La UE acuerda reabrir las fronteras a los turistas vacunados
La medida contempla un “freno de emergencia” ante la amenaza de las nuevas variantes
La Unión Europea da un paso más hacia un mundo poscovid y el regreso del turismo. La UE ha acordado este miércoles reabrir las fronteras exteriores a los viajeros procedentes de terceros países que hayan sido vacunados con alguno de los fármacos autorizados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). La Recomendación europea, que ha recibido el visto bueno de los Veintisiete a travé...
La Unión Europea da un paso más hacia un mundo poscovid y el regreso del turismo. La UE ha acordado este miércoles reabrir las fronteras exteriores a los viajeros procedentes de terceros países que hayan sido vacunados con alguno de los fármacos autorizados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). La Recomendación europea, que ha recibido el visto bueno de los Veintisiete a través de sus embajadores europeos, será aprobada oficialmente mañana por el Consejo de la UE, llegando justo a tiempo para el inicio de la campaña de verano. Una vez en vigor, corresponderá a cada Estado adoptar las decisiones para permitir la entrada de viajeros extracomunitarios en territorio europeo.
La nueva Recomendación indica que los Estados miembros “deberían levantar la restricción temporal de los viajes no esenciales a la UE con respecto a los nacionales de terceros países (...) que hayan recibido la última dosis recomendada de una de las vacunas contra la covid-19 autorizadas en la UE”. La administración de la vacuna deberá haber sido al menos 14 días antes de entrar en la zona UE+ (que incluye a los países de la UE y otros cuatro países asociados a la zona Schengen), según fuentes comunitarias con acceso al texto. En aquellos países donde el certificado de vacunación exima de cumplir cuarentenas o someterse a pruebas deberá extenderse esa misma exención a los turistas vacunados procedentes de terceros países.
El texto pactado recomienda también la apertura de las lindes comunitarias a los turistas de terceros países donde la inmunización se haya llevado a cabo con cualquiera de las inyecciones que aparezcan en la lista de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En esta lista se encuentra, desde principios de mayo, la china Sinopharm, pero de momento no la rusa Sputnik V.
La propuesta fue lanzada por la Comisión Europea hace poco más de dos semanas tras valorar los últimos dictámenes científicos que muestran que la inmunización ayuda a romper la cadena de transmisión. Y pide a las capitales que tengan en cuenta el “principio de reciprocidad”, con el objetivo de animar a los terceros países a derribar también sus muros de PCR y cuarentenas.
El proyecto del Ejecutivo comunitario ha seguido un carril prioritario en Bruselas, logrando luz verde del bloque europeo en un tiempo mucho más breve del habitual. Mientras, avanza en paralelo la negociación del certificado de vacunación europeo, una propuesta ahora mismo encallada en las discusiones entre la Eurocámara y el Consejo, pero ya en fase de pruebas y cuya adopción se espera para el mes de junio. Este mal llamado pasaporte vacunal europeo será la base sobre la que los Estados miembros deberán medir la equivalencia con los certificados similares de terceros países.
La Recomendación también reabre las fronteras a aquellos países con una tasa de contagios inferior a 75 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, estén o no inmunizados los turistas procedentes de esos territorios. Hasta ahora, la UE recomendaba cerrar el acceso a aquellas regiones extranjeras con más de 25 casos por cada 100.000 habitantes. El objetivo de Bruselas, cuyo cambio de criterio se ha inspirado en el asesoramiento científico del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), ha sido ajustar los baremos a la situación actual: bajo los umbrales previos solo se permitían los viajes no esenciales desde siete países. El Ejecutivo europeo espera alcanzar ahora a cerca de un centenar.
Freno de emergencia
A pesar de que las tasas de vacunación avanzan a buen ritmo, o al menos lo hacen en una parte del globo, la UE es consciente de que la pandemia aún acecha en otros muchos rincones, y de que sus efectos y posibles mutaciones siguen resultando impredecibles. La regulación europea contempla la posibilidad de echar mano de un “freno de emergencia” cuando “la situación epidemiológica de un tercer país o región empeore rápidamente”. La medida pide que se tengan en cuenta, sobre todo, las “variantes preocupantes o de interés”. En ese momento, los Estados podrán replegar de nuevo sus fronteras aplicando una “restricción urgente y temporal” a todos los viajes procedentes de este país, aunque salvaguardando a los ciudadanos de la UE, a los residentes de larga duración en la UE y a algunas categorías de viajeros esenciales.
Para evitar un posible caos y una cascada de medidas unilaterales ante este tipo de emergencias sanitarias, la norma contempla que los Veintisiete deben revisar la situación “de forma coordinada” en el seno del Consejo, y en colaboración con el Ejecutivo comunitario. La imposición de restricciones debería ser revisada cada dos semanas.
Parlamento y Consejo negocian el certificado covid
Hasta la fecha han celebrado tres de estas citas de alto nivel de seis horas cada una, además de las citas técnicas. Pero sigue habiendo fricciones en dos puntos clave. El Parlamento pretende que las personas inmunizadas que acrediten su condición mediante certificado puedan atravesar las fronteras interiores europeas sin necesidad de observar más restricciones; los Estados miembro, en cambio, pretenden reservarse el derecho a imponer pruebas PCR o cuarentenas cuando lo estimen oportuno.
La segunda piedra en el camino resulta del precio de las pruebas PCR: el Parlamento propuso en un inicio que fueran gratuitas, para evitar la discriminación de aquellas personas que deban hacérselas obligatoriamente para viajar (debido a que aún no han sido vacunadas). Ahora mismo, la Eurocámara ha rebajado su oferta y se conforma con la gratuidad para los viajeros con una función esencial y topes de precio en los test, para garantizar un acceso equitativo y cree que el dinero podría salir del Instrumento de Asistencia Urgente, el fondo europeo millonario con el que se han financiado unos 3.500 millones de euros de los contratos de vacunas. Pero el Consejo, que defiende que las arcas públicas ya están al límite, aún no ha recorrido el camino hacia el acuerdo. “Estamos listos para una pelea”, concluye López Aguilar. “Última oportunidad”. Un fracaso en la negociación sería, según él, incluso peor que no haber presentado ninguna propuesta.
Ante la situación tan delicada, con la negociación pendiendo de un hilo, los líderes de los principales grupos parlamentarios europeos (populares, socialistas, liberales y verdes) han dirigido este miércoles una carta a Ana Paula Zacarias, secretaria de Estado de Asuntos Europeos de Portugal, país que ejerce la presidencia rotatoria de la UE, en la que subrayan la necesidad de encontrar un acuerdo: “Le instamos a que agote todas las posibilidades y llegue a un compromiso dentro del Consejo”.