El padre Ángel abre franquicia en Roma

La basílica de los Santísimos Estigmas de San Francisco reproduce el modelo de iglesia abierta las 24 horas

El padre Ángel, en el interior de la iglesia de los Santísimos Estigmas de San Francisco de Roma, este sábado.Celia Benito
Madrid -

El modelo de una iglesia abierta las 24 horas trasciende fronteras. La fe y las necesidades humanas no entienden de horarios. Esas premisas llevaron al padre Ángel a iniciar un proyecto con el que había soñado toda su vida: regir un templo que no cerrara nunca sus puertas. Lo consiguió en 2015. Desde entonces, la iglesia madrileña de San Antón acoge en cualquier momento del día a fieles que desean rezar y a personas desfavorecidas. Les ofrece comida, un sillón donde descansar, baños o, simplemente, compañía. Con el ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El modelo de una iglesia abierta las 24 horas trasciende fronteras. La fe y las necesidades humanas no entienden de horarios. Esas premisas llevaron al padre Ángel a iniciar un proyecto con el que había soñado toda su vida: regir un templo que no cerrara nunca sus puertas. Lo consiguió en 2015. Desde entonces, la iglesia madrileña de San Antón acoge en cualquier momento del día a fieles que desean rezar y a personas desfavorecidas. Les ofrece comida, un sillón donde descansar, baños o, simplemente, compañía. Con el paso de los años, la iniciativa se ha extendido a otras ciudades: Barcelona, México DF y Ammán. Este lunes se sumará la iglesia de los Santísimos Estigmas de San Francisco, en pleno centro de Roma.

“En esta ciudad hay más gente durmiendo en la calle que en cualquier otro lugar del mundo. El objetivo es crear un hogar para quien pasa frío tanto por fuera como por dentro”, admite el padre Ángel, de 82 años. Cáritas atiende a 20.000 personas cada mes en la capital italiana y cifra en más de 7.000 el número de personas que duermen en sus calles. Una situación “insoportable” que ha llevado a Mensajeros de la Paz y a la congregación de los Misioneros de María a abrir las puertas de su basílica. Hay algunas comunidades similares en Italia, pero el proyecto nace a semejanza de la iglesia de San Antón y se estrena con las bendiciones del cardenal de Roma, Angelo de Donatis, y el de Madrid, Carlos Osoro. “Esto se ha convertido en una franquicia. Ya la montó Jesús de Nazaret, lo que pasa es que se las iban cerrando”, bromea el padre Ángel. El acto de apertura ha tenido lugar este lunes a las siete de la tarde.

Giovanni Cerri, rector de la iglesia de los Santísimos Estigmas de San Francisco, toma las manos del padre Ángel.Celia Benito

Bendición del Papa

Más información

Giovanni Cerri, el sacerdote florentino de 45 años que en 2018 se convirtió en rector de la iglesia de los Santísimos Estigmas de San Francisco, admite estar muy ilusionado. “Vamos a ayudar a mucha gente, conseguiremos acercar a los jóvenes a nuestra parroquia y mostraremos a la sociedad la realidad que viven otras personas”, insiste el párroco italiano. Ofrecerán conexión wifi, televisión, sillones para descansar, duchas para asearse, baños, lavadoras, servicio médico y comida. El templo sirvió durante años como convento franciscano y tiene capacidad para mil personas, pero de momento solo repartirán 200 desayunos. Con el tiempo, los Misioneros de María quieren ampliar servicios. “El espacio no está aún adaptado”, explica Cerri. La iglesia de los Santísimos Estigmas está ubicada en el distrito de Pigna, en pleno corazón de la ciudad. Su construcción, sobre una ermita preexistente, comenzó en 1298. La planta actual se erigió bajo el pontificado de Clemente XI, en el siglo XVIII, momento en el que recibió el nombre que conserva.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El papa Francisco siempre dice que le gustaría tener una iglesia pobre para los pobres. Este proyecto es justo eso. Contamos con su bendición”, revela el padre Ángel. Narra que hace apenas un año tuvo la oportunidad de dialogar con el Pontífice sobre la necesidad de abrir las puertas de las iglesias. “Nos animó a hacerlo. Tengo ilusión de que venga algún día a visitarla”, reconoce el sacerdote asturiano, ataviado con su inconfundible e inseparable bufanda roja. El padre Ángel admite que muchos obispos de otros países, como Congo y Chile, se han interesado en su proyecto. “Seguiremos ampliando el número de iglesias, pero no basta con abrir las puertas. Hay que conseguir voluntarios y financiación, y eso siempre es complicado”.

Más información

Archivado En