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El Borrego, el influenciador que dignifica el campo colombiano

A través de las redes sociales, Carlos Alberto Díaz muestra lo positivo y desafiante que puede llegar a ser el trabajo en una granja. Solo en TikTok tiene 32,7 millones de seguidores.

Carlos Díaz, El Borrego
Carlos Díaz, El Borrego, en una fotografía de archivo.Carlos Alberto Díaz

“Hay muchos creadores de contenido educativo, pero siento que la gente no los valora, por eso fue una locura cuando me entregaron el premio de TikTok”. Así recuerda Carlos Alberto Díaz, El Borrego, la noche en la que obtuvo la estatuilla Lo Aprendí en TikTok, entregada por esa red social en febrero de 2023.

Díaz, de 17 años, es creador y rostro de La Granja del Borrego, un proyecto en el que presenta cómo es la vida en el campo colombiano y que ya acumula 32,7 millones de seguidores en la red social china, 5,8 millones más en Instagram y otros 23,1 millones en YouTube. Todo inició hace casi cinco años por sugerencia de Juan, uno de sus tres hermanos mayores y su “hermanager”.

“Yo ya llevaba un mes viviendo en la granja cuando él llegó. Le mostré las huertas que tenía, las gallinas, lo chévere que habíamos logrado con mi papá. Él dijo que estaría bueno grabarlo, y se fue al pueblo —La Vega— a comprar palas, abono y materas”, relata El Borrego, quien a raíz de la pandemia cambió la casa en la que había crecido en ese municipio de Cundinamarca por una vida en la finca que les había dejado su abuelo.

En ese primer video, hecho con celular, enseñaba a hacer una huerta orgánica casera. Todavía no tenía el afro que lo caracteriza ni la autenticidad en cámara que le facilita conectar con su audiencia, pero sí las ganas de compartir lo aprendido en el mes que llevaba arreglando la finca, que estaba prácticamente abandonada.

“En las primeras horas, el video tuvo como 300 vistas, que para arrancar es harto. Los amigos de mi papá lo compartieron, la familia, todos los de mi círculo más cercano y la gente del pueblo. Hoy no es una cifra tan significativa, pero nosotros estábamos muy contentos”, añade El Borrego, quien hoy en un contenido exitoso puede tener 5,3 millones de visualizaciones en YouTube y casi 100 millones en TikTok.

Llegar a ello, afirma, requirió esfuerzo, resiliencia y mucha capacidad de gestión. En los cuatro meses que siguieron “malabareaba” sus responsabilidades del colegio con las adecuaciones de la finca, el trabajo del campo y las grabaciones diarias. Al final de ese periodo contaba con una base de 4.000 seguidores, que se mantuvo estable por al menos un año antes de su primer contenido viral, un video en el que hacía alimento para gallinas que lo llevó a los 100.000 suscriptores en una semana.

Desde entonces, le ha pasado de todo: perdió un cultivo entero de tomates, probó el vegetarianismo, y lo dejó por practicidad y salud (hoy, la única proteína animal que consume es el pescado); adoptó dos cerdos, cinco perros, caballos, cabras y vacas; jubiló a sus gallinas, escribió un libro en el que narra su experiencia y lo que ha aprendido en la granja y hasta lanzó su propia marca de café, La Floresta, en un homenaje a su abuelo y a los inicios productivos de la finca.

Es un proceso en el que ha contado con el apoyo de toda su familia –que aparece recurrentemente en sus videos– para aprender a lidiar con la crítica y el reconocimiento, pues la palabra fama, dice, no la manejan en la casa: “Soy como cualquier otra persona, simplemente tengo un trabajo diferente”; pero sobre todo, para entender que el trabajo en el campo no es tarea fácil.

“El cultivo de tomate me dio la lección de que soy muy afortunado porque tengo una familia que me apoya. Muchos en este país dependen de sus cultivos, se endeudan para sacarlos adelante, corren mucho riesgo de perderlos e incluso, si no los pierden, tienen que vender sus cosechas a precios muy bajos. Estamos acostumbrados a comprarlo todo en el supermercado y no sabemos lo que hay detrás”, señala El Borrego, quien reconoce que por esa razón trata de enseñar, sobre todo a su audiencia más joven, todo el esfuerzo que se requiere para producir los alimentos.

Con su contenido también busca generar algún impacto al problema del relevo generacional en el campo. “Hoy, el promedio de edad del campesino es de 60 años. De verdad, tenemos que volver. ¿En 20 años quién va a cultivar? Por eso trato de mostrar nuevas técnicas, para que vean el campo de una manera diferente. Hay muchas maneras de trabajar, mucha tecnología que nos puede ayudar”

Y aunque siente que ha funcionado, pues asegura que muchos papás se le acercan a contarle cómo sus hijos encontraron en su contenido la motivación para comer vegetales, leer y hasta crear sus propias huertas, sabe que todavía le queda mucho camino. Ya tiene planeado lo que va a hacer en 2025. Aunque no cuenta muchos detalles, comenta que quiere mostrar cosas nuevas, “expandir La Granja del Borrego por el mundo” y seguir trabajando, sin afanes, por su sueño de crear un supermercado que respete más al campesino.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundación Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.

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