La inflación vuelve a subir en Argentina y da una mala noticia al Gobierno de Milei
El índice inflacionario mensual fue del 4,2% en agosto y llegó al 236,7% interanual. La Administración ultraderechista esperaba una cifra por debajo de los 4 puntos
El dato no fue el que esperaba Javier Milei: la inflación en Argentina fue del 4,2% en el mes de agosto y llegó al 236,7% interanual. Ya son cuatro meses con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) estable en torno a los 4 puntos porcentuales, pese al profundo ajuste aplicado por el Gobierno y la recesión de la actividad económica. En julio se registró el número más bajo desde que Milei es presidente, con 4% de inflación. Antes, había sido del 4,6% en junio y del 4,2% en mayo, lejos del estrepitoso 25,5% con que inauguró su mandato la actual Administración ultraderechista, en diciembre último.
El Gobierno preveía un índice algo inferior a los 4 puntos porcentuales, para seguir mostrando un avance en su lucha contra la inflación —aunque incluso en ese escenario consideraban que sería una baja menor a la deseada—. Las consultoras privadas y el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central también anticipaban una inflación cercana al 3,9%. Pero la realidad fue otra. El informe difundido este miércoles por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) mostró un freno en la desaceleración que se venía registrando y una suba respecto del mes anterior. La inflación acumulada en lo que va de 2024 trepa al 94,8%.
El alza mensual de los precios fue traccionada por el incremento de los alquileres, de las tarifas de servicios básicos y de los combustibles. “La división de mayor aumento en el mes fue vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (7%)”, detalló el informe del Indec.
Otros rubros con incrementos superiores a la media fueron educación y transporte. En el primero, la inflación fue del 6,6% y se debió a los aumentos de las cuotas de instituciones privadas de distintos niveles y tipos de enseñanza. En el segundo, el índice fue del 5,1%, por los aumentos de los boletos de ómnibus urbanos e interurbanos en la zona metropolitana de Buenos Aires, así como de las tarifas de taxis y peajes nacionales.
La división con mayor incidencia inflacionaria en todas las regiones del país –salvo en la zona del Gran Buenos Aires– fue alimentos y bebidas no alcohólicas, cuyos precios subieron un 3,6%. En algunas zonas del país subieron más la carnes y sus derivados, mientras que en otras, las verduras, tubérculos y legumbres. En cambio, en el Gran Buenos Aires, donde se agrupan la capital del país y el populoso conurbano bonaerense, el área con mayor densidad habitacional, la mayor incidencia en el alza de precios la tuvo el rubro del transporte.
Después de las malas noticias de agosto, ahora la apuesta del Ministerio de Economía es conseguir un descenso de la inflación en septiembre. La esperanza de la cartera liderada por Luis Caputo es que impacte en esa dirección la reducción tributaria ya anunciada —baja el llamado impuesto PAIS—. Habrá que ver si esa merma alcanza para compensar los aumentos previstos este mes en las tarifas de servicios públicos, combustibles y servicios privados de salud.
Alimentos y pobreza
Además de informar el IPC mensual, el Indec difundió también este miércoles la evolución del precio de la Canasta Básica Total (CBT), es decir, de la cantidad mínima de alimentos, ropa y servicios necesarios para no caer debajo de la línea de la pobreza. De acuerdo con el informe oficial, la CBT aumentó un 4,4% en agosto y llegó a costar 939.886 pesos (unos 980 dólares, al cambio oficial) para una pareja con dos hijos menores.
La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que incluye solo la comida necesaria para vivir, se incrementó en un 3,9% y costó 421.473 pesos para ese mismo grupo familiar. Quienes no llegan a esa cifra mensual, son considerados indigentes.
Mientras se esperan para fin de mes los nuevos datos oficiales sobre los niveles de pobreza en el país, la semana pasada el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina estimó que la pobreza alcanzó al 52% de la población y la indigencia, al 17,9%. A fin de 2023, el Indec había informado que había un 41,7% de pobres y un 11,9% de indigentes.
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