Una calle en Bogotá simboliza el acercamiento entre Palestina y Colombia

En medio del barrio La Cabrera, uno de los sectores más exclusivos de Bogotá, en la calle 86 con carrera séptima, ondeó la bandera de Palestina este miércoles. Luego sonó su himno. Fue la inauguración del nuevo nombre de esta calle: Estado de Palestina. Gracias a la gestión de la concejala Ana Teresa Bernal, muy cercana al presidente Gustavo Petro, y tras el impulso de otros ediles durante siete años, el Concejo de la ciudad aprobó una denominación que motivó el acto simbólico.

No fue un acto menor. La jornada contó con la participación del canciller palestino, Riyad Al-Maliki, y del embajador palestino, Raouf Almalki, y de miembros de una delegación diplomática venida de otros países de Latinoamérica, como Brasil y Argentina. En diálogo con EL PAÍS, Al-Maliki señaló su alegría por la mejoría de la relación bilateral con la Administración de Gustavo Petro, y señaló que desde presidencia hay instrucciones claras para que la política exterior refleje las relaciones amistosas entre los dos Estados.

Como parte de su visita a Colombia, en horas previas a la inauguración, el canciller sostuvo una reunión privada con Petro. En ella afinaron detalles de unos acuerdos bilaterales que se firmarán este jueves. El primero de ellos es la exención del visado diplomático, lo que busca facilitar las visitas de los funcionarios. Otro es de cooperación técnica, que se hará a través de la Agencia Palestina para la Cooperación Internacional (PICA), con capacitaciones en temas como agricultura y salud. Uno más es de educación, con el que se pretende que, de aquí en adelante, el intercambio de estudiantes sea más accesible y se avance en creación de cursos de Oriente Próximo en Colombia, a la par que se estimulará la articulación en áreas de investigación. Todo ello refuerza el reconocimiento de Palestina como un Estado con una institucionalidad sólida y legítima en áreas variadas.

La concejala Bernal, del partido gobiernista Colombia Humana, asegura que la falta de voluntad y algunos obstáculos de trámite retrasaron este paso simbólico que, para ella, es crucial en la construcción de paz, una lucha que une a los dos pueblos. “Debemos apoyar los esfuerzos de paz entre Israel y Palestina”, agregó.

No es nueva la afinidad de Petro con la causa palestina: como alcalde de Bogotá hermanó a la capital de Colombia con Ramala, sede del Gobierno palestino. Sin embargo, en el último semestre en dos ocasiones Colombia no ha votado en respaldo de Palestina en espacios internacionales. Por ejemplo, en la ONU se abstuvo de votar contra las violaciones de derechos humanos de Israel sobre los territorios ocupados. Al respecto, Petro dijo que las decisiones de los diplomáticos encargados fueron contrarias a sus orientaciones, por lo que con el nuevo acercamiento finalmente refleja el sentir del presidente.

Para el analista político Mauricio Jaramillo Jassir, esa discordancia entre parte del cuerpo diplomático y el presidente va más allá del tema palestino. “Petro tiene muchas ideas en términos de políticas exterior, pero no parece estar acompañado por un canciller que pueda llevarlas a la práctica”, dice. Señala que el acercamiento entre los dos pueblos es histórico, pues en Colombia hay una diáspora palestina importante que ha sido invisibilizada. Justamente en ese punto hicieron hincapié los diplomáticos en sus discursos de la ceremonia de bautizo de la calle, pues recordaron que a Colombia hay migración de este pueblo desde el siglo XIX.

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