El español viaja por el mundo con las series
El Instituto Cervantes analiza en un libro la expansión de la lengua a través del medio audiovisual
Un total de 595 millones de personas hablan español en todo el planeta. Según los datos del anuario El español en el mundo de 2022, es la lengua materna de 496 millones de personas, a las que se suman otros casi 100 millones entre estudiantes y personas con una competencia limitada. El estudio Nuevo nuevo mundo, que el Instituto Cervantes puso en marcha en colabo...
Un total de 595 millones de personas hablan español en todo el planeta. Según los datos del anuario El español en el mundo de 2022, es la lengua materna de 496 millones de personas, a las que se suman otros casi 100 millones entre estudiantes y personas con una competencia limitada. El estudio Nuevo nuevo mundo, que el Instituto Cervantes puso en marcha en colaboración con Netflix, recoge en un amplio tomo cómo el momento dorado que vive el audiovisual español en el mundo ha ayudado no solo a esa expansión, sino también a que a través de las series y películas cambie y se actualice la idea que en otros países tienen de la cultura y la sociedad española.
“Hoy en día, el prestigio de una lengua, que es el prestigio de su cultura, no se asienta solo en su acervo literario, sino también en su creación audiovisual”, dice en la introducción del libro el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien destaca el papel del audiovisual como “vehículo imprescindible para fomentar el interés por nuestro idioma y nuestra cultura”. El volumen Nuevo nuevo mundo no solo hace una radiografía de la acogida de la producción audiovisual española en países como Japón, India, Serbia, Estados Unidos, Egipto y Brasil. También analiza el punto en el que se encuentra la ficción televisiva española y el camino recorrido hasta aquí.
Uno de los aspectos en los que hacen hincapié sus autores (uno diferente para cada capítulo) a la hora de explicar cómo se ha llegado hasta el momento actual es en recordar que antes de La casa de papel ya hubo títulos como El tiempo entre costuras, Los Serrano, Aquí no hay quien viva o Vis a vis que triunfaron en tierras niponas, serbias o egipcias. “En nuestras bibliotecas, cuando había material audiovisual en DVD, uno de los préstamos que más se hacían era de la serie Isabel”, recuerda a EL PAÍS Raquel Caleya, directora de Cultura del Instituto Cervantes.
Otras ficciones clave en la expansión del español por el mundo son las telenovelas. A Japón, por ejemplo, los seriales latinoamericanos empezaron a llegar a finales del siglo XX por canales de cable, y se emitían narrados por una voz, normalmente masculina, que, como si de un traductor simultáneo se tratase, explicaba en japonés los diálogos de los personajes. Un pueblo bosnio provocó una crisis gubernamental cuando la televisión serbia les cortó en los años noventa, en plena guerra, la señal pirateada por la que veían la serie venezolana Kassandra. Esa misma telenovela se programó en los horarios de tregua bélica durante el conflicto de Kosovo para que tanto el bando serbio como el albanés pudieran verla. Eran ficciones que se emitían en versión original subtitulada y la sencillez de sus diálogos facilitó que sus espectadores aprendieran un vocabulario básico en español.
La idea de hacer este estudio nació durante la pandemia y responde a la inquietud del Instituto Cervantes por atender a los fenómenos del español en diferentes disciplinas de la difusión cultural, desde el cine hasta la música y las series. En conversaciones con Netflix para encontrar vías para colaborar, surgió la idea de hacer este análisis, que se cierra con dos capítulos dedicados a reflexionar sobre las variedades del español que se han impuesto gracias al audiovisual y cómo aprovechar las plataformas digitales para la enseñanza y aprendizaje de segundas lenguas.
