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¿Corrupción en la policía de Medellín? Huye a Miami el estadounidense acusado de pederastia

La Procuraduría abre una investigación por posibles irregularidades contra los oficiales que dejaron libre a Timothy Alan Livingston tras ser descubierto con dos niñas de 12 y 13 años en un hotel de lujo

Timothy Alan Livingston
Timothy Alan Livingston, estadounidense encontrado con dos menores de edad en el hotel Gotham, en Medellín.RR. SS.
Santiago Triana Sánchez

El caso del ciudadano estadounidense Timothy Alan Livingston, de 36 años, quien fue descubierto por la Policía junto a dos niñas de 12 y 13 años en un hotel de lujo en Medellín el jueves santo se ha convertido en la manifestación de un problema tan grande como complejo. Todavía en medio de la indignación que ha suscitado el hecho mismo y la posterior salida de Livingston de Colombia sin responder por sus actos, ahora la Procuraduría General de la Nación ha anunciado una indagación por posibles irregularidades contra los policías que dejaron en libertad al hombre, que, ante la oportunidad, abordó un avión con rumbo a Florida (Estados Unidos) el viernes.

Este martes, el organismo de control ha anunciado la indagación contra un número aún no revelado de funcionarios pertenecientes a la Policía del Área Metropolitana del Valle de Aburrá “por presuntas irregularidades en la diligencia de captura y traslado” de Livingston, acusado de acceso carnal abusivo con dos menores de edad. La entidad agrega que serán analizadas “posibles irregularidades en los procedimientos” que hicieron los servidores públicos que estaban encargados de la custodia del estadounidense, aparte de las acciones para la verificación y captura por el posible delito o una posible omisión en las gestiones para eso.

La Procuraduría, además, no descarta la posibilidad de que más personas, miembros de otras entidades del Estado, hayan participado en la liberación de Livingston: “Los policías pudieron incurrir en falta disciplinaria, pero se indagará si es necesario vincular o determinar la existencia de más personas adscritas a otras entidades, quienes igualmente pudieron participar en los hechos que permitieron que el presunto agresor saliera posteriormente de Colombia hacia Estados Unidos”, dice un comunicado. Aunque el principal indicio apunta a una posible falta disciplinaria, no se descarta que los hechos hayan sido ajenos a su responsabilidad.

Nuevos detalles sobre el hallazgo en el hotel

De acuerdo con el relato de un trabajador del hotel Gotham, en el que ocurrieron los hechos, Livingston se valió del cambio de turno del guardia de seguridad, alrededor de las cuatro de la mañana del jueves, para entrar con las dos niñas al lugar, según recoge el diario El Tiempo. El empleado también aseguró que la Policía descubrió al hombre y a las dos niñas vestidos con traje de baño en el jacuzzi de la habitación. Además, dice que en el lugar había colillas de cigarrillos de marihuana, rastros de tusi ―una droga conocida como cocaína rosada― y varios preservativos usados. Aun con esas evidencias, los oficiales de policía no presentaron a Livingston ante la Fiscalía.

Sin embargo, también ha trascendido un video de seguridad en que se ve a las dos niñas entrar en el ascensor del hotel y despedirse de alguien a quien no se alcanza a identificar (presuntamente Livingston) antes de empezar a contar unos billetes. No estaban acompañadas por ningún oficial de policía. Según se ve en la información de las imágenes, eso ocurrió a las 5.23, casi una hora y media después del momento en que, de acuerdo con los testimonios, el estadounidense se valió de la ausencia de un vigilante para entrar en el Gotham.

Horas antes, la noche del 27 de marzo, Livingston ya había intentado entrar en el hotel con dos acompañantes que se identificaron como mayores de edad. Sin embargo, un vigilante, al sospechar que en realidad se trataba de menores de edad, le impidió el ingreso. El grupo Casacol, regente del hotel Gotham, aseguró que el estadounidense “burló y violó” los protocolos de seguridad, y aseguró que todas las reservas para ingresar en la vivienda turística se hacen a través de la plataforma Airbnb, en la que, dice, exigen a los usuarios que acepten las políticas contra el turismo sexual, la explotación infantil y el consumo de drogas.

El conocimiento público del presunto abuso por parte de Livingston ha hecho mucho más visible el problema del turismo sexual en Medellín y lo ha convertido en un asunto más trascendental. El lunes, después del escándalo que duró todo el fin de semana, el alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez, definió este caso como “la punta de iceberg” de una realidad mucho más compleja, y anunció dos decretos con los que busca proteger a las personas que son víctimas de la red de trata de personas que, según dijo, opera en el barrio El Poblado. Esos decretos prohíben la oferta de servicios sexuales en esa zona de Medellín por seis meses y limitan los horarios de los bares y establecimientos que venden licor hasta la una de la mañana por un mes.

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Sobre la firma

Santiago Triana Sánchez
Periodista de EL PAÍS en la edición América Colombia. Ha pasado por la sección de Cultura y por la redacción del Diario AS, en Madrid. Es egresado de Periodismo de la Universidad Javeriana y Máster en la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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