La riqueza que no se valora se acaba perdiendo
España está entre el 15% de los países más ricos del mundo, aunque muchos no lo crean. Un buen modo de tomar conciencia de la fortuna de la que gozamos es conocer la situación del resto, también de los más pobres
Mi colega Andrés dice que España es un país pobre. Pero según el Banco Mundial, España era, en octubre de 2021, el decimocuarto país con mayor PIB nominal. Hay aproximadamente 193 países en el mundo, por tanto, España está entre el 7% de países más ricos del mundo por PIB nominal.
Si hablamos de PIB per capita, España pasaría al puesto 33 (siempre según datos del Banco Mundial), lo que significa que estaría entre el 15% de países más prósperos del mundo en PIB per cápita.
Cuando comparto estos datos con Andrés, me responde que él compara España con “países similares”. Deduzco que solo está considerando los más opulentos de Europa. Pero ¿por qué no compararse, por ejemplo, con los del norte de África o de América Latina, con los que compartimos proximidad o idioma?
Si España pertenece al 15% de los territorios más adinerados del mundo, entonces España es un país rico. Pienso que, para no perder esa abundancia, es necesario que seamos conscientes de ella. Porque lo que no se valora se acaba perdiendo.
¿El mundo se acaba en Occidente?
Paraíso, de Abdulrazak Gurnah, es una novela que relata el comercio de esclavos en África. Mi amiga Luisa intentó leerla, pero no pudo. Dice que no fue capaz de captar su interés. Es la tercera persona europea que conozco que ha dejado el libro a medias. Sin embargo, las críticas son casi unánimemente excelentes.
Un buen modo de tomar conciencia de la riqueza que gozamos es conocer la situación del resto de los países del mundo
Parece que a los occidentales nos cuesta interesarnos por lo que sucede más allá de nuestras fronteras. Da la impresión de que, para nosotros, lo que está más allá de nuestro territorio, simplemente, no existe.
Creo que un buen modo de tomar conciencia de la fortuna de la que gozamos es conocer la situación del resto. Por supuesto, de los países que son más ricos que nosotros, pero también de otras regiones más pobres.
La obra de Abdulrazak Gurnah refleja la realidad a la que determinadas zonas de África se enfrentan. Casa África es una entidad de derecho público de carácter interadministrativo que trabaja para acercar África y España. En su página web encontramos más detalles sobre la obra de este autor:
Abdulrazak Gurnah nació en 1948 en Zanzíbar, Tanzania. Es un escritor de novelas en inglés. El tema de la perturbación del refugiado recorre todo su trabajo, desde que comenzó a escribir a los 21 años en el exilio británico. Sus investigaciones se centran en el poscolonialismo y, rompiendo con las convenciones, cambian la perspectiva colonial para resaltar la de las poblaciones indígenas. En 2021, recibió el Premio Nobel de Literatura por su “conmovedora descripción de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes”.
La novela de Gurnah Paraíso ha sido descrita como “un retrato evocador del continente africano” por The New York Times Book Review y como “un libro que describe las dinámicas sociales y religiosas de África” por la publicación Library Journal.
A veces, los europeos tenemos problemas para mirar más allá de nuestras fronteras. La lectura de la obra de Abdulrazak Gurnah puede ser una buena manera de combatir nuestra falta de interés por lo diferente.
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