La elección de los países estudiados responde a diferentes criterios. Desde el Instituto Cervantes eran conscientes de los éxitos de procedencia española que habían arraigado en Serbia, donde títulos como Compañeros, Un paso adelante, Los hombres de Paco, Sin tetas no hay paraíso o Águila roja contaron con muy buena acogida. Los Serrano incluso tuvo su propia versión, de gran éxito en el país. Además, la ficción ayudó a cambiar la idea que sus ciudadanos tenían de España. El comunismo fomentó allí una visión romántica de España apoyada en la lucha republicana contra las fuerzas fascistas. También contó con gran popularidad el realismo mágico latinoamericano. Ahora, la imagen que los serbios tienen del país ha cambiado hacia un ejemplo de cómo llevar a cabo una transición de forma serena hacia una democracia moderna, según recoge el libro.
India fue otro de los objetos de interés por el gran crecimiento del español en ese territorio: “Nuestro centro de Delhi es uno de los que más matrículas tiene y el interés por el español es cada vez mayor”, explica Caleya. El éxito de La casa de papel allí fue tal que, durante el primer confinamiento, las autoridades policiales de Bombay publicaron en Twitter un meme, que se hizo viral, con el rostro de El Profesor para subrayar la importancia de quedarse en casa.
En Japón, El tiempo entre costuras logró audiencias similares a las de Downton Abbey. Los dramas históricos Isabel y Carlos, Rey Emperador y la película La corona partida tuvieron una gran aceptación por el conocimiento que los japoneses tienen de los personajes protagonistas por la relación de Isabel la Católica con el descubrimiento de América. Y La casa de papel atrajo al público nipón al reunir muchos iconos españoles, desde las caretas de Dalí, pintor bien conocido allí, hasta el carácter impulsivo y pasional con el que los japoneses identifican a los españoles, según se explica en el capítulo dedicado a este país en el libro. En Brasil, El tiempo entre costuras sirvió de avanzadilla y La casa de papel supuso el avance definitivo hacia la introducción de un mayor número de series españolas a finales de la década pasada. Títulos como Élite, Las chicas del cable o Merlí también gozaron de gran popularidad en el país.
La mezcla de géneros tan característica de la ficción televisiva española, donde drama y suspense pueden convivir con el romance y la comedia sin problema, atrae a los espectadores egipcios, que encuentran en la sociedad mediterránea reflejada en esas series una realidad cercana a la suya. De La casa de papel, por ejemplo, valoraron el modelo de rebeldía que representaba, que tenía lugar en un ambiente más liberal y abierto que el que muestran muchos de los productos norteamericanos. Otra de las series españolas que han contado con buena acogida en Egipto en los últimos años ha sido Vis a vis, de la que destacaban tanto la ambientación carcelaria como los abundantes desnudos y el tratamiento de la homosexualidad, un tema tabú en el país.
“No pretendíamos, ni podemos hacerlo, un estudio dirigido para decir que estamos en la cima de la difusión del español gracias al audiovisual. Queríamos aterrizarlo y contar que no es solo La casa de papel, que viene de una tradición, que hay muchas cosas que analizar”, reflexiona Caleya. La intención del Instituto Cervantes es ampliar el estudio realizado a otros lugares que no han tenido cabida en esta entrega, como China y Corea.
Las variedades del español
Uno de los capítulos, escrito por Francisco Moreno Fernández, se centra en las variedades del español que se hablan en el cine y las series que viajan por el mundo. El autor destaca cómo la globalización ha propiciado la consolidación de un “español neutro” que se ha ido construyendo a través de las producciones audiovisuales de las grandes empresas de comunicación, una versión que, siendo de muchos lugares, se entiende en todos sin que las diferencias resulten extrañas.
La tendencia opuesta es la de mostrar el realismo lingüístico de cada región. Entre una y otra corriente se sitúan fenómenos como las telenovelas, que han recurrido a la neutralización del español para poder comercializarse con más facilidad. Sin embargo, gran parte del éxito de las telenovelas radica precisamente en su diversidad lingüística y sociolingüística. Otro punto interesante de este estudio es el que refleja cómo Netflix ha optado por la diferenciación entre un español de España y otro latinoamericano, aceptado por los hispanoamericanos en general aunque no sea propio, y que facilita la cohesión de la lengua.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.