‘Sé tú mismo’, de Hua Hsu, unas memorias entre la amistad y la asimilación

Estadounidense de origen taiwanés, el ganador del Pulitzer 2023 Hua Hsu explora el paradigma del inmigrante en esta historia californiana de amigos en la universidad

El escritor estadounidense Hua Hsu, el 24 de junio pasado en Milán.Maria Moratti (GETTY IMAGES)

Sé fiel a quién eres, le decía su mejor amigo al autor de este libro subtitulado “una autobiografía”. Stay true —su título original— sugiere autenticidad en la relación con el mundo y con uno mismo, una búsqueda de la identidad genuina, más allá de la educación y de la genética. ¿Cómo puedes ser tú mismo en el ruedo estadounidense si naciste en un hogar taiwanés? He aquí el leitmotiv de este libro testimonial que sigue la noble tradición americana (recordemos a ...

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Sé fiel a quién eres, le decía su mejor amigo al autor de este libro subtitulado “una autobiografía”. Stay true —su título original— sugiere autenticidad en la relación con el mundo y con uno mismo, una búsqueda de la identidad genuina, más allá de la educación y de la genética. ¿Cómo puedes ser tú mismo en el ruedo estadounidense si naciste en un hogar taiwanés? He aquí el leitmotiv de este libro testimonial que sigue la noble tradición americana (recordemos a Thoreau y a Henry Adams) de escribir sobre la propia experiencia vital en beneficio de los demás. El enredo de la inmigración, los cortocircuitos del “sueño americano”, las contradicciones de una sociedad práctica y dispar en el seno de una libertad plagada de trampas: todo esto ocupa la mente y la acción de Hua Hsu (Illinois, 1977), redactor de The New Yorker y ganador con esta obra del premio Pulitzer 2023.

Lo encontramos en Berkeley al volante, como cualquier californiano. Se ha “matriculado en un mundo de abundancia”. Es hijo de Estados Unidos y está aburrido. Ha heredado de sus padres la seriedad y el tesón, así como la pasión por toda clase de música. Compartir canciones de Nirvana o de los Beach Boys mientras conduce y en los asientos traseros se apiñan sus bulliciosos amigos de la universidad, es lo que más placer le produce. Es parte del esfuerzo “por seguir contentos en unos tiempos sin propósito”. Empieza a ser consciente en Berkeley de que la “integración” de sus padres es selectiva, no en vano llegaron de Taiwan siendo adultos. Eran poco comunicativos, comían lo mismo que en Taipéi, se descalzaban al entrar en casa. “La primera generación piensa en sobrevivir; las siguientes cuentan las historias”.

Hua era de esos alumnos curiosos que se sientan al fondo, observan y pasan desapercibidos. “Todos nos parecemos”, escribe Hua, “hasta que nos damos cuenta de que no es así, y entonces empezamos a sentir que nadie podría parecer más distinto”. El que se cree “diferente” tiene más tensión interior y se inclina hacia un extremo u otro. Pronto las afinidades electivas empiezan a jugar su papel y aparece la amistad. El autor conoce a Ken, un estudiante japonés de segunda generación, desenvuelto y sin traumas, y a él se engancha. Comparten canciones, hallazgos, lecturas. Lo que entienden de Heidegger y de Wittgenstein lo aplican a historias de ciencia ficción. Son los inicios de los noventa y Derrida enseña en Berkeley. “Algunos amigos nos completan, mientras que otros nos complican”. Ken era de los primeros, aunque la complicación es inevitable.

Mientras Hua piensa, juzga y monta escenarios en su mente, su amigo Ken vive, hace y se compromete con la gente

Hua reinventa su identidad gracias a Ken. Con él comprende que en el amigo despertamos “el deseo de conocer más que de ser conocido”. De modo que ambos se convierten en una exótica pareja: “Nos fijábamos en las mismas cosas, apreciábamos los pequeños momentos de belleza y extrañeza de la vida diaria”. Mientras Hua piensa, juzga y monta escenarios en su mente, Ken vive, hace y se compromete con la gente. Esa amistad, que tal vez fuese más intensa para Hua, será truncada por la violenta muerte del japonés. ‘God Only Knows’, de los Beach Boys, suena largo tiempo en los oídos de Hua. Derrida escribió que para adentrarse de veras en el amigo “hay que amar el porvenir”. Y ese futuro lo encontrará Hue en las palabras. Se obsesiona con “la posibilidad de una frase capaz de desandar lo andado”.

Hua Hsu cumple en este libro original y honesto el paradigma del inmigrante, es decir, “agotar todas las posibilidades”. Y lo hace con naturalidad, mostrando el dolor y la confusión que aún laten muchos años después. A veces cae en cierto costumbrismo al intentar “deconstruir neuróticamente el sueño americano”. Si bien el ritmo de la narración de Sé tú mismo tiene algunos altibajos y el duelo se prolonga demasiado, el cuidadoso análisis del contenido íntimo de la amistad y lo que ella alumbra en un mundo infectado de rencillas, tiene verdadera resonancia emocional. Con sus aspectos de intercambio y reciprocidad, de pactos y regalos, de respeto y reconocimiento, la amistad, incluso la póstuma, sigue siendo un país en el que aún se vive con esperanza.

Sé tú mismo

Hua Hsu
Traducción de Rosa Pérez
Navona, 2024
200 páginas. 22 euros

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