“No seamos espectadoras: tenemos que ser actrices de esta historia”

Recopilamos el testimonio de cinco mujeres que se dedican al mundo de la tecnología y el emprendimiento y explican algunas de sus vivencias y sus puntos de vista sobre el desarrollo de sus carreras en un sector masculinizado

La falta de referentes femeninos a la hora de decidir una carrera. La dificultad para ascender a posiciones de poder. Los micromachismos. Las bromitas de algunos compañeros hombres. Es el pan de cada día para muchas mujeres trabajadoras de cualquier sector, pero especialmente para aquellas que desarrollan sus carreras en entornos que, tradicionalmente, han estado copados por hombres. Dos ejemplos claros son el emprendimiento y las profesiones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáti...

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La falta de referentes femeninos a la hora de decidir una carrera. La dificultad para ascender a posiciones de poder. Los micromachismos. Las bromitas de algunos compañeros hombres. Es el pan de cada día para muchas mujeres trabajadoras de cualquier sector, pero especialmente para aquellas que desarrollan sus carreras en entornos que, tradicionalmente, han estado copados por hombres. Dos ejemplos claros son el emprendimiento y las profesiones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). Con motivo del Día Internacional de la Mujer, recopilamos el testimonio de cinco mujeres que se dedican al mundo de la tecnología y el emprendimiento para dar voz y visibilizar "lo interesante, apasionante y divertida que puede ser una vida profesional pegada a las profesiones STEM", tal y como explica Isabel Fernández, responsable de Accenture Analytics para España, Portugal e Israel, que cuenta su experiencia en el vídeo.

Todas están de acuerdo en la importancia de hacer visible la labor de las mujeres que ya están haciendo grandes cosas en este sector. Y especialmente Ana G. Talaván, Technical Delivery manager en Microsoft, insiste en la importancia de ser proactivas, de tomar partido y demostrar la valía ante quien se ponga delante. "Invito a que no seamos espectadoras, tenemos que ser actrices de esta historia". Junto a ella, Carolina Escribano, directora técnica de IBM Cloud Software, incide en la necesidad de despertar la curiosidad de las niñas por estos campos.

Las tres, que ocupan puestos en grandes compañías relacionadas con la tecnología, coinciden también en que no sufren discriminación machista en sus puestos de trabajo. Sin embargo, cuando echamos un ojo a las pymes y a las startups, el discurso cambia. Cristina Balbás, bióloga molecular y cofundadora de Escuelab, nota cómo en las reuniones hacen más caso a su socio que a ella, a pesar de que es ella quien tiene "la formación que aporta validez científica a lo que están haciendo" en su startup. Y Ana Jiménez, cofundadora de Leads Origins, explica cómo en algunas ocasiones le han hecho sentir intrusa en su profesión: "He notado muchas veces el clima de 'tú aquí no estás donde deberías estar".

Estas cinco mujeres explican algunas de sus vivencias y sus puntos de vista sobre el desarrollo de sus carreras en un sector masculinizado. Son solo unos pocos ejemplos que, a pesar de las diferencias que las caracterizan, ilustran puntos comunes como la necesidad de que se den a conocer más mujeres que puedan ser referentes para las niñas y de hacer cambios estructurales que tienen mucho que ver con la educación.

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