La confrontación entre Andrés Julián Rendón y Fico Gutiérrez por un impuesto para la seguridad exhibe las fisuras de la derecha antioqueña
El gobernador afirma que un nuevo tributo es la única manera de enfrentar el deterioro del orden público, mientras que el alcalde de Medellín asegura que las empresas no lo aguantarán
La seguridad y la libertad de empresa son dos grandes banderas de la derecha en Colombia. Suelen ir de la mano y ayudan a obtener votos en una región reacia a la izquierda como es Antioquia, hoy en día distanciada del Gobierno nacional. Sin embargo, estas prioridades han colisionado. Un impuesto departamental para fortalecer la seguridad, aprobado el pasado jueves, ha evidenciado las diferencias entre los dos mandatarios más importantes de la región. El gobernador, Andrés Julián Rendón, propuso el tributo y argumenta que es indispensable para enfrentar el deterioro del orden público. El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, responde que las empresas no aguantarán otro impuesto y que el Distrito no colaborará en cobrarlo.
La medida se enmarca dentro de las aspiraciones de la Gobernación de mostrar autonomía ante la Administración de Gustavo Petro y conseguir más recursos propios. Rendón ya había intentado algo similar a principios de año, cuando propuso sin éxito una colecta ciudadana para financiar las carreteras de cuarta generación (4G) del departamento. Ahora, la intención es recaudar un billón de pesos (unos 229 millones de dólares) en los próximos tres años y destinarlo a mejoras como cámaras de vigilancia e iluminación de espacios públicos. El cobro se hará a través de una tasa adicional en los recibos de servicios públicos de los hogares en los estratos 4, 5 y 6 —el 15% de la población— y de los comercios.
El impuesto es, además, un grito de independencia frente a Gutiérrez, que fue candidato presidencial de la derecha en 2022 y fue fundamental en la victoria del gobernador en las elecciones de 2023. Max Yuri Gil, director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, comenta que Rendón busca construir una narrativa propia con la que proyectarse y confrontar con el Gobierno Petro, al que ambos políticos suelen atacar. “Hay una competencia discreta sobre cuál de los dos se perfila como un posible candidato de la derecha para las presidenciales del 2026. Ambos niegan que eso esté entre sus planes, pero creo que dependerá de cómo evolucione la coyuntura”, señala en un mensaje de WhatsApp.
Por ahora, Rendón suma una victoria. Tras semanas de tensión, la Asamblea aprobó el proyecto con 14 votos a favor y 10 en contra: además de los seis diputados del uribista Centro Democrático —el partido del gobernador—, la iniciativa sumó los apoyos de los conservadores, los liberales y la Alianza Social Independiente. Sin embargo, el resultado tuvo un sabor agridulce. El expresidente Álvaro Uribe prefirió mantenerse neutral entre Rendón, miembro de su partido, y Gutiérrez. “Estamos ante dos realidades: necesidades urgentes en materia de seguridad como lo dice el gobernador, por otro lado los contribuyentes muy recargados. Por favor busquen un acuerdo el gobernador Andrés Julián, el alcalde Federico y los gremios que representan a quienes pagarían la sobretasa”, dijo.
El gran costo para Rendón es la relación con los empresarios, una parte esencial de los apoyos de la derecha antioqueña. El Comité Intergremial, que agrupa a 35 asociaciones, señaló en un comunicado que es “un impuesto nefasto” que afectará la competitividad y que se aprobó de forma “arbitraria” y sin concertación. La directora departamental del gremio de comerciantes Fenalco, María José Bernal, enfatiza por teléfono que esto ocurre en un contexto en el que sus afiliados enfrentan “una situación económica sumamente compleja” por decisiones del Gobierno Petro. “Seguimos golpeados por la reforma tributaria que nos clavaron hace dos años. Nos parece incoherente que haya políticos que critican las reformas nacionales y a la par promueven una reforma en Antioquia”, dice. “Celebramos la coherencia de todos los que se opusieron, no solo de Fico [Gutiérrez]”, añade.
