Andrés Calderón, el productor que pisa duro en América Latina
Dynamo, la productora que lidera, se ha convertido en uno de los jugadores más relevantes del sector audiovisual en español, con series como ‘Narcos’ y ‘Falco’
Cuando Andrés Calderón y su equipo de Dynamo cuentan historias, millones de personas les prestan atención. Han sido claves para situar al país en el ojo del mundo audiovisual internacional haciendo posibles series como Narcos, una de las más populares de los últimos tiempos, y películas como Monos, galardonada con el Premio Especial del Jurado del Festival de Cine de Sundance, en 2019.
Actualmente, están embarcados en una producción que tiene al país y al mundo expectantes: la adaptación de Cien años de soledad a la pantalla chica. Según informó Netflix, aliado del proyecto, la primera temporada será dirigida por los cineastas Álex García López, de Argentina, y Laura Mora, de Colombia.
En 2006, Andrés Calderón y Diego Ramírez Schrempp, socios fundadores de Dynamo, supieron ver las oportunidades que se abrían en la industria colombiana –gracias a los incentivos tributarios y al Fondo para el Desarrollo Cinematográfico creados, en 2003, con la Ley de Cine– y decidieron lanzarse a montar una productora audiovisual.
Ninguno de los dos venía del mundo del cine, pero ambos tenían ganas de cambiar de rumbo. El primero había trabajado en banca de inversión y el segundo, en consultoría estratégica. El naciente proyecto se nutrió de sus experiencias, de su estructurado conocimiento sobre el funcionamiento de los negocios y de su espíritu emprendedor.
“Ser emprendedor es como un motor que genera ganas de crear cosas nuevas. A mí cada vez que me dicen que algo no se puede hacer, quiero demostrar porqué sí, o aprender, por medio de la experiencia, porqué no”, dice Andrés Calderón, director general y productor ejecutivo de Dynamo, y quien lidera la oficina de la productora en Nueva York.
La productora colombiana se ha convertido en uno de los jugadores más relevantes de la industria del cine en español, apalancada en la Ley 1556, de 2012, que genera incentivos para atraer proyectos extranjeros y promover al país como locación de rodaje. Han realizado más de 42 películas y 23 series. Tienen oficinas en Bogotá, Ciudad de México, Madrid y Nueva York, y desarrollan y producen contenido original y de la más alta calidad (premium) para plataformas como Netflix, Amazon, Apple y HBO.
Al equipo de Ramírez Schrempp y Calderón se han sumado más productores. En 2007 entró Cristian Conti, quien venía asesorando a Dynamo; un año después lo hizo Michel Ruben; y en 2021 se unió Juliana Flórez, quien en octubre de 2023 fue elegida como una de las 35 mujeres más poderosas de la televisión internacional por el medio estadounidense The Hollywood Reporter.
“Creo que Dynamo ha sido visionario para la industria”, dice Claudia Triana, directora de Proimágenes Colombia, la entidad de promoción cinematográfica del país. “Han sido pioneros, arriesgados y han ayudado a desarrollar los instrumentos e incentivos creados para impulsar la producción audiovisual. Por ejemplo, con la película Los 33, protagonizada por Antonio Banderas, Juliette Binoche y Mario Casas, fueron los primeros en usar la Ley 1556″, añade.
El hábito de Calderón de ver los desafíos como oportunidades, ha llevado a la productora colombiana a coleccionar un palmarés de hitos: Narcos, por ejemplo, fue la primera serie original de Netflix en América Latina, y, según explica Triana, “abrió las puertas a la producción internacional en Colombia”; Diomedes: el ídolo, el misterio y la tragedia fue el primer documental de Netflix hecho en el país; y La cabeza de Joaquín Murrieta, rodada en México, fue la primera serie de acción tipo western de Amazon producida en la región. En 2019, Dynamo ganó su primer Premio Emmy con Falco, la serie sobre un detective de homicidios que entra en coma durante 23 años y despierta en una realidad que desconoce.
Calderón y su equipo se definen como cuenteros modernos. “La mayor satisfacción viene del proceso de tener una idea y luego verla plasmada en la pantalla grande o chica”, dice. Para él, contar historias tiene la magia de poder registrar voces, hechos, sueños; dejar volar la imaginación y crear mundos y personajes que pasan a formar parte de la memoria colectiva de un país, una región o el mundo entero, como ocurre, por ejemplo, con Macondo, Úrsula Iguarán y el coronel Aureliano Buendía, a quienes Dynamo y Netflix darán nueva vida en la serie Cien años de soledad.
Adaptar el icónico libro de García Márquez no será tarea fácil, en parte, por la complejidad misma de la historia, pero el equipo de Dynamo no es ajeno a los retos y los riesgos, vienen tomándolos desde su primera película. “Cuando hicimos Satanás, no sabíamos cómo hacer un presupuesto de cine. Nos tocó empezar de cero. En el caso de Narcos no fue fácil hacer una serie de esa magnitud sobre un tema tan delicado como el narcotráfico con actores que tenían unos acentos que podían jugarnos en contra. Otro gran reto fue lograr traer a Colombia y prestarles servicios de producción a rodajes como Barry Seal, con Tom Cruise, y Proyecto Géminis, con Will Smith. Y la grabación de la serie Frontera verde en el Amazonas también tuvo sus dificultades”, recuerda Calderón.
Estos ejemplos de los retos asumidos por Dynamo no solo hablan de sus apuestas y su compromiso como cuenteros modernos, también del desarrollo de la industria audiovisual en Colombia, gracias al trabajo conjunto entre el sector público y privado. El país ganó el privilegio –y la oportunidad– de poderse narrar. Ese esfuerzo cambió su imagen en el mundo del cine. “Hoy, tú te paras en Hollywood y la gente sabe qué es Colombia, y la ven como un destino para visitar. Eso es gratificante”, concluye Calderón.
*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundación Corona.
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