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El chavismo prepara su calendario electoral para ganar “por las buenas o por las malas”

El Consejo Nacional Electoral no ha anunciado fechas, pero el Gobierno avanza hacia unas elecciones sin la oposición representada en la Plataforma Unitaria

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ofrece un discurso este domingo en Caracas.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ofrece un discurso este domingo en Caracas.Rayner Pena R (EFE)
Florantonia Singer

El Consejo Nacional Electoral debe fijar la fecha de las elecciones en Venezuela y los pasos para llegar a ellas. El chavismo, por su cuenta, ha iniciado un proceso de consulta pública para definir un cronograma sobre el que algunos sectores aliados han propuesto su día ideal para votar. A la convocatoria de la Asamblea Nacional, dirigida por Jorge Rodríguez, se han apuntado partidos políticos instrumentalizados por el Gobierno como la llamada “oposición moderada”, empresarios y otros sectores afines. La Plataforma Unitaria, unida en la reclamación de que la candidata elegida en las primarias María Corina Machado pueda competir, se ha quedado fuera del debate. Mientras unos lanzan fechas posibles para las elecciones, Nicolás Maduro ha vaticinado que “va a ganar por las buenas o por las malas”, como aseguró el pasado domingo, cuando el chavismo conmemoró 32 años del golpe de Estado fallido de Hugo Chávez contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez.

La ruta electoral que se configuró en Barbados, donde se estableció que unas elecciones presidenciales con garantías deberían ocurrir en el segundo semestre de 2024, podría tener atajos. Se encuentran en la letra pequeña de lo firmado el pasado octubre entre las delegaciones del chavismo y la oposición, que entonces significó un gran avance en la búsqueda de una salida a la crisis política tras casi un año de conversaciones estancadas. La fecha que se escoja puede condicionar otros de los acuerdos como la participación de todos los candidatos inhabilitados, que el chavismo ha interpretado a su conveniencia, lo que ha llevado a Estados Unidos a volver a imponer sanciones a algunos sectores y a amenazar con no renovar las licencias dadas al petróleo y al gas después del 18 de abril.

El Gobierno de Maduro parece firme en su decisión de saltarse la línea sobre la participación de todos los candidatos, como ya ha hecho en otras ocasiones. La oposición, además, había pedido una observación electoral internacional y la actualización del registro de votantes, algo para lo que se requiere tiempo. Pero el chavismo tiene prisa. Los sectores más radicales han hablado de convocar a los comicios en el primer trimestre de 2024, lo que no daría tiempo para casi nada. El presidente del ente comicial, Conrado Pérez Briceño, ha dicho este martes en una entrevista en la televisión local que están preparados para celebrar una elección “en 35 días” si es necesario. Sin embargo, la fecha hacia la que parece inclinarse la tendencia es julio, que entraría, por poco, dentro del segundo semestre de 2024 fijado los acuerdos de Barbados.

Durante la consulta pública, de la que se conformó una comisión que la próxima semana presentará una propuesta al CNE, surgieron varias fechas. El enigmático Luis Ratti, que ya se ha lanzado como candidato electoral y recientemente hizo un amago judicial para apoderarse del nombre y los símbolos de Vente Venezuela, la organización de María Corina Machado, ha lanzado la fecha más cercana: el 14 de abril, cuando se cumplirían 11 años de la elección en la que Maduro llegó al poder, sobrevenida a la muerte de Chávez. Ratti forma parte de los llamados “alacranes”, un sector que se dice opositor al Gobierno pero juega a su favor.

José Brito, también del grupo de “los alacranes”, propuso el 28 de julio, cuando el oficialismo celebra el nacimiento de Chávez. Un sector del partido Acción Democrática, dividido vía judicial, propone el 5 de julio, el Día de la Independencia en Venezuela. Desde otras filas, Daniel Ceballos, uno de los inhabilitados que ha recibido el pase para postularse del Tribunal Supremo de Justicia, dijo que lo mejor sería hacerlas entre mayo y junio. Otro excandidato presidencial y actual diputado, el pastor evangélico Javier Bertucci, que compitió en 2018 contra Maduro en un proceso que no fue reconocido por la comunidad internacional, ha propuesto correr fecha hasta octubre de este año.

En esta consulta, el chavismo está alentando una vez más a la división de la oposición, otra vez atascada por el bloqueo judicial de su candidata. La comunidad internacional y los facilitadores de la negociaciones han insistido en volver a la hoja de ruta de Barbados, que pasa por permitir la participación de todos los candidatos, algo que quedó desechado el 26 de enero cuando el Supremo confirmó la inhabilitación de Machado por 15 años, aunque todavía no ha publicado la sentencia en su totalidad.

Este 2024 electoral se ha vuelto crucial no solo para la oposición en su agotadora lucha por un cambio de Gobierno tras 25 años de chavismo, los últimos años en su versión más autoritaria. Para Maduro, que ha resistido desde 2018 con esa grieta de legitimidad por su cuestionada reelección tras la cual se le impuso un cerco internacional, busca consolidarse en unos comicios que le permitan no solo mantenerse en el poder, sino entenderse con el mundo como cualquier presidente a partir del 10 de enero de 2025, cuando un nuevo periodo presidencial y, quizás, otra etapa en la profunda crisis venezolana, vuelvan a comenzar.

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