Daniel Duque, exconcejal de Medellín por la centrista Alianza Verde, cree que Rendón se pegó un tiro en el pie. “Esto lo va a aporrear. Es una medida antitécnica, impopular, que atenta contra la economía y la creación de nuevos empleos”, apunta por teléfono. Para él, las divisiones tan evidentes reflejan un exceso de confianza de la derecha. “Sienten que tienen todo a favor, que es el momento de ellos”, remarca. “Serían imbatibles si trabajaran juntos para las elecciones de 2026. Pero están cada vez más separados”, agrega.
La analista Nury Gómez, en cambio, apoya el impuesto. Cree que ha tenido fallas de comunicación, pero lo defiende: señala que el Gobierno recortará los fondos para Antioquia en el presupuesto de 2025, que la Alcaldía tiene el doble de recursos que la Gobernación y que la situación de seguridad es cada vez más complicada. “Rendón es más técnico y por eso no le importa tomar decisiones impopulares. La disputa es entre el pragmatismo de obtener recursos y la necesidad de mantener votantes”, resalta.
Ambos lados niegan una ruptura
Tanto el lado de Rendón como el de Gutiérrez niegan una ruptura. José Obdulio Gaviria, exsenador y asesor del gobernador, comenta por teléfono que “se mantiene la calma” entre las administraciones y que “no hay discrepancias en lo sustancial”, en referencia a la seguridad. “Lo que pasa es que Medellín ya tiene establecidos mecanismos de seguridad muy costosos y mecanismos de financiamiento. El departamento no y, además, tiene niveles de endeudamiento muy altos”, dice. Para él, mejoras en la seguridad beneficiarán la economía y, a largo plazo, serán los empresarios “los que más aplaudan” el impuesto. Andrés Bedoya, aliado del alcalde y presidente de la Asamblea, añade en otra llamada telefónica que es importante mantener la unidad: “Si nos dividimos en Antioquia, que es el muro de contención, esto va a ser un festín para la izquierda, para personajes nefastos como Petro o Daniel Quintero [exalcalde de Medellín]”.
La molestia, sin embargo, es evidente. Bedoya reconoce que les sorprendió la decisión del gobernador de insistir con el proyecto y que no se sintieron escuchados. “No es una traición. Pero para mí, personalmente, se puso sobre la mesa una discusión innecesaria. Todos creemos en la seguridad, las diferencias están en la forma. En Creemos [el partido de Gutiérrez] valoramos la búsqueda de consensos”, subraya. Pone en duda que la medida se pueda implementar sin el apoyo de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), una compañía que es propiedad del Distrito y que maneja servicios públicos en todo el departamento: “¿Cómo se va a recaudar si EPM ya dijo que no va a ser parte del ejercicio de liquidación, facturación y recaudo?”. Asegura, además, que “Rendón está en la Gobernación por Fico”, algo con lo que Gaviria disiente. “Ambos le deben la Gobernación y la Alcaldía al pueblo antioqueño, que eligió al mejor gobernador y al mejor alcalde”, responde el asesor de Rendón.
Los influencers afines a cada político han sido menos discretos. Mateo Gómez, Teo Vahos, que ha sido estratega digital de Gutiérrez, señaló en Instagram que el gobernador “ganó [las elecciones] porque le agarraron la manito” y cuestionó que sus diputados estén dedicados “a cagarse en la gente de Antioquia y en el legado de Uribe y Fico”. “Esto le tiene que costar al Centro Democrático en el 2026 (...). Voy a ser un aliado para que todos se den cuenta de los nombres y hojas de vida de las personas que van a hacer que suban los servicios el año entrante”, advirtió. Gloria Jaramillo, Tyche, cercana a Rendón, le respondió a través de X: “Ver al supuesto estratega digital de un alcalde, amenazando al gobernador, es demasiado bajo… bienvenidas las bodegas”.
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