Colombia Tech Week, la alianza que quiere hacer de Colombia un epicentro global del mundo ‘tech’

En abril de 2024 se anunció la primera edición de Colombia Tech Week. La noticia se hizo viral porque ese mismo día unas 350 personas se unieron a la campaña de divulgación en LinkedIn, entre ellas, Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia; David Vélez, fundador y CEO de Nubank; Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá; Ernesto Plata, Managing Director de JP Morgan; y Giovanni Stella, entonces Country Manager de Google Colombia, Centroamérica y el Caribe. Cerca de dos millones de personas, dice María José Echeverri, cofundadora del evento, se enteraron de que en cuatro meses el país iba a ser epicentro global del mundo tech.

La ambiciosa idea había comenzado a fraguarse en septiembre de 2023 con la creación de un grupo de WhatsApp, conformado por Laura Forero (Bucaramanga, 34 años), fundadora y CEO de la agencia de relaciones públicas Lens PR; Nicolás Cruz (Bogotá, 29 años), cofundador de la startup de asesoría legal online Phylo Legal; y Echeverri (Pereira, 25 años), Chief of Staff de Mavity, una plataforma colombiana para contratar a profesionales creativos de forma remota. Los tres venían encontrándose en eventos y conversando sobre la importancia de realizar en Colombia una semana de la tecnología como las que se hacen en Londres, Miami o San Francisco.

“Hacía falta un evento lo suficientemente grande para reflejar el verdadero potencial de nuestro ecosistema, convocar a cientos de actores clave nacionales e internacionales y reunir importantes fondos de inversión extranjeros que inyectaran capital en emprendimientos de tecnología colombianos”, explica Forero. Esto último, por ejemplo, ayudaría a solucionar una de las grandes limitantes del sector: la inversión, que en un 80% viene del exterior y no todos los emprendedores tienen cómo salir a buscarla.

“El timing era inmejorable”, recuerda Cruz. Para 2024 el país tenía 2.126 startups –entre ellas, reconocidos casos de éxito como Rappi, Habi y Platzi–, se había registrado un crecimiento del 24% frente al año anterior y era el tercer ecosistema latinoamericano con mayor levantamiento de capital, según el Colombia Tech Report 2024, de la consultora KPMG. Además, “estaba en proceso de posicionarse como el segundo en Latinoamérica en innovación, lo que reflejaba su madurez y el interés del sector corporativo en tender puentes. Esa relación generaba nuevas compañías de base tecnológica en Colombia”, añade.

Con el éxito de la campaña de lanzamiento se hizo realidad la presión de montar de cero un evento que convirtiera al país en un destino obligado para cualquier actor que quisiera tener impacto en tecnología. Los cinco miembros –a comienzos de 2024 se habían sumado los gemelos Andrés Bilbao, cofundador de Rappi, y Daniel Bilbao, cofundador y CEO de la startup de verificación de identidad Truora– recurrieron a la red de contactos que habían forjado a lo largo de su carrera. “Cada semana era una montaña rusa de emociones: confirmábamos a un gran patrocinador y dos conferencistas importantes y, al día siguiente, se caían cuatro y había un lío regulatorio”, recuerda Cruz.

“Nuestras metas eran tan ambiciosas que muchos nos preguntaban cómo íbamos a lograr traer a tantos inversionistas. Nosotros, a veces, también nos hacíamos esa pregunta. Pero quizá si nos hubiésemos planteado algo más pequeño, la gente hubiera pensado que era un evento más”, dice Forero.

Durante la primera edición del Colombia Tech Week, que se realizó entre el 26 de agosto y el 6 de septiembre de 2024, se llevaron a cabo más de 150 eventos en Bogotá, Cali y Barranquilla, a los que asistieron más de 11.000 personas, de las cuales 2.000 eran visitantes de 12 países. Además, por primera vez estuvieron reunidos en Colombia 150 fondos internacionales de inversión. El éxito de los espacios de relacionamiento empresarial permitió la inversión de 15 millones de dólares en startups colombianas, según los estudios del Tech Week.

Para la segunda edición, se pusieron metas más ambiciosas. “La idea era generar Fomo (temor de estar ausente de un acontecimiento) a nivel internacional”, dice Cruz. Se plantearon formatos innovadores para los eventos, como el primer Festival de Tecnología al Aire Libre del país, y eligieron a Emiratos Árabes Unidos como país invitado (Brasil había sido el anterior). “Coincidía con que Dubái Chambers (organización que representa y promueve los intereses de la comunidad empresarial de ese emirato) recientemente había abierto una oficina en el país”, explica Echeverri, quien en abril de 2025 viajó a Dubái para concretar la propuesta.

El segundo Tech Week se realizó entre el 18 al 30 de agosto y se tomó Bogotá, Cali, Barranquilla y Medellín, con más de 260 eventos gratuitos que abordaron temas de inteligencia artificial, innovación, salud mental, políticas públicas y negocios, entre otros. Asistieron alrededor de 20.600 personas, 4.000 de ellas provenientes de 47 países. “Vinieron delegaciones grandes de Centroamérica, Ecuador, Brasil, Emiratos y Estados Unidos. También vimos a varios participantes de Europa y África”, cuenta Forero. En los espacios de relacionamiento empresarial participaron 350 fondos de inversión, 420 inversionistas y unas 4.800 empresas. “Ves todo el ecosistema en pleno y el formato es muy potente”, dice Karen Carvajalino, cofundadora de The Biz Nation y conferencista en el evento. El Tech Week creció 2,5 veces entre 2024 y 2025.

En tan solo dos años, el evento ha desarrollado una identidad propia arraigada en la cultura colombiana. Por ejemplo, se organizaron catas de café, clases de hacer arepas o caminatas por paisajes naturales, y la identidad visual de la marca se inspiró en simbolismos wayúu. “No queríamos apuntarle a ser Silicon Valley, sino a potenciar lo que ya somos como colombianos”, dice Cruz. Adicionalmente, desde este año el equipo decidió expandir su impacto más allá del Tech Week. Por ejemplo, en alianza con la Alcaldía de Bogotá organizaron Distrito Lab, un programa de aceleración que impulsó el crecimiento de 20 startups bogotanas en pocas semanas, y junto con la Andi están analizando ecosistemas emprendedores como el de Brasil y Emiratos, que crecen más de la media, para incidir en políticas públicas que fortalezcan el colombiano.

A futuro la meta es clara: seguir creciendo y trayendo oportunidades. “Colombia es un país que ha logrado un ecosistema de alto impacto colaborativo, más que otros de Latinoamérica, y eso no se logra sin seguir alimentándolo”, afirma Andrés Bilbao. Además, están convencidos de que en el país hay talento suficiente para participar y liderar las conversaciones globales sobre tecnología. Por eso, en vez de esperar a que surgiera una coyuntura, la crearon e invitaron al mundo a conocer e invertir en la tecnología e innovación local.