Robert Parada: el creador de la tech que salva vidas con el agendamiento de citas

Robert Parada vivió de cerca la tragedia que puede significar la asignación tardía de citas médicas. “Mi abuelita murió esperando una. Lo más doloroso es que a mi mamá le llegó la confirmación en pleno velorio, tres meses después de haberla pedido. Es una injusticia que sufren millones de personas en el planeta”, cuenta.

Esa fue su principal motivación para crear Coco Tech. Con Jonnathan Pulgarín, en 2019 decidieron desarrollar un programa de gestión de agendamiento de citas basado en Inteligencia Artificial. Desde ese momento no han parado de crecer. Para 2021, Coco estaba avaluada en 10 millones de dólares. En siete años, pasaron de facturar 200.000 dólares a dos millones de dólares. Hoy apoyan a 2.000 centros médicos en Colombia, República Dominicana, Chile y Perú y han recibido importantes reconocimientos en Colombia: Gran Impacto Social de Fedesoft, Start Up más Prometedora del Año de MinTIC y 100 Empresas más Innovadoras de la Andi y Revista Dinero, entre otros.

“En la asignación de citas médicas existe, generalmente, un call center atendido por personas que nunca alcanzan a cubrir el volumen de llamadas. Uno podría pensar que la solución sería contratar más personal, pero esa operación es sumamente costosa para cualquier sistema de salud del mundo. Nuestro programa ingresa al sistema de las clínicas, a partir de inteligencia artificial, analiza cómo se están asignando las citas, y las optimiza, sincronizando diversas variables como número de médicos, disponibilidad y demanda”, explica Parada, un paisa nacido en Bogotá y de 33 años.

El programa ha permitido que los clientes de Coco atiendan un 30% más de pacientes, lo que se ha traducido en aumento de ingresos para las clínicas, mayor satisfacción de los usuarios y menor número de quejas ante las entidades que vigilan el sistema de salud. Sobre todo, Coco ha hecho más oportuna la atención, es decir, ha permitido iniciar tratamientos médicos a tiempo o salvar más vidas.

Lo ha hecho con creces en Costa Rica. El Gobierno costarricense contactó a Parada y Pulgarín para que les ayudara a encontrar un camino que permitiera reducir las muertes por cáncer de cuello uterino y aumentar su detección en etapas tempranas. Junto con la Organización Mundial de la Salud y el Gobierno, Coco Tech ha participado en una estrategia para reducir la prevalencia de esa enfermedad. A partir de las bases de datos suministradas, el programa contactó automáticamente a las mujeres para enviarles campañas educativas y ofrecerles citas en el sistema de salud pública. El resultado es prometedor: la asistencia de mujeres a sus citas ginecológicas ha aumentado en un 40%.

Ser emprendedor a pesar de todo

El rápido crecimiento de Coco Tech, que hoy tiene una nómina de 65 personas, se debe a la persistencia de Parada y a su deseo de innovar, incluso cuando el fracaso parecía imponerse en su carrera como emprendedor. Desde muy joven quiso crear sus propios negocios. Sin acabar bachillerato, importaba y vendía artículos tecnológicos, que le daban ganancias importantes para su edad. Más tarde, estudió Negocios Internacionales en Eafit, y arrancó en el mundo de la tecnología al convertirse en gerente de una franquicia de Samsung en India.

Lo que terminó por impulsarlo a crear su propia empresa fue una entrevista que escuchó en la radio y que le “voló la cabeza”. En ella, unos jóvenes colombianos contaban cómo habían desarrollado una famosa aplicación para pedir taxi. “Me pregunté cómo era posible que unos muchachos tuvieran una aplicación tan conocida en Colombia y en otros países. En ese momento tracé mi meta: construir mi propia empresa tech”. Al regresar a Colombia trabajó en la Gobernación de Antioquia, en la que conoció a su socio. “Jonnathan es brillante para los sistemas, por eso yo le decía Dexter, como el niño genio de la serie animada El laboratorio de Dexter”.

Al compartirle su sueño de fundar una empresa tecnológica, Pulgarín le “cogió la cuerda”, como dice Parada. Juntos crearon una aplicación para el cuidado de mascotas que vendía productos y permitía el agendamiento de citas veterinarias. El emprendimiento fracasó. Después de dos años y medio, no alcanzaron el punto de equilibrio. Las pérdidas sumaron varios millones de pesos. Pese a la frustración, Parada le dijo a su socio que debían intentarlo de nuevo y mirar hacia otros rumbos: “Pensé que me iba a decir que no, pero sin dudarlo me respondió ‘hágale’. Y la segunda fue la vencida”.

Parada sueña con acabar con la paradoja de un mundo en el que la investigación científica avanza diariamente y los descubrimientos salvan millones de vidas, pero en el que la asignación eficiente de citas es un cuello de botella que cuesta vidas. Sueña también con que, en poco tiempo, Coco Tech se convierta en el primer unicornio colombiano en el ámbito del healthcare. Está convencido de que lo logrará, pues el agendamiento de citas y los programas de salud pública requieren las soluciones tecnológicas que él y su socio están desarrollando.