Collision

Brad Smith: “La pandemia es un reto de esta década, el racismo y el cambio climático son los retos del siglo”

El presidente de Microsoft repasa el papel de la tecnología en las crisis que están sacudiendo el planeta

Brad Smith, presidente de Microsoft, en un evento sobre seguridad celebrado en Munich en febreroGetty Images

Tenemos una responsabilidad especial en cualquier crisis. Especialmente en una como esta", afirma Brad Smith durante su intervención en la nueva edición virtual del evento tecnológico Collision. En esta crisis convergen varias: al clima se sumó la pandemia, y a esta, la oleada de protestas tras el asesinato de George Floyd. Todas están en la agenda del gigante del software, pero con plazos distintos: “El coronavirus es un reto de esta década, el racismo y el cambio climático son los retos del siglo”, matiza el presidente de Microsoft.

En marzo, Smith decidió que la compañía no ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tenemos una responsabilidad especial en cualquier crisis. Especialmente en una como esta", afirma Brad Smith durante su intervención en la nueva edición virtual del evento tecnológico Collision. En esta crisis convergen varias: al clima se sumó la pandemia, y a esta, la oleada de protestas tras el asesinato de George Floyd. Todas están en la agenda del gigante del software, pero con plazos distintos: “El coronavirus es un reto de esta década, el racismo y el cambio climático son los retos del siglo”, matiza el presidente de Microsoft.

En marzo, Smith decidió que la compañía no cedería en su compromiso con el clima, que se concreta entre otros asuntos, en el propósito de convertir Microsoft en una empresa con emisiones negativas hacia el final de la presente década. "Un empleado me preguntó por qué seguíamos centrados en el clima cuando estábamos tratado de luchar con una pandemia. Mi respuesta fue: 'Porque también necesitamos salvar el maldito planeta'", recuerda.

Un cita online entre 32.000 personas

Collision es el hermano canadiense del evento tecnológico

, que anualmente reúne en Toronto a miles de emprendedores, inversores, investigadores y personalidades relacionadas de forma directa o indirecta con la industria tecnológica y los últimos avances del sector. En esta descripción encajan desde Brad Smith (Microsoft) hasta la

celebrity

Paris Hilton pasando por el DJ Steve Aoki y la CEO de Mozilla, Mitchell Baker. Los temas de conversación van desde los últimos avances en robótica e inteligencia artificial hasta las más recientes viscisitudes de la industria del

fitnesss.

Este año, Collision lleva el apellido

from home

(desde casa), puesto que por primera vez y como respuesta a la crisis del coronavirus y las restricciones que esta impone a la celebración de un evento global de estas características, la cita se celebra online. Internet se ha convertido el punto de encuentro entre más de 600 ponentes, 850 inversores, un millar de startups y decenas de miles de asistentes, que de acuerdo con los datos más recientes, rondan los 32.000 y proceden de 74 países distintos.

Ahora que la plantilla de Microsoft empieza a regresar "lentamente" a su trabajo presencial, es el momento de pensar en el futuro. Ya están trabajando en una app interna para monitorizar la salud de sus empleados "como cabe esperar de una empresa tecnológica", y aspiran a conocer con ella las condiciones en que se encuentran quienes se desplacen a las oficinas. "No vemos la aproximación de la app como una bala de plata. No va a eliminar la necesidad de que haya humanos trabajando como rastreadores de contactos, pero creo que es una capa más de protección", comenta Smith.

Tampoco se le escapa la controversia en torno a la invasión que pueden suponer estos sistemas en la privacidad de quienes se ven vigilados por ellos. "Estamos centrados en asegurar que mientras la tecnología se use como una herramienta para gestionar la pandemia, lo hagamos de un modo que respete la privacidad de la gente".

Ayudar sin estorbar

En lo que respecta a la justicia social, la prioridad de Microsoft es, según Smith, asegurar que la tecnología desarrollada en la compañía no contribuye a empeorar las cosas. "Es críticamente importante que no creemos tecnologías ni vendamos licencias en escenarios que podrían conducir a sesgos, que podrían favorecer los tipos de vigilancia que socaven los derechos humanos y las libertades civiles de la gente", afirma. En resumen, el ejecutivo se compromete a no apoyar las tácticas que han alimentado la preocupación de los colectivos más vulnerables.

En este contexto se enmarca el reciente anuncio de que Microsoft no venderá estas tecnologías a la policía mientras no estén reguladas. "En general, la tecnología que ofrecemos a los departamentos de policía es la misma que proporcionamos a cualquiera. La gente utiliza nuestras herramientas y servicios en la nube para hacer investigación, presentaciones, cálculos...", matiza Smith, que también aseguró que el reconocimiento facial no ha estado hasta el momento entre los servicios prestados a las fuerzas de seguridad. "Este es un ejemplo de cómo la tecnología tiene mucho potencial pero mantiene posibilidades de peligro. La clave para nosotros es pensar constantemente en los dos lados de la ecuación", sentencia.

Microsoft en el espejo

Más allá de los retos puramente tecnológicos, en la lista de tareas pendientes de Microsoft está que la plantilla refleje justamente la diversidad de la sociedad global. "No tenemos la representación que deberíamos", admite Smith. El problema, explica, comienza pronto: la comunidad negra ya está infrarrepresentada en las clases de ciencias de la computación que tendrían que abrirles las puertas de este mundo durante su vida escolar. "Por su puesto, la razón de esto es que esta clase se ofrece con menos frecuencia en los institutos públicos a los que asisten", añade. "Donde hay grandes éxitos, como cabe esperar, es en dar a la gente la oportunidad para aprender".

La respuesta más reciente de Microsoft a la urgencia de abordar las injusticias raciales llegó esta semana, en una iniciativa con tres partes: "La primera es incrementar la representación de empleados negros. Nos hemos comprometido a doblar el número de empleados de esta comunidad durante los próximos cinco años y en todos los niveles de la compañía". El segundo objetivo es establecer más relaciones comerciales con compañías regentadas por personas negras. La tercera es contribuir a cerrar la brecha en la formación escolar en ciencias de la computación.

En la formación ve también el potencial para corregir los vicios de la industria. "La mayor oportunidad aquí, y el mayor reto, es asegurar realmente que todo el que está obteniendo un título en Ingeniería se está viendo expuesto a la ética de la ingeniería, la inteligencia artificial y el amplio rango de temas sociales que va a tener que abordar durante su carrera", asegura. "La ingeniería es una gran disciplina para resolver los problemas del mundo, pero no puedes resolver un problema si no lo entiendes". Esta carretera es para Smith una de doble sentido. Igual que los ingenieros deben acercarse más a las artes liberales, los estudiantes de estas últimas, afirma, se beneficiarían de un conocimiento más profundo en ingeniería, ciencias de la computación y datos "para estar bien preparados para el futuro".

Archivado En