La pandemia de coronavirus causa la mayor crisis demográfica en España desde la Guerra Civil
El año 2020 acabó con la mayor cifra de muertes y la menor de nacimientos de la serie de datos del INE, que empieza en 1941. La covid ha acentuado dos tendencias que dejan un balance demográfico desolador
Nunca han muerto tantas personas en España en un solo año desde que empieza la serie histórica que el Instituto Nacional de Estadística (INE) toma como referencia —empieza en 1941, dos años después del final de la Guerra Civil—. Y jamás habían nacido tan pocos niños. La coincidencia de estos dos fenómenos en 2020 deja un balance demográfico desolador, según indican los datos provisionales de movimiento natural de la población publicados este jueves por el INE. En el año que concentra ...
Nunca han muerto tantas personas en España en un solo año desde que empieza la serie histórica que el Instituto Nacional de Estadística (INE) toma como referencia —empieza en 1941, dos años después del final de la Guerra Civil—. Y jamás habían nacido tan pocos niños. La coincidencia de estos dos fenómenos en 2020 deja un balance demográfico desolador, según indican los datos provisionales de movimiento natural de la población publicados este jueves por el INE. En el año que concentra el peor golpe de la pandemia han fallecido 492.930 personas, 74.227 más que en 2019. Es un 17,73 % más. Y han nacido 339.206 niños, un 5,94% menos que el año pasado. Así, el saldo vegetativo (la diferencia entre nacimientos y muertes) es el peor de toda la serie histórica: hubo 153.167 más fallecidos que alumbramientos, triplicando el dato de 2019, que ya era el peor hasta entonces.
Diego Ramiro, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), opina que “estos datos eran esperables en una situación de pandemia como la que hemos vivido. Esta crisis ha afectado a las variables principales que configuran la población”. Este experto añade un factor más al máximo de muertes y el mínimo de nacimientos para justificar el lastre demográfico del 2020: la edad media de la maternidad alcanza un nuevo récord, 32,3 años, una décima más que el año anterior.
En enero y febrero, antes del comienzo de la crisis sanitaria, las muertes de 2020 no son muy diferentes a las del año anterior. Es más, murieron menos personas en esos dos primeros meses. En marzo, cuando el virus ya se había extendido y el Gobierno decretó el confinamiento, la tendencia cambia radicalmente: 37.058 en 2019 y 58.124 en 2020. El mes con más diferencia respecto al año anterior es abril, cuando fallecieron 60.951 personas, un 78,21% más que en 2019. Entonces se vivió lo peor de la pandemia, con hasta 900 decesos por covid notificados en un solo día.
La cifra de fallecidos por coronavirus registrada por el Ministerio de Sanidad (50.837 a 31 de diciembre de 2020) dista muchísimo de la diferencia entre los fallecidos en 2019 (418.703) y 2020 (492.930). También está muy lejos si ampliamos la mirada con una media del total de muertos anuales entre 2015 y 2019: 420.825. El registro del Gobierno de muertos por covid no incluye a miles que fallecieron por covid en la primera ola, pero cuyo diagnóstico no fue confirmado con una prueba de laboratorio. Esto no quiere decir que el exceso de mortalidad que recogen los datos de INE se adscriba exclusivamente al coronavirus: una parte de esos decesos se puede deber a otros motivos, como las enfermedades que no fueron correctamente tratadas por la saturación de hospitales y centros de salud. Joaquín Recaño, presidente del grupo de población de la Asociación de Geógrafos Españoles, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador del Centro de Estudios Demográficos explica que “la pandemia es la causa principal del aumento de la mortalidad, pero de momento no tenemos un retrato fidedigno de cuáles son las muertes por covid y cuáles se deben a otras razones”.
Por comunidades, los peores datos son los de Madrid. Es la autonomía que mayor incremento de muertes sufre respecto al año pasado, un 41,17% más, con 19.418 decesos más que el año anterior. Los dos territorios fronterizos con la Comunidad de Madrid son el segundo y el tercero más afectados: en Castilla-La Mancha han crecido las muertes un 32,33 % y en Castilla y León, un 25,97%. En el otro lado de la balanza se encuentran Canarias (4,19%), Galicia (4,97%) y Murcia (5,78%).
El virus, especialmente letal entre los mayores, ha azotado a España en el momento en que sus habitantes son más viejos: la edad media de la población es de 43,58 años, cuatro más que hace solo dos décadas. Los mayores de 60 años son el 26,6% de la población española en 2020, cuando en el 2000 eran el 21,6%.
