La UE alcanza el 70% de población adulta vacunada contra la covid-19
El hito europeo queda empañado por las malas cifras de inmunización en países como Bulgaria y Rumanía, donde rondan el 20% y el 30%
Puede que la europea haya sido una de las estrategias de vacunación más criticadas del globo, por sus demoras en el inicio, los problemas de producción, las dudas sobre la seguridad y los titubeos en el despliegue. Provocó incluso uno de los primeros conflictos diplomáticos con el Reino Unido de la era post Brexit. Pero ha acabado siendo una de las carreras sanitarias más exitosas del planeta. Bruselas ha anunciado este martes que se ha alcanzado el ...
Puede que la europea haya sido una de las estrategias de vacunación más criticadas del globo, por sus demoras en el inicio, los problemas de producción, las dudas sobre la seguridad y los titubeos en el despliegue. Provocó incluso uno de los primeros conflictos diplomáticos con el Reino Unido de la era post Brexit. Pero ha acabado siendo una de las carreras sanitarias más exitosas del planeta. Bruselas ha anunciado este martes que se ha alcanzado el hito de inmunizar al 70% de los adultos de la Unión Europea, cumpliendo antes de tiempo con el ambicioso objetivo que se fijó para finales de este verano.
El dato, hecho público por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, llega sin embargo empañado por la creciente brecha entre los países más cumplidores, con Malta, Dinamarca, España y Portugal a la cabeza, y el club de los rezagados, con Bulgaria y Rumanía en el vagón de cola, donde la inmunización entre los mayores de 18 años ronda aún el 20% y el 30% respectivamente, según datos del ECDC. En España, según esta misma fuente, que suele actualizarse con un par de días de demora, ya tienen la pauta completa casi el 77% de adultos.
Este umbral, en cualquier caso, no fue fijado por Bruselas para cumplir de forma agregada por los Veintisiete, sino como recomendación de la Comisión a cada Estado miembro. Y para alcanzar este objetivo aún queda un buen trecho: varios países, sobre todo los del bloque del Este, aún se encuentran a cierta distancia y es probable que alguno jamás logre alcanzarlo.
En febrero, con las fábricas de fármacos a medio gas y las sospechas de partidas de viales en fuga hacia el extranjero, analistas de todo tipo trataban de explicarse en qué había fallado la UE para ir a la zaga del Reino Unido o Estados Unidos; con los números en la mano, muy pocos auguraban que el hito fuera alcanzable. Pero el incremento en la capacidad de producción, el bajo rechazo a la vacunación en la UE y el esfuerzo de las capitales por llegar hasta el brazo de la población han permitido darle la vuelta a la situación. Hasta la fecha, se han inoculado unos 530 millones de pinchazos en la UE y el continente cuenta ahora con una locomotora productiva de vacunas, capaz de fabricar 300 millones de dosis mensuales.
“Más de 250 millones de personas están inmunizadas. Esto es un gran éxito que muestra lo que podemos hacer cuando trabajamos juntos”, ha señalado este martes Von der Leyen en un vídeo institucional. En Estados Unidos, donde la campaña de inmunización arrancó con antelación, solo han logrado vacunar a 163 millones de adultos, el 63,4%. Es decir: casi siete puntos por debajo de la UE. Allí, Biden ha pasado de sacar pecho por el ritmo de inyecciones al principio de su mandato a urgir a la población a inmunizarse, ante el temor de los crecientes brotes de la variante delta y la resistencia de un belicoso sector antivacunas.
En Europa, en cualquier caso, el ritmo decreciente en las tasas de inmunización reflejan que se está acercando el muro de personas reticentes a inocularse. “La pandemia no ha terminado y debemos seguir alerta”, ha añadido Von der Leyen. “Necesitamos que muchos más europeos se vacunen rápidamente para evitar una nueva ola de infecciones y parar la aparición de nuevas variantes. Pido a todos los que puedan que se vacunen. Es la única manera de protegeros a vosotros mismos y al resto”
En estos momentos, la UE es la gran máquina mundial de hacer vacunas: tiene capacidad de producir unas 300 millones de dosis mensuales, principalmente de tecnología ARNm, como la de Pfizer y BioNTech, la más usada en el bloque comunitario. Es también la gran exportadora mundial de viales. Y atraviesa ahora el umbral del 70% mientras cobra fuerza la idea de una tercera dosis de refuerzo, que la Comisión no descarta.
“Historia de éxito”
“Si fuera necesaria, tenemos la capacidad productiva necesaria y las proporcionaremos”, asevera el comisario europeo de Industria, Thierry Breton, que ha capitaneado la división creada por Bruselas para impulsar la producción tras los tropiezos de principios de año. El francés, que recibe a EL PAÍS este martes junto a un grupo de periodistas internacionales, cree que la de las vacunas es una verdadera “historia de éxito” continental en la que la UE ha acabado colocándose por delante de Estados Unidos, el Reino Unido e Israel, con los que las comparaciones eran odiosas al principio. Breton asegura en tono positivo que tenemos suerte de ser europeos, aunque hace hincapié en que aún toca seguir trabajando y visitar las capitales de los países rezagados para ver qué está fallando y cómo mejorar con ellos la estrategia. “Tampoco tenemos muchos de estos casos”, recalca, “la mayoría de países lo ha hecho extremadamente bien”.
Breton reconoce, por otra parte, que Bruselas tendrá que enfrentarse en los próximos meses a un dilema moral y sanitario: la inoculación de la tercera dosis entre los europeos cuando en los países más pobres las tasas de vacunación se quedan de momento en cifras irrisorias. Cerca del 80% de vacunas mundiales han ido a parar a los países de mayor renta. “Hemos de seguir apoyando de forma directa para que todos en el planeta sean vacunados”, concluye el comisario galo. “Esto es una pandemia, y el modo de frenarla es vacunar al mayor número de gente lo antes posible”. La Organización Mundial de la Salud ya ha reclamado a los países más ricos una moratoria para el pinchazo de la dosis de refuerzo, aunque el responsable del organismo en Europa abrió la puerta a que se inocule a colectivos vulnerables. El debate será probablemente uno de los protagonistas de este otoño.