Esta isla no se toca
Ambientalistas se oponen a la construcción de una estación guardacostas financiada por el Gobierno de EE UU en el parque natural de la isla Gorgona
La isla Gorgona es una joya natural de origen volcánico, cubierta de una exuberante selva tropical, rodeada de montañas y refugio de ballenas jorobadas entre otras especies marinas en el océano Pacífico.
La construcción allí de un complejo militar por parte de la Armada despertó el rechazo de ambientalistas que interpusieron una acción popular en noviembre para detener las obras, al tiempo que le exigen al mandatario Gustavo Petro congruencia con su programa medioambiental. Los querellantes esperan que un juez tome una medida cautelar y detenga la construcción en curso ante el impacto ecológico.
Más pequeño que el archipiélago de Galápagos, reserva mundial de la biosfera situada a 1.400 km al oeste, el parque natural Gorgona es una zona protegida de 60.000 hectáreas que alberga varias especies endémicas. La reserva emergió de los restos de una cárcel que infundió terror en Colombia.
Desde los años sesenta hasta su cierre en 1984, los criminales más peligrosos fueron recluidos allí y sometidos a torturas. Hoy los turistas sustituyen a los presidiarios, atraídos por arrecifes de coral, animales exóticos y la espesura del bosque a 64 km de tierra firme.
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