Kei Linch, una rapera que alza vuelo desde Madrid, Cundinamarca, hacia el mundo
En una búsqueda permanente por encontrar su propio sonido e identidad, pisa con fuerza en un género históricamente protagonizado por hombres. Es la primera rapera colombiana en firmar con Sony Music

Kei Linch lleva casi la mitad de su vida escribiendo para no explotar. “Abrir caminos y dar luz a realidades que no se querían visibilizar” es el faro que guía su obra y define su manera particular de ocupar el escenario, y un género que siempre estuvo marcado por referentes masculinos.
Creció escuchando boleros, llaneras y rancheras en una familia campesina de Cundinamarca. A los 12 descubrió una música que retrataba lo que veía por la ventana: “El rap hablaba de las realidades del barrio”. Allí encontró lenguaje, sentido y un modo de hacerse oír. Su cuna es El Sosiego, en el municipio de Madrid, nombre paradójico para un barrio donde “lo que menos hay es sosiego”, dice Linch, de 24 años. De ese paisaje nacieron sus primeras letras y la determinación de avanzar entre los obstáculos.
A los 16 subió por primera vez a una tarima del barrio. Había tres o cuatro personas, dos de ellas amigas. Cerró los ojos y, al abrirlos, entendió algo crucial: “Dejé de tenerle miedo a mi voz”. Desde entonces, cada regreso a El Sosiego es una forma de recalibrarse: caminar las calles, “parchar con ‘las ratas’” (dice entre risas) y recordar las razones para decir lo que dice.
Al comienzo cantaba como Karla Cajamarca. Luego probó con Anarkía, un seudónimo que ya no siente tan suyo y que se le volvió una camisa de fuerza entre las connotaciones de la palabra. Finalmente encontró la ‘K’ y el ‘Linch’, provenían de la voz de su madre que siempre le había dicho Kalinchis. “Por fin encontré un nombre al que pude darle mi propio significado”.
Bogotá fue el primer gran salto. Los shows en la capital le mostraron que podía vivir de la música. Luego vino su participación Factor X (2021), concurso al que llegó hasta la final: una escuela exigente, una plataforma muy importante pero, también, una radiografía de lo clasista que puede resultar el público: “Me trataban de ñera, me decían que daba asco”, recuerda de los comentarios en redes.
Tuvo que aprender a blindarse y a elegir sus batallas: “Ya no me interesa nada más que estar para mí y lo que me debo”, dice mirando un camino que no ha tomado tantos años, pero que ha sido intenso. A la fuerza ha perdido el miedo a incomodar.
Ser mujer, joven, de barrio popular y de un municipio pequeño es cargar con muchas etiquetas. Ella las ha convertido en insumo de sus letras: critica las injusticias dentro y fuera del género, y defiende un rap que cuente todas realidades, también las de las mujeres.
Una de sus apuestas más potentes en ese aspecto es Hijas de Barrio, un proyecto que convoca a raperas para visibilizarse juntas. Ha colaborado con La Farmakos, Hanna Hasen y Zaru. La idea es expandirlo a otras ciudades y países, siempre desde la amistad y el respeto: “Aquí hay espacio para todas”.
Kei es la primera rapera colombiana firmada por Sony Music. Con ellos grabó su primer álbum de estudio, Dulcinea; después publicó Amor y plata. Ahora trabaja en La nena tiene una estrella, quizás su obra más honesta: “Estoy apostándole a mi intuición para encontrar mi propio sonido y desmarcarme de lo que esperan de mí”, dice.
La internacionalización está ocurriendo en paralelo. Participó en un campamento de raperas en Alemania y se ha subido a tarimas de España y México. Quiere seguir viajando porque sabe que cada nuevo lugar contribuye a abrir su mente y su perspectiva. En 2024 fue invitada a la Conferencia Internacional de Derechos Humanos - Madrid Summit para hablar de la música como herramienta de resistencia en la lucha por la igualdad y diversidad. “Afuera hay más libertades, mientras que aquí seguimos muy oprimidas por los símbolos de la estética masculina. Afuera hay mucho más, desde la misma feminidad y el poder que nos da ser mujeres”.
Sueña con escenarios enormes de festivales y colaboraciones con Shakira, Karol G o Rosalía, referentes que le demuestran que se puede tener “raíz y alas al mismo tiempo”.
Y si de referentes se trata, no olvida la primera vez que escuchó a Lauryn Hill: “Me voló la cabeza porque venía escuchando un rap muy agresivo y me di cuenta de la gama de emociones que había en sus canciones: cantaba dulcecito, hermoso, y después pasaba a rapear con toda la fuerza que tenía”. Así son las mujeres que la inspiran: voces que encontraron una identidad propia, más allá de los géneros.
Kei Linch revisita su historia sin afán, pero también trabaja sin parar con una convicción: “Cambiarle el rumbo a mi apellido y dejar una huella limpia”. Sabe que, en el fondo, necesita seguir haciendo lo que la puso en marcha aquella tarde hace casi una década en la que venció el miedo: escribir para entenderse, rapear para dar visibilidad y atreverse a subir a la tarima para que otras también se animen a hacerlo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
Últimas noticias
Los precios de hoteles en Ciudad de México se disparan hasta 961% rumbo al Mundial
Los insultos de la trama a Ábalos tras comprarle un chalé para su disfrute: “Hijoputa el putero. Ha sido pillar la casa y le ha dado al botoncito”
El Bolonia baja el suflé del Celta
La inflación acelera en Argentina y alcanza el 31,4% interanual
Lo más visto
- Petro propone un gobierno de transición y una amnistía general en Venezuela ante una posible agresión de Estados Unidos
- Petro sospecha que los cuerpos hallados en las playas de Colombia son de “lancheros bombardeados en el mar Caribe”
- En lancha y con ayuda de EE UU: María Corina Machado huyó de Venezuela hasta la isla de Curazao
- El colombiano que estuvo preso en El Salvador por órdenes de Trump: “Ser torturado por cuatro meses siendo inocente es una pesadilla”
- Estados Unidos sanciona a varias empresas y ciudadanos colombianos por reclutar a mercenarios para la guerra de Sudán










































