sanidad

Osakidetza recurre a donantes de órganos cada vez más mayores

Los transplantes intervivos aumentan en la red sanitaria vasca

El coordinador de Trasplantes de Euskadi, Joseba Aranzabal, a la derecha, y el parlamentario Carmelo Barrio este lunes en el Parlamento. L. RICO

Osakidetza recurre cada vez a donantes de órganos de mayor edad y a los trasplantes entre personas vivas para compensar la brusca caída de la mortalidad por accidentes de tráfico. La consecuencia es que la edad media del donante ha pasado en tres décadas de 39 a 61 años.

Estas dos alternativas, junto el incremento del número de donantes registrados y la caída de las negativas familiares, está permitiendo mantener y aumentar las tasas de trasplantes durante los ...

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Osakidetza recurre cada vez a donantes de órganos de mayor edad y a los trasplantes entre personas vivas para compensar la brusca caída de la mortalidad por accidentes de tráfico. La consecuencia es que la edad media del donante ha pasado en tres décadas de 39 a 61 años.

Estas dos alternativas, junto el incremento del número de donantes registrados y la caída de las negativas familiares, está permitiendo mantener y aumentar las tasas de trasplantes durante los últimos años. Un dato significativo: sólo el 10% de las familias se oponen actualmente a la donación de órganos cuando este porcentaje era en 1986 del 33%.

El coordinador de Trasplantes de Euskadi, Joseba Aranzabal, ofreció este lunes estos datos en su comparecencia ante la Comisión de Sanidad del Parlamento Vasco. Aranzabal realizó un balance positivo de los resultados del programa de trasplantes durante 2014 y subrayó que Euskadi destaca entre las primeras comunidades autonómicas con mejores números en todos los tipos de trasplantes.

Aranzabal hizo hincapié en los cambios habidos desde la puesta en marcha del programa en la década de los ochenta y destacó el aumento progreso de la edad media de los donantes y receptores. Este hecho se explica por la necesidad de recurrir a los órganos de personas mayores que antes "ni se consideraban" ante la brusca caída de los donantes muertos en accidentes de tráfico.

Una noticia buena, la menor mortalidad en las carreteras, provoca un descenso del número de jóvenes fallecidos susceptibles de donar y ello obliga a las autoridades sanitarias a tomar en consideración los fallecidos de más edad. "Antes cuando los profesionales sanitarios veían a una persona de 80 años que fallecía por hemorragia cerebral no lo consideraban como donante, pero ahora sí".

Solo el 10% de las familias se niegan a las donanciones 
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"Tenemos que seguir concienciando a la población en general y los profesionales sanitarios que no hay límite de edad para la donación, lo que hay que hacer es una evaluación estricta del donante y del órgano", añadió Aranzabal.

La edad media del donante fallecido ha ido subiendo poco a poco y un tercio supera en estos momentos los 60 años y un 20% tiene más de setenta años. Osakidetza trasplantó por ejemplo el año pasado dos riñones procedentes de personas con una edad superior a los 85 años y también un hígado de una persona que tenían más de 80 años.

El uso cada vez más extendido de la donación de riñones entre vivos, que ya representa uno de cada cuatro trasplantes de este tipo, está contribuyendo también a paliar el descenso de los donantes muertos en accidentes de tráfico. También lo hace la reducción a tasas muy bajas de las familias que se niegan a donar los órganos: si en 1986 el 33% decía que no, este porcentaje es hoy del 10%.

El éxito de ese 10% de negativas se percibe con claridad si se tiene en cuenta que en la UE la tasa es del 25%. El número de trasplantes realizados en Euskadi sobrepasa anualmente la cifra de 200: entre 120 y 150 trasplantes de riñón (30-35 entre vivos), entre 55 y 65 trasplantes de hígado, entre 8 y 12 de corazón y entre 8 y 12 de pulmón. Las listas de espera se mantienen estables y oscilan con esperas de dos años en el caso de un riñón, cuatro meses para un hígado o corazón.

En los casos más graves de corazón, eso sí, el órgano se consigue en menos de 48 horas. La supervivencia de los trasplantados está mejorando con el paso de los años y hoy el 93% de las personas que recibieron un riñón sobreviven a los diez años de la operación.

Desde el comienzo de los programas en Euskadi se ha superado el millar de transplantes hepáticos y los 3.000 de riñón, con resultados similares y en algunos casos mejores que los de los centros más experimentados de Europa. Asimismo, destaca el aumento en 2014 del registro de donantes de médula ósea, con un incremento del 28% en relación al año anterior.

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