Los curas díscolos de Perú que se enfrentaron al papa Francisco
La Asamblea de obispos de Perú debatirán la declaración de Francisco I de promover la bendición de parejas homosexuales tras la rebelión de 51 sacerdotes quienes se niegan a hacerlo
A un mes de su publicación, Fiducia supplicans ha despertado el sobresalto del ala conservadora de la Iglesia Católica que se opone a bendecir a parejas del mismo sexo o en situación irregular. Las voces de rechazo más compactas provienen de África y de la selva peruana, exactamente de Moyobamba, donde se ubica la Prelatura territorial más extensa del país andino. Los 51 sacerdotes que la componen han respaldado a su obispo, el toledano Rafael Escudero López-Brea, quien a través de un pronunciamiento les ha prohibido seguir las recomendaciones del documento emitido por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe al sostener que “daña la comunión de la Iglesia”.
Si bien Escudero no ha brindado todavía ninguna entrevista —EL PAÍS intentó contactarse con él, pero se excusaron diciendo que estaba en un retiro fuera de la ciudad—, el padre madrileño Jaime Ruiz del Castillo, vicario general de la Prelatura de Moyobamba, también ha manifestado su rechazo a Fiducia supplicans de manera categórica: “Es un documento insincero, que nos hace daño a los sacerdotes y confunde a la gente. No termina de decir que es homologable al matrimonio y no hace más que crearnos problemas”. Ruiz del Castillo desconoce la problemática, asegura que desde que se ordenó en el 2001, “nunca se le ha acercado una pareja de gays a pedirle la bendición” y que ahora sí podrían hacerlo con “mala intención”. “Cuando le digamos que no debemos hacer eso, nos van a querer denunciar”, señala.
Al Fiducia supplicans se le critica por su poca claridad por dos cuestiones principalmente: “no bendecir uniones, pero sí parejas” y que dichas bendiciones “no sean litúrgicas”. Para los conservadores la naturaleza de la bendición es la misma, aun cuando no tenga el grado de oficialidad y sacralidad. Juan Miguel Espinoza, profesor del departamento de teología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, cree que estas ambigüedades deben servir para establecer criterios que ayuden a orientar la aplicación del decreto en lugar de cerrar el debate. “Los conservadores se preguntan: cómo voy a bendecir algo que en el catecismo dice que es una relación pecaminosa. Pero deben darse cuenta que toda tensión es una invitación a una reflexión más profunda, porque la doctrina no es estática, ni rígida ni una pieza de museo. Evoluciona. Este documento abre un camino hacia nuevas aproximaciones doctrinales a las parejas del mismo sexo o irregulares”, explica.
Espinoza anota que en 2016 el papa Francisco realizó una exhortación apostólica llamada Amoris laetitia que abre la posibilidad de generar procesos de acompañamiento para que las personas divorciadas que se hayan vuelto a casar puedan incorporarse plenamente a la comunidad cristiana. Y que con Fiducia supplicans se busca lo mismo para las parejas del mismo sexo. ¿No es acaso una contradicción que quienes son considerados antinaturales por la Iglesia católica persigan su venia? Espinoza da su punto de vista: “Es cierto, muchas veces la Iglesia ha sido un espacio donde se sintieron violentados y el rechazo que sintieron de sus familias tiene que ver con un razonamiento religioso. Pero a la vez creo que hay personas LGTB cuya experiencia religiosa ha sido tan central en su camino de fe que les resulta muy difícil construirse como personas, excluyendo su identidad religiosa. Es su derecho. ¿O acaso es preferible que vivan al margen de la comunidad cristiana? Todos somos pecadores y todos necesitamos misericordia y acompañamiento”.
El historiador Juan Fonseca, catedrático de la Universidad del Pacífico, analiza la postura radical del Prelado de Moyobamba. “No es inusual que en la Iglesia católica los sacerdotes tengan una actitud tan obsecuente con sus autoridades episcopales. Los obispos son pequeños reyes en sus respectivas diócesis, pero ha sido una actitud tan hostil hacia el Vaticano que me llamó la atención. Esperaba algo así del obispo Escudero que ha tenido posiciones abiertamente hostiles hacia todo cambio en la Iglesia. Esto denota un trabajo consistente y constante durante las últimas dos décadas para disciplinar a su clero alrededor de sus posiciones ultraconservadoras”. En el 2004 la Prelatura de Moyobamba fue encomendada por la Santa Sede a la Archidiócesis de Toledo. El padre Rafael Escudero López-Brea arribó a Moyobamba, a la región San Martín, junto a esa misión.
Fiducia supplicans es visto por ciertas voces como un documento que podría generar un cisma. Fonseca lo ve lejano, señala que la Iglesia ha aprendido a mantenerse unida a pesar de las posiciones discrepantes que alberga, pero sí admite que se está tensando la cuerda. “No están rompiendo con la Iglesia, pero sí están cuestionando de manera infraterna a su autoridad. Usualmente los sectores conservadores han sido los más sumisos a la autoridad pontificia, pero resulta que ahora son ellos los más beligerantes. Lo de Moyobamba no lo calificaría como un desacato, pero sí como una rebeldía contenida”, explica.
El periodista Marco Carrillo, director del diario Amanecer, que se lee en toda la región amazónica de San Martín, da mayores alcances sobre el conservadurismo de la sociedad moyobambina. “Acá una pareja homosexual no se pasea de la mano. Existe mucho prejuicio y todavía se le considera un tema tabú. El día del Orgullo pasa desapercibido. En Moyobamba, la Iglesia católica aún tiene mucho poder a diferencia de otras regiones de la selva peruana. Incluso trabajan de la mano con colectivos para oponerse al aborto o a cualquier lucha progresista”, cuenta.
Alberto Cabrera, jefe de informaciones del diario Voces, cuya cobertura es San Martín y parte de Loreto, dice que si bien el obispo Escudero es respaldado por la población, no ha caído bien en algunos sectores su silencio frente a las modificaciones aprobadas por el Congreso que promueven la deforestación. “Cuando se trata de bendecir a las parejas del mismo sexo, el obispo sale con la pata en alto, pero cuando se trata de defender la vida de nuestros bosques guarda un silencio cómplice. Nos parece patético”, cuestiona.
En estas semanas el silencio de la Conferencia Episcopal Peruana respecto a la oposición de los 51 curas al documento Fiducia supplicans también ha sido notorio. EL PAÍS solicitó una entrevista con alguno de sus miembros, pero comunicaron que por ahora no brindarán declaraciones. Eso sí, confirmaron que en la Asamblea Plenaria Ordinaria del Episcopado Peruano que se realizará en Lima desde este lunes 22 hasta el viernes 26 de enero, donde se reunirán los 46 obispos a nivel nacional, el documento Fiducia supplicans será uno de los temas centrales de la agenda. Desde luego, se da por descontada la presencia del obispo español Rafael Escudero López-Brea. A esta historia le esperan varios capítulos.
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