Pedro Sánchez: “La formación en igualdad les vendría bien a algunos operadores del Derecho”
El presidente del Gobierno defiende el modelo de lucha contra la violencia de género español como “el mejor del mundo” durante el acto del 20º aniversario de la ley integral
“Si hay un silencio que hay que romper hoy es el de los hombres”. Con esta frase, pronunciada durante el acto multitudinario para conmemorar el 20º aniversario de la ley integral contra la violencia de género, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado la que considera una de las cuestiones más urgentes y más necesarias para la sociedad, y el objetivo último con el que se aprobó la norma durante la presidencia del también socialista José Luis Rodríguez Zapatero: acabar con la violencia contra las mujeres.
Sánchez, que ha sido el encargado de cerrar un acto al que han asistido decenas de mujeres y hombres que trabajaron para sacar adelante esa norma, ha recordado cómo la ley se tramitó con tres ejes que “parecían inalcanzables” entonces. Uno, entender que esa violencia “es una violencia estructural anclada al machismo”; dos, “sacarlo del ámbito privado, que la vergüenza cambiara de bando”; y tres, “implicar a todos en un mismo frente contra la violencia”.
Con “todos”, el presidente se refería a todos los que en algún momento trabajan en ese ámbito, desde la policía, el personal médico, los servicios sociales o el sistema de justicia. “La formación en igualdad les vendría bien a algunos operadores del Derecho”, ha dicho también, haciendo alusión “a las últimas semanas”. En las últimas semanas se hizo público el interrogatorio del juez Carretero a Elisa Mouilaá, y ahora la decisión de una jueza de denegar, hace justo una semana, medidas de protección a Catalina.
Medidas que ella pedía y que la Policía pidió. Catalina fue asesinada la madrugada de este domingo en su casa en Benalmádena por su ya expareja, por ese hombre contra el que pidió protección a la Justicia y la Justicia no la protegió. Ni a ella ni a sus cuatro hijos que quedan huérfanos, tres de ellos menores.
Ellos, y ella, han sido este lunes el símbolo de las 1.295 mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o exparejas desde que existe registro, en 2003, y de los 474 menores cuyos padre o padrastros asesinaron a sus madres, 474 solo desde que se recogen datos oficiales, en 2013. Porque antes hubo muchos otros, y muchas otras, y no solo menores.
Tal vez una de las más conocidas y que jamás formó parte de las estadísticas es Raquel Orantes, la hija de Ana Orantes, la mujer que la periodista Sandra Sabatés, conductora del acto en el Museo Reina Sofía, ha nombrado para contar cómo “puso el cuerpo, puso la voz” para que ese “asunto oscuro, invisible, oculto” que era la violencia machista en aquel momento, en 1997, se convirtiese en un asunto social, y político.
Raquel, su hija, hoy presente en el acto, ha dicho ser “consciente de la gratitud” de miles de mujeres “de todas partes del mundo” hacia su madre por ese acto de “valentía” que fue hablar frente a una cámara de televisión en aquel momento: “Mujeres que son valientes cuando deberían ser libres”. Y ha recordado cómo, institucionalmente, ella y sus hermanos estuvieron “solos”, cómo son “los grandes olvidados” los hijos e hijas de las mujeres asesinadas dentro de la lucha contra la violencia: “Nosotros ni siquiera éramos víctimas, lo fuimos a posteriori, con la creación de esa ley integral. Algún ministro aún recuerdo que dijo que era un hecho aislado. Son ya casi 1.300 hechos aislados”.
Eso que recordaba Raquel Orantes, esa incomprensión de la violencia por parte de un representante político, y su negación como violencia estructural, podía llegar a ser, hace casi 25 años, comprensible en una España en la que aún se hablaba de crímenes pasionales y se decía que eran “cosas de casa”. Ahora, ha añadido también ella, sigue habiendo quien quiere devolver esa violencia “al ámbito doméstico”.
Sánchez también ha hecho alusión a ello: “La unanimidad [con la ley] fue un mensaje contundente a toda España, que estábamos juntos y juntas por esto, y se escuchó en España y en todo el mundo. La primera ley integral contra la violencia de género hizo historia, de la buena, y un mes después con la entrada en vigor comenzamos a escribirla. Por desgracia, un consenso tan amplio hoy no parece posible, el negacionismo de la ultraderecha cuenta con importantes tribunas de poder y se dedican a infligir más dolor a las víctimas, cuando hablan, por ejemplo, de denuncias falsas. Bulos que se expanden por internet y llegan a los móviles de nuestros hijos, voces que sacian el éxito profesional y personal con una idea frágil y tóxica de la masculinidad, voces que llevan a muchos hombres a basarse en la antigua idea del sometimiento a las mujeres. Pero los y las feministas somos muchos más”.
