Juul indemnizará con 439 millones de dólares por la venta en EE UU de cigarrillos electrónicos a adolescentes
El acuerdo judicial es producto de una demanda conjunta a la empresa por parte de 33 estados y de Puerto Rico
La estrategia comercial de Juul para seducir a los adolescentes le ha salido cara a la popular marca de cigarrillos electrónicos. La firma tendrá que pagar 438,5 millones de dólares (442 millones de euros) a 33 estados de Estados Unidos, así como a Puerto Rico, como consecuencia de un acuerdo judicial alcanzado este martes entre ambas partes.
Los demandantes reclamaban responsabilidad en la adicción de menores de edad a sus productos de vapeo con al...
La estrategia comercial de Juul para seducir a los adolescentes le ha salido cara a la popular marca de cigarrillos electrónicos. La firma tendrá que pagar 438,5 millones de dólares (442 millones de euros) a 33 estados de Estados Unidos, así como a Puerto Rico, como consecuencia de un acuerdo judicial alcanzado este martes entre ambas partes.
Los demandantes reclamaban responsabilidad en la adicción de menores de edad a sus productos de vapeo con alto contenido de nicotina. Entre las estrategias empleadas por Juul y denunciadas ante los tribunales se contaban la celebración de fiestas de lanzamiento, el reparto de regalos y de muestras gratuitas y el empleo en redes sociales de modelos jóvenes para promocionar la mercancía. En Estados Unidos, la edad legal para comprar estos productos es 21 años, la misma que rige para el tabaco.
El pacto es solo una parada más en el viacrucis de la compañía, que aún tiene pendiente nueve juicios por separado con otros tantos estados, y se enfrenta a cientos de demandas personales de consumidores menores de edad de sus productos. Además, la Agencia de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (la FDA, por sus siglas en inglés) prohibió el pasado mes de junio a Juul que comercializara sus dispositivos y cápsulas con sabor mentolado y a tabaco de Virginia (y cargas de nicotina de entre el 3% y el 5%). También obligó a la empresa la retirada de las partidas que se encontraban entonces en las tiendas.
Los 33 estados se unieron a Puerto Rico en 2020 en esta cruzada contra Juul. La demanda la lideraban Texas, Oregón y Connecticut, cuyo fiscal general, William Tong, ha publicado este martes un tajante comunicado: “Comercializaron implacablemente productos de vapeo para menores de edad, manipularon su composición química para que les resultaran apetecibles pese a su inexperiencia, emplearon un proceso de verificación de edad inadecuado y engañaron a los consumidores sobre el contenido de nicotina y la adicción de sus productos. Las consecuencias para la salud pública de esta mala praxis aún se desconocen del todo. Con este acuerdo, hemos obtenido cientos de millones de dólares para ayudar a reducir el uso de nicotina y obligamos a Juul a aceptar una serie de términos cautelares estrictos para poner fin al marketing juvenil y tomar medidas enérgicas contra la venta a menores de edad”, ha declarado Tong.
Cada Estado recibirá una cantidad diferente como parte de la compensación. A Connecticut le corresponden, por ejemplo, 16,2 millones de dólares. A Texas, 42,8 millones. Su fiscal general, Tom Paxton, ha recordado que “el acuerdo también incluye fuertes restricciones de publicidad, ventas y distribución”, así como un reforzamiento de los protocolos de “verificación de la edad” de los compradores.
La compañía tiene entre seis y 10 años para hacer frente al pago. Cuanto más tarde en cumplir con él, mayor será la cantidad que deberá desembolsar, con un tope de 476,6 millones de dólares (481,2 millones de euros) si decidiera apurar hasta el final el plazo impuesto por el juez.
Juul también ha emitido un comunicado, en el que define el acuerdo como una expresión de su “compromiso por resolver problemas pasados”. “[Sus términos] están alineados con nuestras prácticas comerciales actuales que comenzaron en el otoño de 2019, cuando decidimos reenfocar los objetivos de la empresa″.
Participada por Altria, la dueña de Marlboro, Juul irrumpió en el mercado apostando fuerte la baza de la tecnología y el diseño, y logró que cundiera la rentable analogía de que vendían el “el iPhone de los vapeadores”. La compañía, como el resto del sector, se distinguió por dirigirse con especial interés a los jóvenes, disfrutó al principio de la bonanza de la novedad de unos productos que ofrecían el señuelo de atajar el tabaquismo. También se benefició de un vacío legal que los legisladores tardaron tiempo en llenar.