Nicolás Vásquez y el conglomerado de restaurantes que marca la pauta en Bogotá

Cuando Nicolás Vásquez, gerente general de Takami, revisita la historia del grupo, 22 años y 18 marcas de restaurantes después, identifica un elemento al que llama la columna vertebral de la organización: “El cuidado que dijimos que íbamos a tener con las personas que trabajaban con nosotros. Ofrecerle a la gente oportunidades de progreso, de desarrollo, de buscar su realización profesional”.

Y se refiere, por supuesto, a los colaboradores de sus 2 tiendas y 38 locales en Bogotá de marcas como Osaki, Punto Baja, Central Cevichería, Black Bear, 80 Sillas y Cacio & Pepe, e igualmente a los productores que participan en cada eslabón de la cadena, que son su conexión con las regiones: los pescadores en Chocó, los cultivadores de plátano en el Meta o los productores de queso en Caquetá.

Este último es un departamento con el que Takami ha desarrollado una conexión especial gracias a su programa Un domicilio, un árbol, en el que los pedidos por internet o call center se ven reflejados en la siembra de una especie nativa para combatir la tala en un área que registra la mitad de alertas por deforestación en Colombia. “En la aplicación las personas pueden ver, exactamente, dónde están ubicados los árboles que sembraron”, cuenta Vásquez, emocionado. Han logrado la suma de 249.773 especies nativas en 12 municipios.

De hecho, este brazo del Grupo Takami que hoy es una de sus banderas es fruto del cierre forzado de los establecimientos comerciales y gastronómicos durante la pandemia. Aunque fue una situación que tomó al mundo por sorpresa, para Vásquez la respuesta efectiva fue fruto de una cultura corporativa que venían sembrando años atrás.

“El sentido de propiedad de las personas hizo posible el trabajo colectivo con muchísima fuerza. Identificar rápidamente cómo debíamos adaptarnos a esas condiciones en las que, afortunadamente, nuestro negocio tuvo muchísima facilidad de hacerlo gracias a todas estas herramientas tecnológicas que ya existían. La pandemia fue un trampolín”, dice.

Esto, por supuesto, lo remite al comienzo de todo, hace 22 años, y a sus socios: su hermano, Felipe Vásquez; Santiago Arango y los demás aliados. “Todas las personas que se montaron en un comienzo, todavía se encuentran en la empresa. Personas siempre dispuestas a ir más allá, buscando hacer mejor la organización”.

De hecho, dice sorprendido, se trataba de personas altamente calificadas que pudieron haber aspirado a otro tipo de cargos en empresas ya establecidas, pero que decidieron sumar su talento a ese sueño. “Yo solo no hubiera hecho nada, son las otras personas las que hacen, yo soy más un conductor que empuja y posiblemente inspira a hacer nuevas cosas”, agrega.

Al preguntarle por esas “nuevas cosas”, Vásquez reconoce lo importante de mantener una cultura de innovación en el sector: “Estamos encaminados a desarrollar nuevas marcas, nuevos productos, nuevas experiencias. También queremos mejorar las experiencias de los clientes en las plataformas tecnológicas y digitales”.

Y sobre algunos planes específicos, aunque con cautela, menciona el lanzamiento de nuevos conceptos, el trabajo en desarrollos tecnológicos y, por primera vez para Takami, una mirada fuera del país: “Estamos haciendo esfuerzos para llevar nuestras marcas a España y a Estados Unidos”.

Dice esto y, rápidamente, regresa a lo que considera esencial: “Seguir siendo una empresa responsable, consciente, que cuida a sus empleados”. Y, sin importar de cuál nombre se trate, o si es del sector de restaurantes, domicilios, tiendas o experiencias, eso es lo que quiere Vásquez asociado con la marca: “Que la gente sienta la cultura de hospitalidad y el buen trato y, que logremos en cada una hacer sentir bien a las personas”, concluye.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundación Corona.