Cuatro enfoques de la transformación digital para subir la productividad

Lograr alzas del 20% de la productividad es factible, asegura McKinsey

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No somos los primeros que decimos que las compañías se encuentran hoy en la mayor disrupción tecnológica de la historia gracias a fenómenos como el big data y análisis avanzado,la  inteligencia artificial o el internet de las cosas o la robótica. Lo que viene siendo la llamada cuarta revolución industrial,vamos.

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No somos los primeros que decimos que las compañías se encuentran hoy en la mayor disrupción tecnológica de la historia gracias a fenómenos como el big data y análisis avanzado,la  inteligencia artificial o el internet de las cosas o la robótica. Lo que viene siendo la llamada cuarta revolución industrial,vamos.

En este contexto, la productividad se ha convertido en una materia de estudio y preocupación por parte de economistas y directivos. Su estancamiento, cuando no caída, ha sido estudio de numerosos informes. Y en EL PAÍS RETINA nos hemos hecho eco de alguno de ellos.

Muchas empresas, sobre todo las industriales, no están sacando el suficiente partido de las tecnologías digitales. Así, el 50% de las empresas de automoción y el 60% de las de equipos industriales reconocen que no están invirtiendo como parte de su estrategia de negocio. Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del estudio de Accenture Technology Vision 2017, en el que se han entrevistado a 102 executivos de compañías de automoción y a 562 de compañías industriales de todo el mundo y que se hizo público ayer durante la Hannover Messe.

Otros expertos, como los de McKinsey, van más allá y proponen que la implantación de estas tecnologías y procesos puede conducir a que compañías y sociedades logren incrementos del 20% en la productividad. “Cuando apareció la revolución del lean manufacturing, se produjo una evolución exponencial en la forma de trabajar”, recuerda Rafael Westinner, socio en McKinsey. “En ese momento llegaron a producirse saltos de entre el 30% y el 50% en la productividad. Estamos en una época similar”. Westinner es coautor de un informe en el que se trata de tipificar y definir los distintos tipos de transformación.

Estamos en una época similar a cuando se produjo la irrupción de la producción 'lean' Rafael Westinner, socio en McKinsey

“¿Cómo se consiguen estos saltos en productividad y cómo podemos lograr que las empresas sean conscientes de la necesidad de cambio?”, se pregunta Westinner. “Ahora hay que hacerlo más rápidamente, más profundamente y más eficazmente: los que lo han lleven a cabo primero tendrán ventaja”.

Westinner, por lo tanto, establece cuatro procesos de transformación, definidos según el objetivo que se quiera alcanzar. Son las cuatro “estructuras primarias” o “arquetipos operacionales”, que es lo que denomina Operaciones 4.0:

  • La transformación impulsada por el producto: el análisis avanzado se combina con el diseño orientado al valor, convirtiéndose en el análisis orientado al valor, o AtV, por sus siglas en inglés.
  • La transformación impulsada por el presupuesto: las técnicas de análisis permiten que el coste cero, o ZBB por sus siglas en inglés, sea más factible, flexible y rentable que nunca.
  • La transformación impulsada por la producción: la producción digital conecta nuevas fuentes de datos con máquinas inteligentes y nuevas tecnologías de procesamiento.
  • La transformación impulsada por la experiencia de usuario de extremo a extremo: lograr implementar procesos lean de la mejor forma posible con la habilitación digital integral, o EdgE, por sus siglas en inglés.

McKinsey asegura que la analítica digital de la cuarta revolución industrial resulta clave a la hora de apoyar estos procesos. En la primera de estas transformaciones, la orientada al producto, la incorporación de las tecnologías permite reducir los plazos de entrega a la mitad e incrementar los márgenes en un 30% (según experiencias pasadas). También posibilita gestionar la complejidad de los distintos sistemas de gestión, especialmente los informáticos.

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A la hora de mejorar la experiencia de usuario, la principal ventaja es reducir los tiempos de comercialización; permite, a su vez, entender el proceso tal y como lo ven sus clientes; y garantizar que los procesos se ajusten a lo que pretende el cliente, llegando a eliminar formularios.

El llamado presupuesto cero, explica la consultora, se desarrolló hace casi medio siglo, pero sigue siendo eficaz para lograr grandes ahorros, sobre todo en empresas de consumo. “Las técnicas de análisis permiten que el coste cero (ZBB), sea más factible, flexible y rentable que nunca".

“La combinación de personas, nuevas tecnologías digitales y el análisis avanzado pueden generar grandes avances en la productividad si las compañías aprenden a entrelazar bien estos tres factores”, concluye el informe. “Las Operaciones 4.0 ofrecen un potencial de tal magnitud que los líderes no pueden dejar pasar”, sentencia.

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