Lucia Pica: “El maquillaje anima, nos ayuda a vernos distintos, a jugar con la imagen”
La socia creativa y responsable del color de Byredo es una de las profesionales más reputadas entre los maquilladores. Presume de décadas de experiencia en la industria y de una capacidad analítica para trasladar la realidad a pigmentos
Como una pintora, Lucia Pica (Nápoles, 47 años) habla de texturas, colores y emociones. Si no supiésemos que está describiendo su nuevo maquillaje para Byredo, creeríamos que la socia creativa de esta marca de perfumes, maquillaje y velas, está reflexionando sobre un cuadro. “Con Mineralscapes, la nueva paleta, quería capturar la relajación y la calma a través de la profundidad del azul, del verde prado, del musgo y de los colores intermedios. Me interesaba cómo incide la luz gris del norte de Europa, de países como Suecia, sobre esos tonos”, explica por videollamada.
La que fuera diseñadora de color y maquillaje en Chanel tiene mucho de pintora. A punto estuvo de estudiar arte o psicología. “El maquillaje es emoción. Me gusta investigar las sensaciones a través de las piezas que ideo”. Jugar con los pigmentos, aplicárselos y mimarse puede ser terapéutico. “Dedicarse tiempo a través del tacto o del aroma, la quintaesencia de Byredo, una marca basada en los recuerdos y las emociones, es autocuidado. Creo en el poder del color. El maquillaje anima, nos ayuda a vernos distintos, a jugar con la imagen”.
Sus creaciones demuestran que para Lucia Pica, el maquillaje no es estático, ni unidireccional: la luz, el viento, los rasgos, los gestos, la manera en la que nos movemos condicionan. “En la campaña del nuevo maquillaje, vemos a una mujer en el agua con un maquillaje azul intenso. El paisaje de Suecia, donde se ha rodado, transmite calma. Ella, en cambio, parece una guerrera”, detalla. El cine de Bergman y de Kim Ki-duk inspiran la nueva paleta. “El contraste de los filmes de Bergman me atrae: la pasión que se esconde bajo las emociones en apariencia frías. Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera de Kim Ki-duk ha sido fundamental en la creación de los nuevos productos. El cambio de las estaciones y la introspección… Son ideas abstractas con las que me gusta trabajar”.
Pica creció en Nápoles, pero después de disfrutar dos veranos en Londres, decidió mudarse a la capital inglesa, donde, tras mucho insistir, trabajó como asistente de la reconocida artista de maquillaje Charlotte Tilbury. Cada dos semanas llamaba a su agente para ofrecerles sus servicios, hasta que un año después, la acompañó por fin en los desfiles de moda —firmaron el maquillaje de Chloé, Cavalli, Moschino, Alexander McQueen…—; poco después se sumó al equipo, y a los dos años se hizo con el puesto de asistente. Durante sus años como diseñadora de color y maquillaje en Chanel (2014-2021) envolvió a la belleza en contrastes: clasicismo y diversión; elegancia y contemporaneidad; misterio y transparencia. Desde marzo de 2022, es socia creativa de Byredo. Con más de 25 años de experiencia en la industria y con una gran capacidad de síntesis y evolución, es una testigo privilegiada de los cambios en cosmética de los últimos años. “Las texturas son cada vez más modernas y transparentes; ya no tienen efecto tiza ni empolvado, lo que permite sacar más partido a las sombras y los coloretes, por ejemplo. Se han vuelto más sofisticadas”.
En la última década el cliente se ha vuelto experto. Los consumidores hablan sobre maquillaje en redes y comparten sus trucos. Cada día surgen técnicas y productos innovadores. No obstante, con tanta información, el cliente se pierde. Es difícil acertar con la técnica que le funcionará mejor”, opina. Vivimos en una era en la que la identidad pesa: con tantos lanzamientos, las opciones de esculpir la personalidad a través del maquillaje se multiplican. “Creo productos que responden a necesidades, y que permiten expresar la individualidad. Fórmulas fáciles de usar, pero que invitan a varias interpretaciones”.
Al contrario que la mayoría de los popes del sector, la artista rehúye de las tendencias. “No las sigo, confío en mi intuición. Busco, eso sí, nuevos elementos, pero siempre desde mi visión. Me interesa el equilibrio entre lo clásico y lo revolucionario. Persigo un maquillaje de calidad, clásico, que integre elementos rompedores y subversivos en el color, la textura o la experiencia”. Su obsesión con el maquillaje le viene desde niña. Cuando sus padres la llevaban a ver a unos vecinos, Pica se encerraba en el baño para experimentar en secreto con los cosméticos de color que acumulaban en uno de los cajones. Antes de salir, eliminaba los restos de carmín, colorete y sombra para que no la pillaran. “Me inspiran las mujeres, cómo se mueven, su estética. Me encanta la fusión de masculinidad y feminidad de la actriz Lauren Bacall, por ejemplo: combinar un traje de chaqueta con un labial rojo intenso”.