El sueño de Pricewaterhouse

La privatización de la alta tecnología emprendida por Feijóo calca un pronóstico que formuló la consultora hace tres años

La privatización de la alta tecnología emprendida por el Gobierno de Feijóo cumple uno de los deseos formulados por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) hace tres años en el documento Diez temas candentes de la Sanidad española para 2012, elaborado en 2011 con la participación, entre otros, de políticos como la actual ministra del PP Ana Pastor, el entonces consejero de Sanidad de Madrid, el popular Javier Fernández Lasquetti, y el exministro socialista Jordi Sevilla, y de empresas con intereses en la sanidad pública como Philips Healthcare, Acciona, Capio o Ribera Salud. “Aunque la tecn...

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La privatización de la alta tecnología emprendida por el Gobierno de Feijóo cumple uno de los deseos formulados por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) hace tres años en el documento Diez temas candentes de la Sanidad española para 2012, elaborado en 2011 con la participación, entre otros, de políticos como la actual ministra del PP Ana Pastor, el entonces consejero de Sanidad de Madrid, el popular Javier Fernández Lasquetti, y el exministro socialista Jordi Sevilla, y de empresas con intereses en la sanidad pública como Philips Healthcare, Acciona, Capio o Ribera Salud. “Aunque la tecnología ha sido excluida de las operaciones de colaboración público-privada (CPP), consideramos que va a constituir un elemento central en la nueva generación de fórmulas CPP. En estas nuevas fórmulas, los fabricantes se convierten en socios tecnológicos que participan en una colaboración basada en el riesgo compartido. Debido a su complejidad, suelen articularse a través de la fórmula de diálogo competitivo”.

Ese mismo año 2011 el PP gallego elevó al Parlamento una propuesta para contratar por diálogo competitivo la renovación de la alta tecnología del Sergas apelando a las “dificultades” presupuestarias para realizar inversiones. El PSdeG mostró su oposición por tratarse de una fórmula de contratación “más opaca” y el BNG consideró que dejar a las empresas decidir la tecnología pone la sanidad pública en manos de la “ética del capitalismo”, que “tiene como único fin ganar dinero a toda costa”. AGE, que en el año 2011 aún no había nacido, expresó la pasada semana su rechazo a la privatización de la alta tecnología porque, entre otras cosas, “favorecerá el gasto en la compra de maquinaria y el incremento de pruebas diagnósticas, como ya se ha demostrado en otros lugares donde estos servicios no son públicos”.

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