‘Austral’, demasiados hilos

La novela de Carlos Fonseca, de escritura cuidadísima y precisa, tiene tantas líneas argumentales que a veces pierde su centro de gravedad

El escritor Carlos Fonseca, en Edimburgo en agosto de 2017.Roberto Ricciuti (Getty Images)

Hoy comentaré una novela que me ha gustado a ratos. En otros, lamentablemente no tanto. Estoy hablando de Austral, del escritor costarricense Carlos Fonseca. La novela quiere llamarnos la atención sobre cuatro cuestiones, tres de ellas reales, históricas; la tercera ficticia y elemento, para mí, vertebral de toda la historia.

Las tres historias reales hacen referencia...

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Hoy comentaré una novela que me ha gustado a ratos. En otros, lamentablemente no tanto. Estoy hablando de Austral, del escritor costarricense Carlos Fonseca. La novela quiere llamarnos la atención sobre cuatro cuestiones, tres de ellas reales, históricas; la tercera ficticia y elemento, para mí, vertebral de toda la historia.

Las tres historias reales hacen referencia a la colonia filonazi que una hermana de Nietzsche fundó, con su marido, en Paraguay, a finales del siglo XIX. La segunda es la sangrienta represión y casi exterminio de la población indígena, hace unas décadas, en Guatemala, por parte del siniestro general Efraín Ríos Montt. Y la tercera, la desaparición de una lengua. La ficticia tiene que ver con un libro inconcluso que la escritora (de origen judío) Aliza Abravanel, estaba escribiendo cuando murió, residiendo en una colonia de artistas, en el norte de Argentina. Estas cuatro líneas argumentales no estarían justificadas, si no fuera porque hay alguien que las vincula mediante un relato escrito en tercera persona. Ese alguien, Julio, es un narrador que curiosamente (y subrayo el adverbio) es presentado por una voz omnisciente, cuando lo más esperable hubiera sido la primera, dado el tono y el contenido con muchos tramos autobiográficos o confesionales.

Hasta aquí todo hubiera funcionado perfectamente para mí. La escritura cuidadísima, precisa, matizada cuando hace falta, atenta siempre a los cambios de tercio de la novela. Pero hay un momento que servidor se pierde con las sorpresivas entradas en escena de personajes que arrastran una biografía y unas experiencias que tenemos que fijar, no sea que al final no sepamos por dónde vamos. Eso, no obstante, no hace mella en el tramo para mí mejor expuesto y justificado narrativamente. Me refiero a la novela inconclusa que Julio intercala en su relato (en tercera persona). Aquí la historia adquiere sentido narrativo, además de esa unidad estructural que estábamos extrañando en el conjunto de la novela. Aquí se narra una aventura personal y a la vez casi moral, la búsqueda de su lugar en el mundo de su narradora y protagonista y también del sentido de una búsqueda casi utópica, sin perder de vista el costado tenebroso que tienen las utopías.

No hablo de una mala novela, ni mucho menos. Sino de una fallida. Sobrada de líneas argumentales, a veces tantas que perdemos su centro de gravedad. Disfruté esta novela hasta que me perdí en itinerarios que me apartaron del crucial, la novela de Aliza Abravanel.

Austral

Autor: Carlos Fonseca.


Editorial: Anagrama, 2022.


Formato: tapa blanda (240 páginas. 18,90 euros) y e-book (11,99 euros).

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