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Las antiguas FARC denuncian ante Petro que los disidentes los siguen atacando

Timochenko acusa a las disidencias de la guerrilla de atacar a quienes se acogieron al proceso de paz en 2016

Rodrigo Londoño, también conocido como Timochenko, último jefe de las FARC, camina fuera de la Casa de Nariño en una de las marchas a favor de las reformas de Gustavo Petro, el 14 de febrero.
Rodrigo Londoño, también conocido como Timochenko, camina por el centro de Bogotá en una marcha a favor de Petro, en febrero de 2023.Fernando Vergara (AP)
Juan Diego Quesada

Las antiguas FARC le han enviado este miércoles una señal de socorro a Gustavo Petro. Rodrigo Londoño, el último líder de la guerrilla reconvertido ahora en cabeza de un partido que se llama Comunes, le ha advertido al presidente que la implementación de los acuerdos de La Habana corren serio peligro por la violencia. Organizaciones disidentes como la del Estado Mayor Central, con las que Petro va a abrir en breve un diálogo, acosan y persiguen a los excombatientes que dejaron las armas y se reintegraron a la vida civil, según Londoño. “Su Gobierno no atiende nuestros llamados”, se queja.

Los guerrilleros que se desmovilizaron han sido masacrados. Según la ONU, 348 hombres y mujeres han sido asesinados desde 2016, cuando se firmó el acuerdo. Muchos de ellos no tenían dónde ir después de haberse pasado toda la vida en las FARC y fueron a parar a unos lugares habilitados conocidos como ETCR, unos espacios de reincorporación. Ahí están siendo hostigados por grupos como el Estado Mayor Central, integrado por guerrilleros que no se acogieron al proceso de paz de entonces, aunque han decidido ahora dialogar con Petro.

Londoño apoya esas conversaciones, pero siempre y cuando respeten la vida de los miembros que integraron su ejército rebelde. Responsabiliza a ese grupo, encabezado por Iván Mordisco, de desplazar a 200 familias en la zona de Mesetas-Meta y señala que la situación en varios espacios de reincorporación es grave. “En Mesetas la orden fue perentoria de abandonar el territorio, pero en Carrizal y en Remedios, Antioquia, hay un desplazamiento silencioso, en Arauca, confinamiento”, explica sobre lo que ocurre en otras partes del país.

Londoño los acusa de querer “hacer trizas” el acuerdo de paz, una expresión que usa la derecha del país que se opuso a la negociación con la guerrilla. Le sorprende que todo esto pase con “el conocimiento de funcionarios de su gobierno”, dice interpelando directamente al presidente Petro. A continuación, le solicita de manera “urgente” que los reciba para que puedan exponer su punto de vista sobre la implementación del acuerdo de paz y algunas propuestas.

En campaña electoral ni Petro ni Francia Márquez recibieron a Londoño, pese a que él lo solicitó por carta. El propio Londoño reconocía a este periódico que lo mejor para los intereses de la izquierda en las urnas es que esa foto no se produjera. Después de décadas de guerra, asesinatos y secuestros, los dirigentes de la guerrilla no están bien vistos por la mayoría de la sociedad. El partido Comunes ha obtenido senadores en el Congreso de forma automática, porque así venía reflejado en el acuerdo, pero difícilmente los conseguirá cuando tengan que presentarse a las próximas elecciones como un partido más.

Uno de esos senadores que ahora mismo pertenece a la Cámara, Julián Gallo, apoyó las quejas de Londoño. “Es inaceptable que mientras Gobierno Nacional anuncia inicio de conversaciones con las llamadas disidencias, estos grupos sigan asesinando, desplazando y amenazando los firmantes de paz”, escribió en Twitter. Gallo le pide a Petro que exija suspender cualquier forma de violencia del Estado Mayor Central contra los firmantes de paz. Sin seguridad “no habrá paz total”, sentenció.

Esto ocurre dos días después de que Petro anunciase que se va a sentar a negociar con ese grupo armado. El fiscal general suspendió las órdenes de captura contra 19 miembros de esa disidencia, tantos como frentes tiene. El Estado Mayor Central lo lideran guerrilleros que no quisieron firmar el acuerdo de 2016. En cambio, parece que Petro no va a negociar un nuevo pacto de paz con las disidencias lideradas por otros que sí se acogieron al proceso, pero que desertaron por el camino, como hizo la Segunda Marquetalia, que encabeza Iván Márquez. Londoño, hace un mes, habían pedido el mismo tratamiento a los dos grupos armados. Sin embargo, Petro no le escuchó y por ahora la negociación de paz se restringe a los primeros, mientras que para loa segundos aplicaría el sometimiento o acogimiento a la ley.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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