Para él son ahora, sobre todo “los hombres” quienes, después de la ruptura del silencio que han hecho las mujeres, en España y en decenas de países, deben hacer lo mismo: “Este silencio debe terminar porque sigue siendo un silencio atronador”. Y ha agradecido la ley al expresidente, José Luis Rodríguez Zapatero, sentado en la primera fila de un auditorio lleno de personalidades y profesionales en violencia machista. Zapatero que, poco antes, sobre el escenario, contaba que la ley fue “una ley política en el más profundo y noble sentido de la palabra, fruto de escuchar, del clamor de la sociedad”.
En el Congreso, esa norma se aprobó el 7 de octubre de 2004 poco después de las 12 de la mañana. Así lo contó la periodista Charo Nogueira en este periódico: “Los aplausos estallan antes de que se anuncie el resultado. En el panel luminoso se leen 320 síes y 320 votos emitidos. Las casillas del no y de la abstención están apagadas. Una explosión de júbilo y otra de alivio recorren los escaños del PSOE, con sus diputados en pie. El proyecto de ley orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género queda aprobado por unanimidad, tal como anunciará instantes después el presidente del Congreso, Manuel Marín”.
El expresidente ha recordado que prometió que esa sería la primera ley de su legislatura: “Ese compromiso fue fruto de un sentimiento muy intenso. ¿Qué era lo mejor que estaba cambiando en la democracia? Sin duda, la puesta en pie, el caminar libre de las mujeres en todos los ámbitos. ¿Y qué era lo que más nos podía dignificar en el mundo? Ser el país que liderase la igualdad. El mayor ataque a la igualdad, es la violencia”, ha manifestado el expresidente. Y ha aludido al actual contexto político global: “El machismo es una de las manifestaciones del autoritarismo más históricas, la reacción de pulsión autoritaria centra su atención en contra de la igualdad, porque sin duda no hay nada más democratizador y civilizatorio que la igualdad. El feminismo no es de una u otra ideología política, sino un estado avanzado de la civilización”.
Tanto el expresidente como el presidente y la ministra de Igualdad han apuntado al presente a través del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, en cuya renovación se encuentran ahora inmersos; esta misma tarde se reúne la subcomisión en el Congreso encargada de ese texto que podría quedar listo hoy.
Sánchez ha hablado de 400 nuevas medidas: “Destinadas a proteger a los menores, a combatir la violencia económica, digital, la trata de mujeres y de niñas, los matrimonios forzados. Vamos a trabajar para que esa renovación del Pacto salga adelante, porque es justo e imprescindible, y prioritario. Hace 20 años España dio un paso de gigante para erradicar esta violencia. Por las que sobrevivieron y por las que hoy la sufren, luchemos por esta causa hasta el último aliento”, ha dicho Sánchez. Y Redondo, la ministra de Igualdad, ha asegurado “confiar en que la inmensa mayoría social sea capaz de superar el negacionismo”.
El acto del aniversario
En el acto, que ha durado poco más de dos horas, han estado varios ministros y ministras, entre ellos la ministra de Igualdad, Ana Redondo; la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen; la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz; la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, y el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo; además de otros exministros y exministras socialistas, pero ningún representante de la coalición de Gobierno actual y solo la responsable de Feminismos de Podemos por la anterior coalición. La ausencia de representantes del Ministerio de Igualdad de la anterior coalición, en cuyo mandato se aprobó la Ley de Libertad Sexual, se amplió el servicio del 016 y el de las pulseras antimaltrato y se activaron los comités de seguimiento de los asesinatos de violencia machista, ha sido notable.
Para hablar de la norma se han sucedido dos mesas. La primera, bajo el título No es solo una ley, es una demanda social”, ha sido moderada por Violeta Molina, la periodista especializada en igualdad de la Agencia EFE, y en ella se han sentado la diputada ponente de la Ley en el Congreso, Mariví Monteserín; María Durán de Themis por los movimientos sociales; y Raquel Orantes, en representación de las víctimas. La segunda, moderada por la conductora del acto, Sandra Sabatés, han hablado Ana Redondo y José Luis Rodríguez Zapatero.
Se ha realizado un homenaje a las mujeres víctimas de la violencia machista a través de la pantalla –en la que se han sucedido los nombres de las 1.295 mujeres asesinadas que se contabilizan oficialmente hasta ahora–, y a través de la voz, con las actuaciones de Valeria Castro y Lourdes Pastor, y la poeta Elsa Moreno. Y se han entregado 94 medallas a las personas que de una u otra forma contribuyeron a la aprobación legislativa de la ley, desde Ana Orantes –cuya medalla ha recogido Raquel, su hija–, a Soledad Murillo, exsecretaria de Igualdad, Miguel Lorente, el primer delegado del Gobierno contra la violencia machista, o Ana María Pérez del Campo, una figura histórica del movimiento feminista en España, presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas desde 1987.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.