Vila-real. 60 cajas y 800 kilos de peso.

La fotografía de cuatro niños muertos en la playa fue el detonante. Un grupo de socorristas de Badalona viajó por sus propios medios hasta las costas griegas para auxiliar a los refugiados que arribaban desde Turquía en su desesperada huida de la guerra y la muerte. Era septiembre de 2015.

Ángel y Lluïsa conocían la actividad de los socorristas y con la llegada de los libros a su casa decidieron dónde iría la ayuda. Faltaba el cómo. La idea se materializó en una simple pegatina en la primera página de la novela que informa al lector de por qué ese ejemplar no le ha costado ni un euro y le facilita los canales para hacer una aportación a la ONG.

El libro ha llegado a muchos puntos en el otro extremo del litoral mediterráneo; desde Castellón y Valencia hasta Barcelona. Pero también se han distribuido en Vitoria, Zaragoza y Madrid. El escritor asegura que todo se debe a las personas. “Pedía un coche para llevar unos libros y en cinco minutos tenía a alguien que se ofrecía en la puerta de casa. Ha sido una locura. Hasta Barcelona habrán llegado por lo menos seis cajas”, declara. “No he podido escoger el libro, pero es el más indicado porque es una oda a la amistad, que es el fundamento de la campaña; que ha sido una ola expansiva de energía que ha salido de nuestro entorno más cercano”, destaca el escritor.

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