Invitados a la boda, discursos de todo tipo y novias tardonas

El arranque de la COP fue en plan boda, con medio centenar de invitados ilustres: el negacionista, el cuñado y la novia, que no llega...

Protesta de activistas de Extinction Rebellion, este lunes en Madrid.Jaime Villanueva

El arranque de la COP fue un poco en plan boda. Medio centenar de invitados ilustres saludaron a Pedro Sánchez como si fuese el padre de la criatura. Él, sonrisa imperturbable, daba manos orgulloso. A algunos altos cargos los abrazó, achuchones menos ortopédicos que aquel con Pablo Iglesias. A otros mandatarios, sin embargo, se notaba que les despachaba rapidito. Venga, tira, que el photocall no es para dar la chapa. Había un protocolo que cumplir y el protocolo se vengó a lo grande ...

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El arranque de la COP fue un poco en plan boda. Medio centenar de invitados ilustres saludaron a Pedro Sánchez como si fuese el padre de la criatura. Él, sonrisa imperturbable, daba manos orgulloso. A algunos altos cargos los abrazó, achuchones menos ortopédicos que aquel con Pablo Iglesias. A otros mandatarios, sin embargo, se notaba que les despachaba rapidito. Venga, tira, que el photocall no es para dar la chapa. Había un protocolo que cumplir y el protocolo se vengó a lo grande sentando codo con codo al líder de Podemos y al portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. Ni se miraron, parecían dos solteros heteros de morros porque en el bodorrio del año les colocaron en la mesa de los niños.

Fueron solo dos de los muchos que, sin ser jefes de Estado ni nada de eso, aprovecharon la COP para colocar su mensaje.

El negacionista.

Bastó que Sánchez dijese “tan sólo los fanáticos niegan la evidencia” para que Espinosa de los Monteros les largase a los periodistas que el “alarmismo exagerado e infundado” está empezando a tener “consecuencias graves”.

Los que no entraron.

Una veintena de activistas de Extinction Rebellion (XR) bloquearon durante un rato una de las entradas al recinto para dar “la bienvenida a los líderes” con pancartas tipo “Crisis climática, estamos jodidxs”.

El cuñado, a su bola.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, aprovechó el evento para erigirse como “el único que ha hecho aplicar Madrid Central íntegramente”. Mientras tanto, en la puerta de Alcalá, Greenpeace cambiaba el lema “Madrid Green Capital” que había colocado el Ayuntamiento por “Madrid Grey Capital” para denunciar “la inacción del Consistorio ante la contaminación”.

Y la novia, que no llega...

“Casi podemos oler tierra”, tuiteó este lunes Greta Thunberg, que espera amarrar el catamarán este martes por la mañana en Lisboa. A esas horas, en la COP, estará Schwarzenegger. Hasta entonces, sayonara, babies.

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