Utah limita por ley el uso de las redes sociales a los menores de edad
Los adolescentes no podrán usar las aplicaciones entre las 22.30 y las 6.30 horas, según la norma
Los menores de edad necesitarán el consentimiento de sus padres para usar redes sociales como Instagram o TikTok en Utah. Además, no podrán utilizarlas de 22.30 de la noche a 6.30 de la mañana, según dos leyes firmadas este jueves por el gobernador republicano del Estado, Spencer Cox. La conservadora Utah se convierte en el primer estado de Estados Unidos en imponer límites de este tipo que tratan de prevenir los trastornos que puede provocar un uso excesivo de las redes a los más jóvenes. Otros estados trabajan en propu...
Los menores de edad necesitarán el consentimiento de sus padres para usar redes sociales como Instagram o TikTok en Utah. Además, no podrán utilizarlas de 22.30 de la noche a 6.30 de la mañana, según dos leyes firmadas este jueves por el gobernador republicano del Estado, Spencer Cox. La conservadora Utah se convierte en el primer estado de Estados Unidos en imponer límites de este tipo que tratan de prevenir los trastornos que puede provocar un uso excesivo de las redes a los más jóvenes. Otros estados trabajan en propuestas similares.
Las restricciones, que entrarán en vigor el 1 de marzo de 2024, han sido aprobadas por un parlamento estatal de mayoría también republicana y son el último ejemplo de la preocupación por los efectos nocivos que puedan tener las redes sociales. Según Cox, hay estudios que demuestran que el tiempo que pasan los niños usando las redes sociales provoca “problemas de salud mental”. “Seguimos siendo muy optimistas de que podremos aprobar, no solo aquí en el estado de Utah, sino en todo el país, una legislación que cambie significativamente la relación de nuestros hijos con estas aplicaciones de redes sociales tan destructivas”, dijo.
La nueva normativa obligará a las compañías tecnológicas a exigir a los usuarios que proporcionen su edad al registrarse. En el caso de los menores de edad, necesitarán de consentimiento paterno. Las empresas tienen prohibido recopilar datos de menores de 13 años sin el consentimiento paterno en virtud de una ley federal. Por este motivo, las redes sociales ya prohíben que se registren en sus plataformas, pero los niños pueden eludirlo fácilmente, tanto con el consentimiento de sus padres como sin él, así que el reto es aplicar la nueva normativa. Las autoridades de consumo estatales deben establecer aún la forma en que las redes sociales tendrán que verificar tanto la edad como el consentimiento.
La División de Protección del Consumidor deberá “establecer formas o métodos de identificación aceptables, que podrán no limitarse a una tarjeta de identificación válida expedida por una entidad gubernamental”, según el texto de ley, de 16 páginas, que se aplica a las redes sociales que tengan más de cinco millones de usuarios en todo el mundo. Por supuesto, afecta a todas las grandes como TikTok, Facebook, Instagram, Youtube, Twitter, SnapChat... Las firmas tecnológicas pueden usar las amenazas a la privacidad para recurrir la ley.
Las empresas de redes sociales estarían obligadas a facilitar a los padres o tutores una contraseña que les permita acceder a la cuenta de sus hijos y poder ver todas las publicaciones que el menor realice en la plataforma y todas las respuestas y mensajes que envíe o reciba, según el texto.
La nueva regulación establece que las redes sociales deben impedir por defecto que las cuentas de menores de 18 años se usen entre las 22.30 y las 6.30 horas. Los padres o tutores, sin embargo, podrán modificar o eliminar ese límite.
Una segunda ley hace a las empresas de redes sociales responsables de cumplir esas exigencias y establece multas por su incumplimiento. Esa norma, de 13 páginas, fija también multas de 250.000 dólares por cada práctica, diseño o característica de una red social que se demuestre que ha provocado adicción, más 2.500 dólares por cada menor expuesto a la misma. Los menores y sus padres podrán demandar a las compañías por el daño que les provoque el uso de las redes sociales, según esa norma.
Salud mental
El gobernador de Utah firmó las leyes el mismo día en que el jefe de TikTok testificó ante el Congreso tanto sobre los riesgos de seguridad que implican los vínculos de su empresa con el Gobierno chino como sobre los efectos de TikTok en la salud mental de los adolescentes. Las grandes tecnológicas están en el punto de mira por esa causa. Las autoridades sanitarias han publicado datos alarmantes sobre tendencia a la depresión y pensamientos suicidas entre los jóvenes. Las escuelas públicas de Seattle han demandado a las tecnológicas acusándolas de provocar graves problemas de salud mental entre los jóvenes con aplicaciones adictivas que explotan el sistema de recompensas del cerebro de los jóvenes para que estos vuelvan una y otra vez a las plataformas y les generan ansiedad, depresión y pensamientos suicidas.
Redes sociales como YouTube, Twitter y Facebook también han estado en el punto de mira por la desinformación, la incitación al odio y las preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios. La inteligencia artificial y nuevas herramientas están provocando que bulos con apariencia cada vez más creíble se extiendan. Estos días han circulado imágenes falsas de Donald Trump detenido a la fuerza por la policía de Nueva York o de Vladimir Putin encarcelado.
Otros estados republicanos, como Arkansas, Texas, Ohio y Luisiana, tienen propuestas similares en preparación, junto con la demócrata Nueva Jersey, informa AP. California, por su parte, promulgó el año pasado una ley que obliga a las empresas tecnológicas a anteponer la seguridad de los niños, prohibiéndoles elaborar perfiles de menores o utilizar información personal de forma que pueda perjudicarlos física o mentalmente.
Las leyes son el último esfuerzo de los legisladores de Utah centrado en los niños y la información a la que pueden acceder en línea. Hace dos años, Cox firmó una ley que instaba a las empresas tecnológicas a bloquear automáticamente la pornografía en los teléfonos móviles y tabletas que se vendieran, citando los peligros que suponía para los niños. Ante la preocupación por su aplicación, los legisladores de este estado profundamente religioso revisaron la ley para impedir que entrara en vigor a menos que otros cinco estados aprobaran leyes similares.
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