Nancy Pelosi presentará un proyecto de ley en el Congreso para proteger el derecho al aborto tras el fallo del Supremo
La iniciativa demócrata evitaría que los Estados impongan restricciones a los procedimientos médicos para interrumpir el embarazo en Estados Unidos
El fallo del Tribunal Supremo de EE UU que le da vía libre a la nueva ley que prohíbe el aborto desde la sexta semana en Texas ha sacado ronchas en los progresistas de Washington. La presidenta del Congreso, Nancy Pelosi, ha anunciado este jueves que la Cámara de Representantes votará un proyecto de ley demócrata para ...
El fallo del Tribunal Supremo de EE UU que le da vía libre a la nueva ley que prohíbe el aborto desde la sexta semana en Texas ha sacado ronchas en los progresistas de Washington. La presidenta del Congreso, Nancy Pelosi, ha anunciado este jueves que la Cámara de Representantes votará un proyecto de ley demócrata para proteger los derechos reproductivos de las mujeres. El debate se producirá cuando los legisladores regresen a sus labores el 20 de septiembre. La iniciativa establecería el derecho legal a interrumpir el embarazo en todo el país y evitaría que los Estados impongan restricciones a los procedimientos médicos. La estrecha ventaja de los demócratas en ambas Cámaras adelantan que los republicanos van a bloquear la normativa en el Senado.
El presidente Joe Biden calificó esta mañana la decisión del máximo tribunal, de mayoría conservadora, como “un asalto sin precedentes a los derechos constitucionales de una mujer bajo [la sentencia de] Roe v. Wade, que ha sido la ley del país [que garantiza el acceso al aborto] durante casi cincuenta años“. El mandatario ordenó que la Oficina del Consejero de la Casa Blanca y el Consejo de Política de Género trabajara de manera conjunta con el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Justicia para evaluar las herramientas legales con que cuentan para proteger a las mujeres en Texas que quieran abortar.
La norma aprobada en el Capitolio de Texas, de mayoría republicana en ambas cámaras locales, y firmada en mayo por el gobernador conservador Greg Abbott no solo prohíbe el aborto a partir de la sexta semana, también limita el papel de las autoridades en la vigilancia de la norma: “no puede ser llevada a cabo por este Estado [Texas], ninguna subdivisión política, distrito o fiscalía ni funcionario o administrativo del Estado”. En cambio, permite a “cualquier persona” demandar por la vía civil a mujeres, médicos o a quien colabore en la interrupción de un embarazo. Esto incluye a quien lo pague o le reembolse el coste, como pueden ser los seguros. Si la demanda prevalece, el denunciante puede verse beneficiado con al menos 10.000 dólares para cubrir los daños legales. El acusado, en cambio, no recibe apoyo económico.
“Todas las mujeres, en todas partes, tienen el derecho constitucional a la atención médica básica”, sostuvo Pelosi en un comunicado. La ley de Texas “es la prohibición del aborto más extrema y peligrosa en medio siglo, y su propósito es destruir Roe v. Wade, e incluso se niega a hacer excepciones para casos de violación e incesto. Esta prohibición requiere la codificación de Roe v. Wade”, agregó. El proyecto de ley anunciado por la presidenta del Congreso tiene prácticamente asegurada su aprobación en la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas. Pero en el Senado, donde cada partido tiene 50 escaños, enfrenta un desafío. La iniciativa necesitaría de 60 votos para salir adelante y solo dos senadores republicanos, Lisa Murkowski de Alaska y Susan Collins de Maine, apoyan el derecho al aborto.
En un fallo de 5 a 4, el Supremo rechazó este miércoles las solicitudes de activistas y defensores de derechos humanos sobre frenar la nueva ley del aborto de Texas, una de las más restrictivas del país. Tres de los nueve magistrados que deciden los fallos de la más alta instancia judicial en EE UU fueron escogidos por el expresidente Donald Trump y terminaron por inclinar la balanza hacia el bloque conservador. El Alto Tribunal tiene en su agenda de este año examinar una controvertida ley de Misisipi que prohíbe el aborto a partir de la decimoquinta semana de gestación. El fallo sobre el caso puede definir el futuro del derecho al aborto en EE UU, granizado en el país desde que el Supremo falló a favor en 1973.
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