WhatsApp y la estafa silenciosa contra los latinos en Estados Unidos: descuentos irreales, sorteos y tiendas falsas
Un estudio ha analizado 3.300 grupos de habla hispana en la aplicación de mensajería instantánea más popular del mundo


Un nuevo modelo de estafa ha llegado a grupos de WhatsApp de latinos que viven en Estados Unidos. El Instituto de Democracia Digital de las Américas (DDIA, por sus siglas en inglés), ha publicado esta semana un estudio en el que examinaron más de 18.400 mensajes únicos en 3.300 grupos de habla hispana en WhatsApp entre el 1 de enero y 1 de septiembre de 2025. “Sabemos que hay al menos 30% de latinos en Estados Unidos que usan estos grupos porque sus números de teléfono son locales, inician con +1”, dice por mensaje de audio Roberta Braga, una de las fundadoras y directoras ejecutivas de DDIA. “El Instituto se enfoca en la comunidad latina y es por eso que el estudio tiene este enfoque; no tiene nada que ver con que los latinos sean más vulnerables a caer en este tipo de fraudes”, explica Braga. En el reporte resaltan dos estrategias delictivas: sorteos y encuestas falsas, y ventas fraudulentas en línea.
Según el reporte titulado WhatsApp como arma: cómo los estafadores se dirigen a los latinos de Estados Unidos, en los sorteos y encuestas falsas los estafadores se hacen pasar por marcas como Shein, Temu, AT&T, Apple o Walmart y piden a usuarios llenar un formulario o jugar en una aplicación con la promesa de ganar una “caja misteriosa”, tarjetas de regalo o promociones exclusivas; acciones que no parecen tener un impacto inmediato en los usuarios, pero que recolectan información personal que se usará para futuros fraudes. Braga explica que aunque no tiene cuantificado qué marcas se usan más que otras, el estudio encontró que Temu, Shein, Carrefour, Nespresso y las españoles Mahou, Durni, Mercadona son de las más utilizadas.
El uso de inteligencia artificial también existe, pero no predomina. “No siempre lo hacen, pero hemos comenzado a ver imágenes generadas con inteligencia artificial para que las estafas tengan más credibilidad”, comenta Braga.
En el caso de las ventas fraudulentas en línea, los estafadores crean tiendas falsas de comercio electrónico en TikTok o Facebook para promocionarlas después en estos grupos: reciclan videos que usan las empresas para generar credibilidad antes de ofrecer los productos que nunca serán enviados. El instituto remarca las red flags con las que las personas pueden identificar que se trata de una posible estafa:
Teléfonos inteligentes y planes de internet baratos
La DDIA identificó al menos nueve individuos que promocionaban de manera agresiva celulares de última generación como el iPhone 16 Pro Max y Samsung S25 Ultra. En un caso, ofrecían una línea de crédito en Apple de 100.000 dólares o tarjetas de regalo de 250 dólares, algo que el estudio considera una red flag clásica.
Los nueve individuos del ejemplo anterior también compartieron videos cortos de supuestos compradores satisfechos y agradecidos por los productos que recibieron, además de mostrar los artículos frente a la cámara.
Grandes rebajas de último minuto
En otro formato de estafa, el supuesto vendedor ofrece pagar el 50% de un producto a cambio de que el consumidor le dé acceso a la cuenta que tiene registrada de una tienda, en la que aparecen sus datos bancarios y su dirección. El proceso para que ocurra es el siguiente: estafador y estafado acuerdan que el segundo llene un carrito de compras en línea con los artículos que desea, el segundo comparte su acceso con el primero con la promesa de solamente pagar el 50% de la compra total y en ese momento, el estafador puede clonar su tarjeta, robar su cuenta y sus datos personales. Uno de los ejemplos más comunes detectados va así: “Saca tu carrito de Walmart y pásamelo. Yo lo pago por ti. Solo tienes que pagarme el 50% de su valor”.
Las cifras de cuánto dinero fue sustraído de la comunidad latina no ha sido aclarada. Sin embargo, el reporte indica que el 70% de los ciudadanos que residen en Estados Unidos se enfrentó a un intento de estafa el año pasado, lo que representó una pérdida estimada de 64 billones de dólares.
El estudio está compuesto de tres partes y las dos restantes serán publicadas en los próximos meses. Una detallará como los criminales digitales están forjando vínculos con las comunidades latinas, en especial con inmigrantes de quienes aprovechan sus necesidades. La tercera parte se centra en inversiones dudosas y criptomonedas.
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