Las lluvias y las obras del Gobierno mejoran la crisis de agua en Montevideo
Las reservas de la represa Paso Severino, la principal fuente de abastecimiento de agua para la capital uruguaya y el área metropolitana, alcanzaron el 47%. A principios de julio rondaban el 2%
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Las lluvias registradas en los últimos días han supuesto un alivio para la crisis hídrica que atraviesa Uruguay y casi deja sin agua potable a la mitad de la población del país. De acuerdo con el informe oficial, las reservas de la represa Paso Severino, principal fuente de abastecimiento de agua para Montevideo y el área metropolitana, alcanzaron el 47% de su capacidad total, cuando a principios de julio se encontraban en menos del 2%. Esto ha permitido mejorar notoriamente la calidad del agua corriente, tras un periodo de más de dos meses en que el incremento de los niveles de sodio la volvieran prácticamente imbebible para 1,7 millones de personas.
Según indicó el Instituto Nacional de Meteorología, la semana pasada llovió un promedio de 76 milímetros sobre el embalse Paso Severino. Como consecuencia de las precipitaciones acumuladas en las últimas semanas, se produjo un aumento de 10 millones de metros cúbicos del agua existente en la represa, que actualmente se estima en 32 millones. Esa cantidad representa casi la mitad de los 67 millones de metros cúbicos que es capaz de almacenar. A principios de julio, el volumen de agua no superaba los 1,1 millones, menos del 2%, como consecuencia del déficit de precipitaciones que hubo en el país durante tres años y se tradujo en la peor sequía de los últimos 70.
Desde finales de abril, el agotamiento del embalse Paso Severino y la falta de alternativas disponibles, obligaron a OSE (Obras Sanitarias del Estado) a dosificar el uso de su principal reserva. La fórmula empleada consistió en mezclar las aguas dulces del río Santa Lucía con otras del Río de la Plata, que por influencia oceánica resultan más saladas. En consecuencia, se duplicaron de forma extraordinaria los niveles de sodio permitidos por litro de agua: de 200 a 440 mg. El Ministerio de Salud pidió que se abstuvieran de consumirla los hipertensos y las embarazadas, entre otros grupos vulnerables. A ellos les recomendó tomar agua embotellada, opción que fue seguida por la mayoría de la población por el marcado tono salado del agua.
Uno de los últimos informes ofrecidos por el Gobierno indica que actualmente los niveles de sodio por litro de agua se encuentran en los promedios registrados antes de la crisis que afectó severamente su calidad. En las tres líneas de bombeo de agua que llegan a Montevideo y la zona metropolitana, el promedio de sodio fue de 33, 38 y 32 miligramos por litro, muy por debajo de los 440 mg por litro habilitados excepcionalmente en el marco de esta crisis. Lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud es que haya un tope 200 mg de sodio por litro de agua.
Medidas adoptadas por el Gobierno nacional y la alcaldía montevideana
Luego de declarar la emergencia hídrica el pasado 19 de junio, el Gobierno uruguayo anunció la construcción de una obra para trasladar agua del sureño río San José al Santa Lucía con miras a reforzar las reservas que abastecen a Montevideo y el área metropolitana.
Concluida la obra, el trasvase comenzó a funcionar el 10 de agosto y supone un incremento de 200.000 mt3 de agua diarios en el suministro para la zona, que consume un promedio de 500.000 mt3 por día. “Esta nueva fuente de suministro de agua potable para el área metropolitana será fundamental, ya que, ante el persistente déficit hídrico, permitirá administrar más eficientemente el uso las reservas de Paso Severino”, dijeron las autoridades de OSE. Según explicaron, la obra tuvo un costo de 20 millones de dólares e implicó la instalación de 13 km de tubería durante 35 días de trabajo.
En el marco de esta crisis, el Ministerio de Desarrollo Social anunció que extenderá hasta septiembre el apoyo económico dirigido a la población vulnerable, “para garantizar el equivalente a la compra de dos litros de agua embotellada por día, por persona”. El beneficio alcanza a unas 540.000 personas de Montevideo y Canelones (sur del país). Por otro lado, la alcaldía de Montevideo dispuso la entrega de agua embotellada a pacientes en situación de riesgo en policlínicas municipales y la distribución de botellas en más de 220 merenderos.
La lluvia y el futuro del suministro de agua potable
“En un día entró en Paso Severino la misma cantidad de agua que en cinco meses”, titulaba el periódico local El Observador, a propósito de las lluvias caídas la semana pasada. Fuentes de OSE dijeron a ese periódico que el río Santa Lucía, donde se encuentra esa represa, aumentó 29 veces su caudal en 24 horas. Según el informe emitido ayer por el Instituto Nacional de Meteorología, durante los primeros 20 días de agosto el acumulado promedio de precipitaciones en la cuenca del río Santa Lucía fue de 92,8 mm, “siendo este valor el 100% de lo normal para este periodo”. El promedio de precipitaciones acumuladas en Paso Severino, informa, fue de 81,6 mm.
“Hoy con Paso Severino, [la planta potabilizadora] Aguas Corrientes y el trasvase del río San José tenemos cierta tranquilidad de un mes y medio o dos, si no lloviera, de agua de buena calidad, bebible, como la que está saliendo hoy en las canillas [grifos] de Montevideo y Canelones”, había dicho el presidente Luis Lacalle Pou (Partido Nacional-centroderecha) el pasado 11 de agosto, una vez concluido el trasvase del Río San José al Santa Lucía. “Ojalá falte poco para que termine la emergencia hídrica”, agregó.
A largo plazo, el Gobierno pretende llevar a cabo el Proyecto Neptuno o Arazatí, que consiste en la construcción de una planta potabilizadora en el sur del país. La concreción de esta obra estará en manos privadas y tomará aguas del Río de la Plata para abastecer al área metropolitana.
El proyecto Neptuno ha recibido numerosas críticas, políticas y académicas. Entre ellas figura la de un grupo de científicos de la Universidad de la República, que aseguran que el proyecto “presenta una serie de problemas ambientales” y que la salinidad del agua del Río de la Plata “supera ampliamente los valores aceptables para ser potabilizados”.