La OMS cede y se someterá a una auditoría independiente por su gestión de la crisis de la covid

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se someterá a una evaluación independiente, admitió este lunes su presidente, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la inauguración de la 73ª Asamblea Mundial de la organización. La propuesta fue liderada por la Unión Europea (UE) y cuenta con el apoyo de la unión de países africanos, Canadá, Rusia, Reino Unido, Brasil, Australia...

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se someterá a una evaluación independiente, admitió este lunes su presidente, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la inauguración de la 73ª Asamblea Mundial de la organización. La propuesta fue liderada por la Unión Europea (UE) y cuenta con el apoyo de la unión de países africanos, Canadá, Rusia, Reino Unido, Brasil, Australia, Japón y otras naciones, entre las que no están China ni Estados Unidos, aunque el representante de este país apoyó la idea. “Damos la bienvenida a la propuesta de un proceso gradual para una evaluación imparcial, independiente e integral”, dijo Adhanom.

“Iniciaré la evaluación independiente en el momento adecuado más temprano para revisar las lecciones aprendidas y la experiencia ganada, y para hacer recomendaciones que mejoren la preparación y la respuesta nacional y global ante una pandemia”, apuntó. Estas palabras son una cita textual de la iniciativa para investigarle.

Pero Adhanom, cuando admitió la investigación, añadió: “Para que sea realmente integral esa evaluación debe incluir la respuesta íntegra de todos los actores”, dando a entender que no solo la OMS estaba en tela de juicio. Esta declaración va en línea con el primer informe que el Comité Independiente de Revisión y Asesoría de la propia OMS, que Adhanom citó en su discurso como ejemplo de su disposición a la transparencia. En él se repasa la evolución de la pandemia y cómo actuaron la organización y su presidente. Este documento narra cómo el 22 de enero el presidente convocó al comité de emergencia para las alertas sanitarias y ya les transmitió su preocupación por la situación, pero las dudas entre los miembros del grupo impidieron que se decretara la alerta internacional. Esta fue finalmente emitida el 30 de enero, después de una visita del propio Adhanom a China y de confirmar que el virus se transmitía de persona a persona y de que había exportación internacional de casos.

Pero esa alerta, indica el documento, no consiguió movilizar a los países. “La urgencia con la que los países miembros entraron en acción después de la alerta varió tanto en términos temporales como en la integración de las medidas de salud pública”. “Esto suscita dudas acerca de si los países miembros consideran que una alerta sanitaria mundial es un indicador suficiente” para que actúen, concluye el informe, que culpa así a los países de haber actuado tarde.

En sus palabras, Adhanom no mencionó a Estados Unidos ni a China, dos de los países protagonistas de este encuentro. El primero, por la decisión que tomó el 15 de abril de retirar durante 60 días su aportación a la organización (Washington cubre aproximadamente el 9% del presupuesto de la OMS). El presidente de EE UU, Donald Trump, acusaba a la organización de ocultar el origen real del virus (él mantiene que se escapó de un laboratorio chino) y de haber actuado tarde y mal.

China, cuyos datos sobre el coronavirus son siempre cuestionados, ha aprovechado para ganar protagonismo. Su presidente, Xi Jinping, anunció antes de que hablara su representante en la asamblea la aportación de un fondo de 2.000 millones de dólares (unos 1.800 millones de euros) para luchar contra la pandemia. También declaró que las vacunas que China consiga desarrollar contra la enfermedad “estarán disponibles como bien público global con el fin de que sean accesibles y asequibles para todos los países en desarrollo”. Además, el mandatario aseguró que China trabajará junto al resto de economías del G-20 para suspender la deuda a los países más pobres, como parte de las medidas para superar la crisis economía derivada de la emergencia sanitaria.

La propuesta de la UE también incide en el tema del acceso a la medicación. Y propone “colaborar para promover la investigación y el desarrollo, tanto en el sector privado como en el financiado con fondos públicos, de todas las medidas necesarias para contener y acabar con la pandemia de covid-19, en particular las vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos, y compartir toda la información relevante con la OMS”.

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