A estos datos contribuye decisivamente que cada vez nazcan menos niños: 21.411 menos en 2020 que en 2019. Es la mayor caída desde 2013 y el peor dato desde que hay registros. Este desplome de los nacimientos no se puede achacar exclusivamente a la crisis sanitaria, ya que el confinamiento empezó en marzo. Los niños concebidos entonces nacieron principalmente en el último mes, así que el efecto del encierro y de la incertidumbre por la pandemia en la natalidad se apreciará mejor en los datos del primer semestre de 2021. Recaño considera que “se puede anticipar una caída considerable de la natalidad. En noviembre y diciembre, los meses afectados por la pandemia, la natalidad cae un 10% y un 21% respectivamente respecto a 2019, cuando la media nacional es una bajada del 6%″.
De cualquier forma, la tendencia se mantiene como en años anteriores: el total de nacimientos en España cae ininterrumpidamente desde 2015, precisamente el primer año en que el número de decesos superó al de alumbramientos. Aunque la pandemia tenga poco efecto en la estadística de nacimientos, en todas las comunidades nacieron menos niños en 2020 que en 2019. Estamos lejísimos del récord de nacimientos del siglo XXI, en 2008, cuando, en cifras mínimas de desempleo un año antes, se rebasó el medio millón de nacimientos (519.779). Son casi 200.000 más que en 2020.
El investigador del CSIC cree que la crisis económica derivada de la pandemia es uno de los motivos principales en la reducción de la natalidad al final del año: “En un ERTE o con incertidumbre por el futuro, las parejas no se animan a tener hijos. Esto hace que esperen a los últimos años en edad reproductiva”. Ramiro identifica varias consecuencias para el futuro: el incremento del número de parejas sin descendencia provocará que haya más personas sin una red familiar que les atiendan, especialmente mujeres (ya que viven más años). El número de hijos por mujer (1,18) es el más bajo desde el año 2000.
Con estas cifras, la diferencia entre nacimientos y defunciones de 2020 es la peor desde que empezaron los registros del INE, a principios de los años cuarenta: hay 153.167 decesos más (no es la resta exacta, ya que el INE incluye en este dato los nacimientos de madre no residente y las defunciones de no residentes, que no entran en los datos individualizados de nacimientos y decesos). Este dato es negativo desde 2015 y en 2019 se alcanzó el que, hasta ahora, era el peor registro (57.355 fallecidos más que alumbramientos), totalmente rebasado por el nuevo récord. “El saldo negativo de los tres años anteriores es el equivalente al de 2020″, apunta Recaño. Por territorios, el peor balance no es el de la comunidad con más muertos, Madrid —con buenos datos de natalidad en comparación con el resto de España—, sino el de un territorio que combina un gran impacto de la pandemia y una población envejecida: Castilla y León, con 22.543 más muertes que nacimientos. Le sigue Cataluña, con 21.659 decesos más, y Galicia, 17.610, de características muy parecidas a la comunidad castellanoleonesa.
Recaño cree que en 2021, a pesar de que la pandemia ha seguido causando fallecimientos, la mortalidad caerá: “Muchas personas mayores que murieron por covid en 2020 no van a morir en los próximos años. Es decir, el virus ha anticipado la muerte a personas de edad avanzada, así que lo normal es que no se dé una mortalidad tan alta”.
Los matrimonios, reducidos al mínimo
La pandemia también se nota en los matrimonios, que caen al mínimo entre los datos que ofrece el INE, que arrancan en 1941: se produjeron 90.416 enlaces en 2020, casi la mitad que en 2019. Antes de la pandemia, la cifra de matrimonios ya iba cuesta abajo. Cae desde 2017 y no se superan las 200.000 bodas (cifra modesta durante el resto de la serie histórica) desde 2007. En 2020 no hubo cuesta descendente para los matrimonios, sino un precipicio: hubo 76.114 menos que en 2019, un descenso del 45,7%.
Las restricciones impuestas por la pandemia, que limitaban el número de asistentes permitidos a las bodas, han sido un factor decisivo para esta cifra tan baja. El presidente del grupo de población de la Asociación de Geógrafos Españoles opina que en 2021 habrá un repunte muy considerable de las bodas, debido a todas las que fueron pospuestas en 2020.