_
_
_
_

Sergio Massa llama a la remontada del peronismo: “Tenemos 60 días para dar la vuelta”

El ministro de Economía se compromete a que “el próximo Gobierno no sea solamente de unidad de una coalición, sino de unidad nacional”

Sergio Massa, actual ministro de Economía y candidato del peronismo a la presidencia, este domingo.Foto: MARIANA NEDELCU (REUTERS) | Vídeo: AP

El peronismo ha registrado el peor resultado de los últimos años en las elecciones primarias que se han celebrado este domingo en Argentina. Los datos oficiales con el 95% escrutado le dan a la alianza Unión por la Patria el 27,16% de los votos: 21,34% para Sergio Massa, actual ministro de Economía, y 5,83% para el dirigente social Juan Grabois. Sobre la medianoche, algunos de los principales referentes de la alianza salieron juntos a escenificar la unidad en torno a Massa, el candidato a presidente que los representará en octubre. “El esfuerzo empieza mañana de vuelta, 60 días para dar la vuelta, para ganarles a aquellos que convocando desde el odio hoy construyeron un principio de nueva mayoría”, ha dicho Massa desde el escenario.

“Hoy empieza una elección que tiene en esta noche el final del primer tiempo, nos queda el segundo tiempo, el alargue y los penales, vamos a seguir peleando hasta el último minuto”, ha arengado Massa, que expuso así la posibilidad de llegar a un balotaje tras el 22 de octubre. “Vamos a dejar hasta nuestra última gota de transpiración para ganar en octubre, para ganar en noviembre y para seguir siendo Gobierno en Argentina”. “Empiezan semanas trascendentes en la Argentina. Empieza a discutirse que país vamos a construir los próximo años”, ha continuado.

Las elecciones primarias suponen una antesala de lo que se puede esperar en los comicios generales de octubre. Los resultados de esta noche han ubicado como el candidato más votado a un candidato procedente de la antipolítica. El economista de extrema derecha Javier Milei consiguió ser el más votado con el 30,2% de los votos y Patricia Bullrich (17%) ganó la interna con Horacio Rodríguez Larreta (11,2%). Tras conocerse los resultados, Massa llamó a construir “una nueva mayoría”: “Comprometernos a que el próximo Gobierno no sea solamente de unidad de una coalición, sino de unidad nacional”.

Los dirigentes en el escenario han respaldado esa idea de unidad. Su oponente en la interna, el dirigente social Juan Grabois, que este domingo esperó los resultados en un anfiteatro del barrio porteño de La Boca, apareció a última hora en el búnker de Massa y manifestó su “apoyo a la fórmula vencedora de Unión por la Patria”. Después, le entregó a Massa un cuadernillo anillado con su “plan de Gobierno” para que lo integre. El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que se presenta a la reelección y fue el candidato con más votos en el principal distrito de Argentina, también felicitó a Massa y afirmó que es “el mejor presidente que tendrá el pueblo argentino en las urnas en octubre”. Los ausentes de la noche han sido el presidente, Alberto Fernández, que siguió la jornada electoral desde la residencia presidencial, en Olivos, y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, que votó en la ciudad de Río Gallegos, en el sur de Argentina. Los dos mantuvieron distancia en la recta final antes de las primarias de este domingo.

El peronismo en el Gobierno apostó por Massa después de que Fernández, con una imagen negativa del superara el 70%, y Kirchner anunciaran que no serían candidatos. La designación de Massa supuso un riesgo porque en su gestión al frente de la cartera de economía la inflación ha superado el 115% interanual y el peso argentino se ha desplomado hasta niveles récord. Por su historial –Massa estuvo enfrentado a la vicepresidenta Cristina Kirchner, una de las principales referentes del peronismo–, también tuvo resistencia de parte de la militancia.

La prensa no tuvo acceso esta noche al búnker donde Massa y su equipo esperaron los resultados. A lo largo de la noche, algunos dirigentes se acercaron a una carpa en el exterior para hacer apariciones fugaces. Desde antes que se conocieran los resultados oficiales, los dirigentes peronistas que hablaron a la prensa ya habían mostrado cautela. Todos repetían la misma forma muy cuidadosa de entrar a la carpa: corrían el hule blanco de la carpa, se sentaban en la única silla y hablaban en el único micrófono. Lanzaban un mensaje breve y no aceptaban preguntas.

El embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli, ya había adelantado que habría que “ampliar” la “unidad” a partir del día siguiente, pero no explicó a qué se refería. “Estamos en un escrutinio lento”, había avisado antes de las ocho de la noche la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, que se animó a decir el resultado era “bueno” aunque había que ser “muy prudentes”. La jornada electoral había sufrido demoras debido a los problemas en las máquinas de voto electrónico en la ciudad de Buenos Aires. Después, Julián Domínguez avisó que los resultados “probablemente” serían “ajustados”.

Además del búnker y de la carpa para la prensa había afuera un escenario que daba a la calle. La estructura, contó una de las personas que estaba encargada de la organización, estaba allí pero no era seguro que se fuera a usar. Dependía del resultado de una de las elecciones más inciertas de los últimos años. El último promedio de las encuestas auguraba a Unión por la Patria el 29,4% (a Massa el 23,8% y a Grabois el 5,6%); a Juntos por el Cambio el 33,1% y a La Libertad Avanza, el partido liderado por el ultraderechista Javier Milei, el 19,2%. Massa no subió a ese escenario esta noche. Tiene 60 días para conquistar al electorado.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_