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Venezuela
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Venezuela: ¿llegó el final de María Corina Machado?

Es un despropósito atribuir a la dirigente opositora cualquier responsabilidad por cómo se desarrollen los próximos acontecimientos. Sin embargo, hay dudas sobre cómo va a mantener su influencia

Maria Corina Machado
María Corina Machado.Leonardo Fernandez Viloria (REUTERS)

La persecución contra María Corina Machado la dejó fuera de las postulaciones como candidata a las presidenciales en Venezuela. Algunos apuestan a que se desinflará como pasó con sus predecesores, aplastados por el trapiche del autoritarismo; mientras, otros le atribuyen una fuerte influencia en los acontecimientos que están por venir. Su lema de campaña fue " hasta el final”. De manera que, en el ambiente, planean las dudas sobre su próximos pasos.

Machado corrió una maratón de un año para estimular a los electores, organizarlos, y generar expectativas de que el cambio es posible. Recorrió por tierra el país, ya que el Gobierno prohibió que le vendieran pasajes de avión. Arrasó en las primarias opositoras del 22 de octubre de 2023. En diciembre pasado, el Tribunal Supremo de Justicia ratificó una inhabilitación anticonstitucional en su contra por 15 años. En las semanas recientes el Gobierno emitió ordenes para aprehender a seis personas de su primer anillo de apoyo, entre ellas a quien considera su mano derecha. Otros miembros del partido Vente han sido detenidos. Grupos de choque del oficialismo han atacado sus encuentros. Sobre ella pesa la amenaza constante. La gesta le ha valido un apoyo popular que le da una intención de voto superior al 60 por ciento. Se le atribuye el logro de despertar un sentimiento de esperanza. No obstante, gozar del amor popular no es ninguna garantía en Venezuela.

El 22 de marzo, Machado tuvo que presentar una alternativa a su frustrada candidatura. Se trataba de la filósofa Corina Yoris, una mujer de trayectoria impoluta y en pleno goce de facultades para ejercer sus derechos políticos. Tampoco pasó el cedazo que impuso el gobierno chavista.

“El sistema no abre”, " ese nombre no pasa el filtro” , “no, esa candidatura no es potable”. El 21 marzo comenzó el periodo de cinco días para postular candidaturas para las elecciones de 2024. El Consejo Nacional Electoral decidió otorgar “turnos” para que los partidos políticos autorizados inscribieran aspirantes a través de un formato en la internet. Las fuerzas democráticas intentaron ingresar el nombre de Corina Yoris durante horas. El esfuerzo era inútil. No se trataba de un problema técnico.

Frente a la presión porque el plazo general culminaba, nombres iban y venían, pero eran rechazados una y otra vez por una contraparte que no los consideraba viables, relata una fuente que estuvo involucrada con la opositora Plataforma Unitaria.

Entre la noche del lunes santo y la madrugada del martes quedó configurado el cuadro con 13 aspirantes. Todos son hombres. Algunos de ellos con una postura de cavernícola. El nombre del candidato 13 se conoció muchas horas después. Se llama Edmundo González Urrutia, un hombre que goza de prestigio entre sus pares, aunque era desconocido en la esfera mediática. Se le atribuyó la cualidad de “candidato tapa” porque su nominación es temporal. Fue la “concesión” que hizo el gobierno para que la Plataforma mantuviera su casilla.

El Gobierno presionó para que del lado de la Plataforma Unitaria inscribieran al gobernador del Zulia, Manuel Rosales, quien, faltando cinco minutos para las doce se registró por su partido, Un Nuevo Tiempo, uno de los mas influyentes de la Plataforma.

De manera que la unidad ya no está unida.

El martes 26 de marzo, Machado ofreció una rueda de prensa, en la que ratificó su apoyo a Yoris, mientras algunos le exigían que, como gran electora, respaldara a Rosales. Ella tuvo palabras de aliento para sus seguidores y ratificó que seguiría en la ruta electoral. Sin embargo, su camino no está realmente claro.

Para Maryhem Jimenez, estudiosa de los sistemas autoritarios y de las organizaciones de oposición en esos contextos, el reto de las fuerzas democráticas en Venezuela es despersonalizar la opción de cambio y darle un carácter colectivo.

“En un contexto autoritario el Gobierno busca descalificar a una persona para cerrar con ello la vía electoral”, afirma. La académica ha insistido en la creación de una instancia institucional, que saque a la oposición de tendencias políticas mesiánicas. También sugiere que se trabajen narrativas que favorezcan el crecimiento colectivo.

En este sentido, Ana María González Oxford, consultora de campañas electorales, comenta que en realidad en Venezuela la candidatura es el cambio. Recuerda que el 80% del país se pronuncia por esto. A la vez sentencia que lamentablemente Rosales no encaja en ese perfil.

“El Gobierno (la cúpula del PSUV) ha tomado una decisión existencial: no haremos ninguna elección que podamos perder. El único cisne negro que quedaría, de seguir con la tendencia ya totalitaria, es llamar a votar a ultima hora por el mejor posicionado de los potables y asumir las consecuencias de la situación sobrevenida el 28-29 de julio”, me explica un estudioso del chavismo, quien pide no divulgar su nombre.

De la caja de herramientas que tiene el Gobierno de Maduro para incidir en los resultados de este proceso, en esta ocasión echó mano a la división y al terror. Sin embargo, al mostrar a un Poder Electoral totalmente dominado por el Ejecutivo se expuso, una vez más. Por esto, los Gobiernos de Colombia y Brasil, aliados de Maduro, emitieron sendos comunicados en los cuales expresaron su preocupación por el rumbo que ha tomado este proceso electoral.

No solo Machado quedó excluida de la contienda. No hay ninguna candidatura de izquierda opositora a Maduro, porque el Gobierno le arrebató la representación al Partido Comunista de Venezuela.

Con todo este cuadro es un despropósito atribuir a Machado cualquier responsabilidad por cómo se desarrollen los próximos acontecimientos. Sin embargo, hay dudas sobre cómo va a mantener su influencia sin que impacte negativamente en la intención de la ciudadanía de votar o cómo va a preservar uno de sus activos mas valiosos, que es la coherencia, cuando el proceso electoral se va develando cada más viciado.

En sus mas recientes declaraciones cuando le preguntan sobre el futuro, Machado responde: un día a la vez. Dada su trayectoria es posible asegurar que este no es su final, pero tampoco es que tenga retos sencillos. Ella cuenta con un gran capital político. Le toca administrarlo muy bien.

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