Condenado a 14 años de cárcel por corrupción el expresidente peruano Martín Vizcarra
El juzgado lo halló culpable de haberle cobrado 680.000 dólares a dos constructoras para favorecerlas con adjudicaciones


Martín Vizcarra, el expresidente que llegó a gozar de un 80% de aprobación, seguirá la ruta de casi todos los hombres que han ostentado el poder en Perú en los últimos 40 años: la cárcel. El Poder Judicial lo ha condenado este miércoles a 14 años de prisión por haber recibido 2,3 millones de soles (680.000 dólares) en sobornos de parte de dos constructoras (Obrainsa e ICCGSA) a cambio de favorecerlas en la adjudicación de los proyectos Lomas de Ilo y la remodelación del Hospital de Moquegua cuando era gobernador de esa región, ubicada en el sur del país.
Según la Fiscalía, el pacto de corrupción se gestó en el 2013. La revelación de este caso fue el detonante para que Vizcarra fuera vacado por incapacidad moral permanente en noviembre de 2020 tras 32 meses de mandato. Vizcarra había relevado al economista Pedro Pablo Kuczynski y obtuvo un pico de popularidad en 2019 al disolver el Congreso, pero luego su reputación se fue en caída libre por haber protagonizado el tráfico de vacunas más grande del continente durante la pandemia. Se vacunó en secreto y permitió que casi 500 personas de las esferas más acomodadas también lo hicieran, mientras Perú encabezaba la tasa más alta de muertes por coronavirus en el mundo.
El Vacunagate lo hizo tambalear, pero fueron los sobornos los que determinaron su caída. Durante los cinco años que duró la investigación, exdirectivos del consorcio Obrainsa confesaron que le pagaron un millón de soles (casi 300.000 dólares) a Vizcarra para ganar la adjudicación de Lomas de Ilo, un ambicioso proyecto de irrigación. A su vez, altos funcionarios de la empresa Ingenieros Civiles y Contratistas Generales S.A (ICCGSA) se sometieron a un proceso de colaboración eficaz con la justicia y también reconocieron haberle desembolsado un millón trescientos mil soles (385.000 dólares) a Vizcarra para obtener la licitación de la ampliación del Hospital de Moquegua.

Durante la lectura de la sentencia, en presencia del exmandatario, el juzgado determinó la “credibilidad y la coherencia” de dichos testimonios. Es más, remarcaron que no se pudo demostrar que existiera algún rasgo de odio o enemistad que les restara confiabilidad. Y que el modus operandi del soborno sí calza conforme a los peritajes realizados por la Policía. Los directivos de Obrainsa relataron que habían entregado la coima en sobres manila en el billete de más alta denominación: 200 soles (59 dólares).
La defensa de Martín Vizcarra ha repetido desde el inicio que esas incriminaciones son falsas y que no existe un video, una fotografía o un audio que acredite que su representado fue beneficiado con un dinero mal habido. El lunes, en una entrevista con el semanario Hildebrandt, el ingeniero civil volvió a negar las imputaciones, y sostuvo que todo se trata de un “pacto mafioso” que busca sacarlo de carrera del escenario político. El Lagarto, como le dicen sus adversarios, pretendía postular como vicepresidente a las elecciones generales de 2026 bajo el paraguas de su hermano Mario Vizcarra, de la agrupación Perú Primero, pero la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) lo excluyó de la contienda por una inhabilitación que pesa sobre él para ocupar públicos.
“Podrán excluirme del proceso, pero no del corazón de los peruanos. No nos van a doblegar”, dijo aquella vez mediante sus redes sociales, un terreno que conoce bien. A Vizcarra se le reconoce su habilidad para capitalizar sus líos con la justicia y en granjearse la simpatía de la juventud en las plataformas digitales. Su popularidad explotó, gracias a pequeños clips y transmisiones en vivo, donde realiza actividades cotidianas. Una fórmula sencilla que otros políticos no supieron ejecutar.

A sus 62 años, Martín Vizcarra ha sido condenado en primera instancia por el delito de cohecho pasivo. Su defensa ha asegurado que apelará. Pero mientras tanto purgará condena en Barbadillo, el insólito penal para expresidentes al este de Lima, en el distrito de Ate. Será compañero de celda de Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Castillo. Hace unos meses estuvo recluido allí, pero fueron apenas unas semanas. Le dictaron prisión preventiva por peligro de fuga. Incluso fue trasladado a una cárcel de reos comunes, pero finalmente el fallo fue revocado. Una antesala de lo que será su vida de ahora en adelante.
Martín Vizcarra es el quinto exmandatario que pasará varias temporadas en Barbadillo. El primero fue Alberto Fujimori. Saldría de la cárcel a los 76 años en el 2039. El ‘Lagarto’ fue el congresista más votado en el 2021, con más de 165 mil votos. Pero, tras ser inhabilitado, tuvo que cederle su curul a un abogado treintañero que estaba esperando su lugar en la banca de suplentes. José Jerí, el hombre que por un efecto mariposa gobierna Perú.
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